ASTRONOMÍA | Un evento excepcional y muy poco frecuente en el cosmos
Una estrella engullida por un agujero negro supermasivo
Simulación del agujero negro. | NASA / S. Gezari
ELMUNDO.es | AFP | Madrid
Actualizado miércoles 02/05/2012 20:16 horas
Un equipo de astrónomos ha tenido el privilegio de presenciar, en tiempo real, cómo un agujero negro supermasivo engulle una estrella. Se trata de un evento excepcional en el cosmos que, según señalan los científicos en un artículo publicado en la revista 'Nature', sólo se produce, de media, una vez cada 10.000 años en una galaxia.
"Los agujeros negros son, de algún modo, como los tiburones. Se les considera, equivocadamente, máquinas que matan de forma permanente. En realidad, permanecen en calma durante la mayor parte de su vida. Pero ocasionalmente, una estrella se aventura demasiado cerca, y es ahí cuando se desencadena el frenesí carnívoro", explica Ryan Chornock, investigador del centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y coautor del estudio.
Los agujeros negros supermasivos tienen una masa de entre un millón y mil millones la de nuestro Sol, se encuentran en el centro de la mayor parte de las galaxias del Universo y se detectan gracias a la intensa radiación que emiten cuando aspiran el gas situado a su alrededor. Por ello, cuando su entorno es pobre en gas, su radiación es débil. De hecho, es particularmente difícil estudiar los agujeros negros 'durmientes' a menos que sean sorprendidos en pleno banquete. Que es precisamente lo que les ha ocurrido a los astrónomos Ryan Chornock y Suvi Gezari, de la Universidad John Hopkins.
El agujero negro supermasivo observado tenía una masa tres millones de veces superior a la de nuestro Sol.
"Hemos observado el fin de una estrella y su digestión por parte de un agujero negro en tiempo real", señala Edo Berger, uno de los astrónomos que ha participado en el estudio.
La estrella devorada por este agujero negro estaba tan cerca de él que las fuerzas generadas por el campo de gravidez de este 'monstruo cósmico' la han desmantelado literalmente. El gas que conformaba esta estrella ha sido aspirado por el agujero negro, provocando tal aumento de la temperatura que el fenómeno ha podido ser observado por los astrónomos
el dispensador dice: sí, en el espacio sideral del universo que entendemos como "visible", hay huecos, inmensos agujeros que (a pesar de lo que dice la ciencia humana) no devoran nada, y sí comunican las dimensiones sin alterar los equilibrios del aquí con los del allá... o... con los de los allá (son muchos, porque muchas son las dimensiones contiguas que laten al unísono con esta, sin que el ser humano se de por aludido). Claro está, en la mente del hombre anida el concepto de la depredación, ya que por su naturaleza, el ser humano necesita comer y para ello demanda exterminar al otro, y esa es la concepción básica de su vida... para pensar, necesita estar alimentado ya que sus energías son tan efímeras como él mismo. Del mismo modo, el hombre necesita ocupar espacio, y no escatima esfuerzos para desplazar a otro, o bien tomar por asalto espacios que pretende como propios, aunque universalmente no lo sean... y para ello apelará a cualquier justificación carente de sentido, a la cual (justificación) le dará el sentido que le convenga según la oportunidad... algo semejante a un argumento "aberrante" en su misma esencia. Pero sucede que el universo tiene sus propias reglas y se rige por ellas desde mucho antes que la palabra "hombre" fuese pronunciada. En dicho concierto de dimensiones y realidades muy distintas a las que un hombre puede imaginar, el universo sostiene un vaivén que asegura que todo esté cumpliendo la función que ocupa desde la "creación"... entonces, aquello que parece alejarse, en verdad se acerca... y viceversa, aquello que parece acercarse, en verdad se aleja. Las esferas tienen sus