La exitosa cosecha literaria de los ochenta inunda las librerías
Coinciden en librerías obras de Cercas, Muñoz Molina, Marías, Merino, Díez...
Cuatro décadas después ellos confirman un panorama inédito en España
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El idilio de los lectores con los escritores españoles de los años ochenta no solo continúa sino que se aviva en otras lenguas. Una decena de esos autores, consolidados en aquella década o que empezaron entonces, se dan cita en las librerías con novedades absolutas u obras del semestre pasado. Es “una generación de francotiradores”, como la bautiza Juan José Millás, llamados Mendoza, Muñoz Molina, Marías, Díez, Puértolas, Grandes, Cercas, Merino, Landero, Llamazares, Chirbes, Trapiello, Riera, Pombo, Pérez-Reverte, Rivas, Montero, Vila-Matas...
Mundos de una galaxia inédita en el panorama literario español que nace en la Transición, tras la muerte de Francisco Franco, como respuesta al experimentalismo, a una especie de destrucción del lenguaje, un tanto hermético, y al realismo social, en palabras de José María Merino y Luis Landero, que llegan con La trama oculta(Páginas de Espuma) y El balcón en invierno (Tusquets).
La libertad les lleva a explorar formas muy diversas de compromiso literario y ético e ideológico, para, a la vez, dar cuerpo a algo formal y estético. Nacieron en el posmodernismo y han crecido fuera de él
Fue la vuelta del contar, del narrar. “Donde cada uno hace de su propia identidad un arma con la máxima de libertad”, explica Jordi Gracia, crítico literario y autor de Derrota y restitución de la modernidad, 1939-2010: Historia literatura española 7(Crítica), junto a Domingo Ródenas. Es el hallazgo de los narradores sobre sí mismos sin coacciones externas ni ideológicas. La paradoja más bonita, agrega, “es que la libertad les lleva a explorar formas muy diversas de compromiso literario y ético e ideológico, para, a la vez, dar cuerpo a algo formal y estético. Nacieron en el posmodernismo y han crecido fuera de él”.
Llegaron hasta ahí como resultado de muchas lecturas de escritores traducidos (ingleses, franceses, italianos, estadounidenses...) y, sobre todo, de los latinoamericanos del boom que ensancharon la tradición literaria del español, dice Javier Cercas, que acaba de publicar El impostor (Literatura Random House). A la aclimatación de esas lecturas entre los lectores se suman los españoles, dando origen, según Gracia, “a una madurez que es señal de modernidad plena, ¡por fin! De aquello que no tuvo la cultura española durante cuarenta años y que llegó después de la posmodernidad”.
Es posible que en un futuro otras generaciones nos vean como un bloque, como nosotros vemos a los Románticos
Pero los ochenta nacen en 1976. Así es para algunos expertos y escritores que consideran La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, como la apertura de una nueva narrativa y forma de abordar la literatura y, especialmente, de mirar y reencontrarse con la propia España. Una generación o grupo, según Mendoza, “marcada básicamente por la liberación que supone no ser una única voz crítica en un régimen de censura”. En la libertad individual está la clave: “Nos dio el poder de ser cada uno. La recuperación de la democracia y la libertad permite no solo criticar la dictadura sino ponerse a escribir de todo”. El escritor barcelonés reconoce la vigencia de este grupo al decir: “Es posible que en un futuro otras generaciones nos vean como un bloque, como nosotros vemos a los Románticos”.
Y en ese big bang destellan La fuente de la edad, de Luis Mateo Díez;El invierno en Lisboa, de Muñoz Molina; La lluvia amarilla, de Llamazares; El héroe de las mansardas de Mansard, de Pombo;Todas las almas, de Marías; Las edades de Lulú, Almudena Grandes; El maestro de esgrima, de Arturo Pérez-Reverte; Todos mienten, de Soledad Puértolas; Mimoun, de Rafael Chirbes; Amado amo, de Rosa Montero; El caldero de oro, de José María Merino;Juegos de la edad tardía, de Landero; Historia abreviada de la literatura portátil, de Enrique Vila-Matas…
De dar un nombre a este grupo, Millás, autor de La mujer loca (Seix Barral) arriesga el de “una generación de francotiradores, en el sentido de que cada uno desde su posición distinta crea. Hay pocos factores en común entre todos, al contrario de lo que sucedía con la generación anterior que era experimental y con rasgos fácilmente definibles, y, además, eran amigos casi todos”. En los ochenta, añade, de repente empieza a haber autores cuyas novelas vuelven a conectar con los lectores. “Antes la premisa era que no se entendieran, ahora es todo lo contrario. Nos empezaron a leer primero los españoles, luego nos publicaron en otros países por solidaridad, al vernos como un país salido de una dictadura, y luego por méritos propios”.
Es el arte de contar. La gracia de hacer leer.
Eso es lo que más aprecia Luis Landero de su generación: “La fidelidad con la buena literatura, la fidelidad de esos autores con el oficio y la literatura misma. Miro a personas como Marías, Muñoz Molina o Puértolas y veo que han tenido una trayectoria coherente y honesta en el sentido de que han sido fieles a su vocación y su mundo”. Buscaron, según Merino, un lenguaje más coherente y abrir el campo a la imaginación, a lo fantástico, también, y al cuento.
Casi cuatro décadas después, dice Landero, “se ve que es una generación sólida que empieza a mostrar su perfil histórico”. Tras el feliz descubrimiento y largo romance con los autores del boom,recuerda Landero, los lectores españoles empiezan un idilio, que se prolonga hasta hoy.
