sábado, 29 de noviembre de 2014

POZO DE ESTRELLAS ▲ Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

Lapices

En el Sahara, desde hace mucho tiempo, hay grandes poetas que lanzan al mundo un par de versos con la intención de que otro gran poeta los continúe. Hasta que no aparece alguien a la altura de la calidad de los primeros versos, el poema queda incompleto. Y así, poco a poco, se va construyendo un poema con muchas voces. De manera paradójica, comenzamos con una Despedida, el título del poema que inaugura la sección de la mano del poeta Larosi Haidar. Dice así…

Cuán dulce es amar
y sentirse a la vez amado
pero amargo es el dejar
a quien tanto se ha esperado.

¡Poetas! os animamos a participar y así completar, esperamos, un gran poema coral.



Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb


Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.






Memoria de arena [07]

Por:  28 de noviembre de 2014
  Poem_07                                                                   
                                                                                                             Ilustración de Roberto Maján
LA ESPERA DE UN POZO - Ali Salem Iselmu
Hacia el pozo,
dirigió su mirada,
los cuervos,
los pájaros pequeños,
los camellos,
el árbol de Ignin1,
sombra de su acampada.

Pero todo desapareció,
se quedó reducido
al viento seco y caliente,
al estiércol  de los dromedarios.

El pozo se quedó sin agua,
sin jaimas,
huérfano su horizonte.

Espera la lluvia,
aquella nube del sur,
la riada que le devolverá,
el olor del agua.

El pozo sigue esperando,
el fin de la sequía,
la vuelta al otoño,
la predicción del sabio,
los pasos del oteador.

El pozo espera  la arena,
que atrape en su interior,
el agua que le devolverá la vida.

1 Planta típica del desierto del Sáhara del tamaño de una acacia espinosa, tiene un fruto que se llama bagrali y es comestible.

el dispensador dice:
me pareció ver un fantasma,
un barco navegando en arenas descalzas,
una puerta que se abre hacia la nada,
otra puerta que se abre ante alguna esperanza...
¿sabes dónde queda el Sahara?,
sobra la vida detrás de tu espalda,
sobran caminos de los que no se sabe nada,
sobre los que nadie ha escrito,
porque no se mira la soledad,
cuando el temor te atrapa...

sabes que miro sin mis ojos,
he aprendido a ver con mi alma,
para llegar tan lejos como se pueda,
más allá del horizonte,
de un universo propio de noche estrellada...
he descubierto un pozo,
donde las estrellas no sólo te guían,
también te hablan,
conectando tu propio espíritu,
con el de la luz que de allí emana,
haciendo que todo sea una sola cosa,
Dios... universo... alma... nada...
algo semejante a una eternidad enlazada,
para que el destino sea,
mucho más que una circunstancia...

he bebido allí,
en el pozo de esas estrellas,
reconociendo al ángel portador de la siguiente esperanza...
somos viajeros eternos,
andando bajo la huella que nos abraza,
sólo los humanos llevan sombra,
mientras los demás somos fantasmas,
que movemos ciertas piezas,
en el tablero de las soledades extraviadas...
a veces alguien toma el mensaje,
a veces flota como pluma sin ala,
siempre alguien encuentra,
su hora señalada...

he hallado un pozo de estrellas,
justo donde no hay nada,
quien bebe en él encuentra la paz,
que no necesita del tiempo,
ni del aire,
ni tampoco del agua...
debes descubrir que hay... 
donde los ojos no ven nada.
NOVIEMBRE 29, 2014.-



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