regímenes y como buenas ideas, flotan y se desplazan cuidándose unas a otras... porque el mundo de las ideas necesita ser tal, más allá de las eternidades y sus conciertos. Claro está, las demencias y las locuras sólo son patrimonio de la Tierra... ya que en el resto del cosmos, sus habitantes aprendieron hace mucho tiempo qué es lo que no se debe hacer... y ello se respeta... y nadie se erige como dueño de nada... desde luego, las vidas de los otros no se reflejan en las condiciones que el humano considera por tales, quizá de allí las distancias entre uno y otros pensamientos. Todo parece lejos... pero está muy cerca. Todo parece cerca... pero está tan lejos como las inconsciencias del alma... Ya que no debe olvidarse que todo lo que existe está imbuido de espíritu... Todo... el que no hable no quiere decir que no sienta... el que no escriba no quiere decir que no piense. Algo que está en las antípodas del pensamiento humano. Tal vez, la comunión del universo se da, justamente, por sus huecos... ya que sin ellos la presión sería insoportable y lo que parece espacio terminaría estallando... cosa que jamás ha sucedido y nunca lo hará, ya que el verbo se ocupó de guardar el sentido de los equilibrios permitiendo que las cosas (astros o lo que sea), escurran hacia uno u otro lados... y lo que aquí se representa por un "venir", para los contiguos apenas es un "devenir"... ¿cuál es la diferencia?... que la eternidad guarda sus modelos en función a un número cierto de "huecos" que permiten que todo se sostenga sin violencias, aún cuando el hombre siempre pretenda explicar que su "violencia" se replica en todo lo que existe... concepto que además de atrasar, refleja la importancia de las geometrías de las miserias humanas... se habla de "amor" pero se lo "miente", permanentemente, porque antes que el "nosotros" está el "yo" y sus intensas capacidades devoradoras de comidas, espacios y tiempos... sin embargo, curiosa paradoja, el hombre siempre se queda sin "tiempo" y hacerlo, indefectiblemente cede su espacio y recién allí, se da cuenta que la comida no era necesaria. Mayo 04, 2012.-
El hombre necesita descalificar para calificarse... y ello, no es más que un hueco entre la expresión y la intención...
"Los agujeros negros son, de algún modo, como los tiburones. Se les considera, equivocadamente, máquinas que matan de forma permanente. En realidad, permanecen en calma durante la mayor parte de su vida. Pero ocasionalmente, una estrella se aventura demasiado cerca, y es ahí cuando se desencadena el frenesí carnívoro", explica Ryan Chornock, investigador del centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y coautor del estudio.
Los agujeros negros supermasivos tienen una masa de entre un millón y mil millones la de nuestro Sol, se encuentran en el centro de la mayor parte de las galaxias del Universo y se detectan gracias a la intensa radiación que emiten cuando aspiran el gas situado a su alrededor. Por ello, cuando su entorno es pobre en gas, su radiación es débil. De hecho, es particularmente difícil estudiar los agujeros negros 'durmientes' a menos que sean sorprendidos en pleno banquete. Que es precisamente lo que les ha ocurrido a los astrónomos Ryan Chornock y Suvi Gezari, de la Universidad John Hopkins.
Un fenómeno observado en 2010
El 31 de mayo de 2010 detectaron, gracias al telescopio Pan-STARRS 1, en Hawai, un resplandor en el corazón de una galaxia situada a 2.700 millones de años-luz. La luz fue haciéndose progresivamente más intensa, alcanzado su punto culminante el 12 de julio de ese año, antes de ir apagándose paulatinamente.El agujero negro supermasivo observado tenía una masa tres millones de veces superior a la de nuestro Sol.
"Hemos observado el fin de una estrella y su digestión por parte de un agujero negro en tiempo real", señala Edo Berger, uno de los astrónomos que ha participado en el estudio.