“Es el final del trayecto, no el principio”, explica Eduardo Mendoza, inaugurador de estos mundos que no hacen más que ensanchar fronteras con obras recientes entre las que figuran El balcón en invierno, de Landero; Así empieza lo malo, de Marías; La soledad de los perdidos, de Mateo Díez; El final de Sancho Panza y otras suertes, de Andrés Trapiello; El impostor, de Cercas... y de los que están por llegar: Como la sombra que se va, de Muñoz Molina;Miguel de Cervantes. Don Quijote de La Mancha. Edición de la Real Academia. Adaptada por Arturo Pérez-Reverte; Distintas formas de mirar el agua, de Llamazares...
La exitosa cosecha literaria de los ochenta inunda las librerías
WINSTON MANRIQUE SABOGAL Madrid 9
Obras de Cercas, Muñoz Molina, Landero, Marías, Merino o Díez, autores surgidos con la democracia en España, protagonizan la temporada editorial y conforman un panorama inédito en España
FE DE ERRORES
En la versión anterior el libro Distintas formas de mirar el agua se atribuía a Landero. El autor del libro es Llamazares.
el dispensador dice: vaya a saber cuál es el motivo, pero gran parte de la humanidad no es consciente de haber nacido luego de un baño de madre de nueve meses... vaya a saber cuál es el motivo, pero gran parte de la humanidad desconoce que vive bajo un cielo estrellado, bajo un universo prolijamente ordenado a partir de un caos... vaya a saber cuál es el motivo, pero una significativa porción de la humanidad no es consciente que respira, y al mismo tiempo, tampoco lo es de que efímera... que se le prestan los ratos, para que su esperanza sea pronunciada, sea buscada, dé sentido a eso que se llama vida... vaya a saber cuál es el motivo, por el cual la humanidad no es consciente de su suelo único, un único planeta que orbita sobre sí mismo y alrededor de un astro que enciende y se apaga sin "apagarse" nunca... vaya a saber cuál es el motivo, por el cual una notable parte de la humanidad está imbuida de soberbias, de hipocresías, de envidias, tanto como de negligencias... vaya a saber cuál es el motivo de tanta tragedia... vaya a saber cuál es el motivo por el cual la humanidad no confiere sentido a sus sueños... vaya a saber cuál es el motivo por el cual esta humanidad está atrapada por las urgencias inducidas desde los poderes, que dicho sea de paso, carecen de sentido, están viciados de nulidad de existencia... vaya a saber cuál es el motivo por el que la humanidad está envuelta en apuros endosados por el empecinamiento de unos pocos dementes que se creen más que cualquier otro de sus prójimos... vaya a saber por qué las palabras han ido perdiendo sentido para convertirse en meros vacíos, que no dicen nada, ni tampoco guardan ningún sentido... occidente está cayendo... la humanidad lo está haciendo, arrastrada por su constante burla a sus propios sentimientos... traicionando a su ángel de la guarda... negando a su propia consciencia... desconociendo el sentido de las fuentes tanto como de las esencias...
¿qué pasa que la humanidad no ve el árbol?...
¿qué sucede que la humanidad no ve el bosque?...
¿qué pasa que nadie se detiene a ver pasar el viento?...
¿qué pasa que nadie es consciente de la importancia de todo lo que existe conteniendo el hecho humano?...
¿qué ocurre cuando la realidad se escurre?...
¿no te has dado cuenta que las monedas no se comen?...
¿no te has dado cuenta que la economía no sólo no salva, sino que además condena?...
¿no eres consciente que poder deforma los sentidos de las existencias?...
¿no te das cuenta que el humano no es nada por fuera de la sociedad de la que forma parte?...
la cultura no es un hecho casual... es una consecuencia causal de la evolución humana en la Tierra... para ello se te concede una gracia, se te concede al menos un don, y se te concede al menos un talento... si no los cultivas, si no los siembras... pasas por la vida recogiendo nada... y peor aún, te vas sin haber hecho nada por nadie, ni siquiera por ti mismo... estás obligado a honrar la gracia que se te ha concedido, por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, y luego debes rendir cuentas de lo cursado...
últimamente... impera el lado oscuro... nacen muchos demonios con forma humana pero vacíos de contenidos, de gracias, de dones y de talentos... son gentes que nacen para sacrificar su propio destino dejando torbellinos a sus pasos... confundiendo... maldiciendo... negando... burlando... envidiando... ejerciendo un cinismo que apabulla a cualquier ser humano en su sano juicio...
últimamente, los ángeles que deambulan de manera invisible por la superficie de la Tierra (piensa que hay un ángel por humano nacido de madre) hacen coro de oración sostenida para cerrar los abismos... no es una tarea fácil... mucho menos simple... es sabido que los demonios no pueden permanecer sueltos en el lado de los tiempos respirables... porque ellos pertenecen a los ámbitos de los abismos donde las almas consumen a los espíritus que han sacrificado sus gracias, sus dones y sus talentos, ejerciendo daños a terceros inocentes...
la Tierra está agitada, más lo está el SOL... la predicción maya-quiché de las cuentas largas se está cumpliendo con una precisión prodigiosa... ¿estás preparado para mirar el viento?... si eres consciente de ello, el viento te envolverá en capullo... y lo demás, sólo será un artilugio de tus circunstancias... entonces, sólo entonces, sabrás lo que significa "tu gracia". NOVIEMBRE 14, 2014.-
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