martes, 29 de mayo de 2012

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Los códices de Da Vinci, sin secretos | Cultura | EL PAÍS



Los códices de Leonardo da Vinci, sin secretos

La Biblioteca Nacional de España expone en Madrid, en una ocasión única, los dos tratados que conserva del artista italiano, bautizados como 'Madrid I y II'

Los códices de Da Vinci, sin secretos

La Biblioteca Nacional expone los tratados que conserva del genio italiano


El códice de Leonardo da Vinci sobre 'Tratados varios de fortificación estática y geometría' que expone la Biblioteca Nacional. / BNE

Será una ocasión única para ver los dos códices de Leonardo da Vinci, bautizados desde finales de los sesenta como Madrid I y II, al desnudo. Tras su proceso de restauración, uno de ellos se muestra desencuadernado, un estado transitorio al que casi con seguridad retornará difícilmente en el futuro, ya que ha sido digitalizado.

Con motivo del tricentenario de la institución, la Biblioteca Nacional está desempolvando sus mejores joyas en sucesivas exposiciones. No hay duda de que los códices de Da Vinci son una de ellas, y una de las más antiguas, ya que pertenecen a la colección original.

Ambas piezas se encontraban en la biblioteca de la Torre Alta del Alcázar, cuyos fondos pasaron a engrosar el material de la Biblioteca Nacional cuando la fundó Felipe V, el primer borbón que reinó en España tras imponerse en una larga guerra al candidato de los Austrias.

Los códices habían sido legados en 1642 a Felipe IV por un extraño clérigo, Juan de Espina, gran coleccionista madrileño. ¿Cómo habían llegado a Madrid? Según Elisa Ruiz, comisaria de la exposición que se inaugura hoy, habían llegado de la mano del escultor Pompeo Leoni, que había adquirido una parte importante de los manuscritos de Da Vinci a su discípulo Francesco Melzi, que heredó toda esta producción tras la muerte de su maestro.

La BNE asegura que estos códices representan el 10% de la producción escrita de Da Vinci que se conserva en todo el mundo. Uno de los libros es un Tratado de estática y mecánica que aborda diferentes cuestiones; mientras que el segundo son Tratados varios de fortificación estática y geometría, donde se entremezclan las anotaciones científicas y las personales.


el dispensador dice:
mientras la vida huye,
uno busca refugio en otros pasados,
madejas y entreverados,
donde lo superficial se anota,
colándote en un museo,
con salas consumidas por los silencios,
donde muchos ojos atentos,
tratan de entender otros tiempos,
inscriptos en destinos distintos,
donde todo se ha vuelto mudo,
hablándose de testigos,
de los que no quedan abrigos,
ni quejas, tampoco sus afligidos...


el detenerse ante una vitrina,
implica tratar de entender algo,
que habiendo nacido en otro ideario,
tomó parte de otras noches,
pensamientos estrafalarios,
envueltos en sueños sin campanarios,
donde las conciencias chispeaban al ritmo de velas,
expuestas a raras corrientes y sus secuelas,
sandalias con otras suelas,
conducían almas picadas por invisibles espuelas,
de temores y candilejas,
inquisiciones, torres y rejas,
atormentaban el genio,
donde pensar era presagio,
de tormentos y persecusiones,
sobraron motivos de papelones,
donde las víctimas se inventaban,
para justificar en otros sus sin razones...


Da Vinci tuvo su propio código,
el de revelarse a sí mismo,
lo sencillo en otro en ritmo,
simplezas extraídas de los abismos,
evidencias de propio algoritmo,
en ecuaciones concertadas,
era tiempo de herencias robadas,
de calles estrechas,
de lunas veladas...


pero eso no lo dice nadie,
ya que apenas si es parte de la historia,
que no se toma en cuenta en las notas,
detrás de cada expresión,
de inteligencia, sabiduría o genio,
había envidias del averno,
esperando por esas almas,
el lado oscuro nunca tiene calma,
para sostener la ignorancia,
no es de pobres la elegancia,
no es de la filosofía las fragancias,
de allí que la herencia rancia,
nunca halla tenido espacio en la ciencia...


los príncipes y sus principados,
tanto como los reyes envueltos en pecados,
los condes y sus condados,
y los duques y sus ducados,
siempre han sido oportunistas,
asaltantes de otras ristras,
estafadores sin listas,
que tomando los escudos,
los honores y otras lanzas,
han llenado sus panzas,
a costillas de expulsados,
de sus genuinas comarcas,
para ellos la ciencia es barca,
que sirve para robar destinos...


y eso tal te digo,
ha caracterizado la historia,
no figura en ningún lado,
los miedos que han sido testigos,
de distintos sueños en sus pasados,
los ricos nunca han pensado,
ya que para ello hay otros,
que se cultivan a sí mismos,
descubriendo que los istmos,
separan las calidades,
donde aquello que es linaje,
no es más que un burdo paisaje,
y donde aquello que es idea,
es pintura sin témpera...


mientras me alejo a mi gruta,
escondida y sin rutas,
pienso: "qué humanidad bruta",
esta que los poderes ejecutan,
los verdaderos valores se desdibujan,
falsificando la historia,
oportunismos de otras glorias,
de a poco se van apropiando,
canciones se van apagando,
y sin ellas nada queda,
lo que aprecias en la vitrina,
es el silencio de otra tela.
Mayo 29, 2012.-

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