La estrella devorada por este agujero negro estaba tan cerca de él que las fuerzas generadas por el campo de gravidez de este 'monstruo cósmico' la han desmantelado literalmente. El gas que conformaba esta estrella ha sido aspirado por el agujero negro, provocando tal aumento de la temperatura que el fenómeno ha podido ser observado por los astrónomos
el dispensador dice: sí, en el espacio sideral del universo que entendemos como "visible", hay huecos, inmensos agujeros que (a pesar de lo que dice la ciencia humana) no devoran nada, y sí comunican las dimensiones sin alterar los equilibrios del aquí con los del allá... o... con los de los allá (son muchos, porque muchas son las dimensiones contiguas que laten al unísono con esta, sin que el ser humano se de por aludido). Claro está, en la mente del hombre anida el concepto de la depredación, ya que por su naturaleza, el ser humano necesita comer y para ello demanda exterminar al otro, y esa es la concepción básica de su vida... para pensar, necesita estar alimentado ya que sus energías son tan efímeras como él mismo. Del mismo modo, el hombre necesita ocupar espacio, y no escatima esfuerzos para desplazar a otro, o bien tomar por asalto espacios que pretende como propios, aunque universalmente no lo sean... y para ello apelará a cualquier justificación carente de sentido, a la cual (justificación) le dará el sentido que le convenga según la oportunidad... algo semejante a un argumento "aberrante" en su misma esencia. Pero sucede que el universo tiene sus propias reglas y se rige por ellas desde mucho antes que la palabra "hombre" fuese pronunciada. En dicho concierto de dimensiones y realidades muy distintas a las que un hombre puede imaginar, el universo sostiene un vaivén que asegura que todo esté cumpliendo la función que ocupa desde la "creación"... entonces, aquello que parece alejarse, en verdad se acerca... y viceversa, aquello que parece acercarse, en verdad se aleja. Las esferas tienen sus regímenes y como buenas ideas, flotan y se desplazan cuidándose unas a otras... porque el mundo de las ideas necesita ser tal, más allá de las eternidades y sus conciertos. Claro está, las demencias y las locuras sólo son patrimonio de la Tierra... ya que en el resto del cosmos, sus habitantes aprendieron hace mucho tiempo qué es lo que no se debe hacer... y ello se respeta... y nadie se erige como dueño de nada... desde luego, las vidas de los otros no se reflejan en las condiciones que el humano considera por tales, quizá de allí las distancias entre uno y otros pensamientos. Todo parece lejos... pero está muy cerca. Todo parece cerca... pero está tan lejos como las inconsciencias del alma... Ya que no debe olvidarse que todo lo que existe está imbuido de espíritu... Todo... el que no hable no quiere decir que no sienta... el que no escriba no quiere decir que no piense. Algo que está en las antípodas del pensamiento humano. Tal vez, la comunión del universo se da, justamente, por sus huecos... ya que sin ellos la presión sería insoportable y lo que parece espacio terminaría estallando... cosa que jamás ha sucedido y nunca lo hará, ya que el verbo se ocupó de guardar el sentido de los equilibrios permitiendo que las cosas (astros o lo que sea), escurran hacia uno u otro lados... y lo que aquí se representa por un "venir", para los contiguos apenas es un "devenir"... ¿cuál es la diferencia?... que la eternidad guarda sus modelos en función a un número cierto de "huecos" que permiten que todo se sostenga sin violencias, aún cuando el hombre siempre pretenda explicar que su "violencia" se replica en todo lo que existe... concepto que además de atrasar, refleja la importancia de las geometrías de las miserias humanas... se habla de "amor" pero se lo "miente", permanentemente, porque antes que el "nosotros" está el "yo" y sus intensas capacidades devoradoras de comidas, espacios y tiempos... sin embargo, curiosa paradoja, el hombre siempre se queda sin "tiempo" y hacerlo, indefectiblemente cede su espacio y recién allí, se da cuenta que la comida no era necesaria. Mayo 04, 2012.-
El hombre necesita descalificar para calificarse... y ello, no es más que un hueco entre la expresión y la intención...
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