sábado, 1 de noviembre de 2014

DE LOS SANTOS Y DEL ESPÍRITU SANTO


En el siglo noveno, el piadoso San Rabano Mauro escribió esta oración al Espíritu Santo. Es bueno reconocer que, aunque pasen los siglos, podemos seguir utilizando esas mismas palabras, porque expresan la sed del corazón humano:
"Ven Espíritu de Dios Creador 
y visita el hogar de tus fieles.
Haz de su pecho un templo de gracia 
con el don de tu presencia santa.
Tú, el amor que consuela a los hijos 
como eterno regalo del Padre, 
Caridad, fuente viva de gracia, 
llama eterna de amor verdadero. 
Que tu luz ilumine los ojos 
y tu amor se derrame en el alma. 
Sé mano vencedora en nuestras luchas, 
y sendero que nos guíe los pasos.
Que tus hijos triunfen al mal 
y que reine la paz en sus vidas. 
Fortalece la fe del creyente 
que ha nacido a la vida divina.
Demos gloria por siempre a Dios Padre 
y a Jesús triunfador de la muerte, 
y al Espíritu, vida del alma, 
alabanza y honor para siempre.
Amén." 

De Los cinco minutos del Espíritu Santo de Victor Manuel Fernández.
¡Feliz Día de todos los Santos!
LIMA, 01 Nov. 14 / 12:02 am (ACI).- El 1° de noviembre la Iglesia Católica se llena de alegría al celebrar la Solemnidad de todos los Santos, aquellos conocidos y desconocidos, que con su vida son ejemplo de que sí es posible la santidad.
“Hoy nosotros estamos inmersos con el espíritu entre esta muchedumbre innumerable de santos, de salvados, los cuales, a partir del justo Abel, hasta el que quizá está muriendo en este momento en alguna parte del mundo, nos rodean, nos animan, y cantan todos juntos un poderoso himno de gloria”, decía San Juan Pablo II un primero de noviembre de 1980.
Esta celebración fue instaurada como consecuencia de la Gran Persecución de Diocleciano, a inicios del S. IV, por la gran cantidad de mártires causados por el poder romano.
El Papa Gregorio III la fijó para el 1 de noviembre en el S. VIII, como respuesta a la celebración pagana del “Samhain” o año nuevo celta que se celebra la noche del 31 de octubre. Más adelante Gregorio IV extendería esta festividad a toda la Iglesia.
El Papa Francisco, el 2 de octubre del 2013, ante una gran multitud de gente, enfatizó: “Dios te dice: no tengas miedo de la santidad, no tengas miedo de apuntar alto, de dejarte amar y purificar por Dios, no tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. Dejémonos contagiar por la santidad de Dios”.
Etiquetas: Iglesia CatólicaSantosTodos los Santos


HOY, SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS. ¿POR QUÉ LOS VENERAMOS?
Queridos amigos, es bueno conocer nuestra fe, para estar bien formados y también para poder responder a las preguntas y objeciones que nos puedan plantear.
Por eso, hoy hemos elaborado para ustedes este artículo sobre los santos, basado en el Directorio sobre la piedad popular y la Liturgia de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos :
El culto de los Santos, en especial de los mártires, es un hecho eclesial antiquísimo, con raíces en la Sagrada Escritura (cfr. Hech 7,54-60; Ap 6,9-11; 7,9-17) y atestiguado con certeza desde la primera mitad del siglo II.
La Iglesia, tanto en Oriente como en Occidente, siempre ha venerado a los Santos; y cuando se pusieron objeciones contra algunos aspectos de este culto, sobre todo cuando surgió el protestantismo, lo ha defendido, ha explicado sus fundamentos, las expresiones litúrgicas y las populares, y ha subrayado el valor ejemplar del testimonio de estos discípulos y discípulas del Señor.
¿Cuál es el significado de la veneración de los Santos y Beatos? Al celebrar el tránsito de los santos de este mundo al Cielo, la Iglesia proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que sufrieron y fueron glorificados con Cristo; propone a los fieles sus ejemplos, que atraen a todos por Cristo al Padre; y por los méritos de los santos implora los beneficios divinos.
Para comprender la doctrina de la Iglesia sobre los Santos, hay que tener en cuenta algunos artículos de la fe:
- La "Iglesia, una, santa, católica y apostólica", es santa por la presencia en ella de "Jesucristo, el cual, con el Padre y el Espíritu Santo es proclamado el solo Santo"; por la actuación incesante del Espíritu de santidad; porque está dotada de medios de santificación. La Iglesia, pues, aunque comprende en sí a pecadores, está "ya en la tierra adornada de una verdadera, si bien imperfecta, santidad"; es el "pueblo santo de Dios”.
- La "comunión de los santos", por la que la Iglesia del Cielo, la que tiende a la purificación final en el Purgatorio y la que peregrina sobre la Tierra, están en comunión "en la misma caridad de Dios y del prójimo"; de hecho, todos los que son de Cristo, al tener su Espíritu, forman una sola Iglesia y están unidos en Él.
- La doctrina de la única mediación de Cristo (cfr. 1 Tim 2,5), que no excluye otras mediaciones subordinadas, las cuales se realizan y ejercen dentro de la absoluta mediación de Cristo.
La doctrina de la Iglesia y su Liturgia proponen a los Santos y Beatos, que contemplan ya "claramente a Dios Uno y Trino" como:
- testigos históricos de la vocación universal a la santidad; ellos son prueba y testimonio de que Dios, en todos los tiempos y de todos los pueblos, en las más variadas condiciones socio-culturales y en los diversos estados de vida, llama a sus hijos a alcanzar la plenitud de la madurez en Cristo (cfr. Ef 4,13; Col 1,28);
- discípulos insignes del Señor y, por tanto, modelos de vida evangélica; en los procesos de canonización la Iglesia reconoce la heroicidad de sus virtudes y consiguientemente los propone como modelos a imitar;
- ciudadanos de la Jerusalén del Cielo, que cantan sin cesar la gloria y la misericordia de Dios; en ellos ya se ha cumplido el paso pascual de este mundo al Padre;
- intercesores y amigos de los fieles todavía peregrinos en la tierra, porque los santos, aunque participan de la bienaventuranza de Dios, conocen los afanes de sus hermanos y hermanas y acompañan su camino con la oración y protección;
- patronos de Iglesias locales, de las cuales con frecuencia fueron fundadores o Pastores; de naciones: apóstoles de su conversión a la fe cristiana, o expresión de su identidad nacional; de agrupaciones profesionales; en circunstancias especiales y para obtener gracias específicas.
Finalmente, es preciso recordar que el objetivo último de la veneración a los Santos es la gloria de Dios y la santificación del hombre, mediante una vida plenamente conforme a la voluntad divina y la imitación de las virtudes de aquellos que fueron discípulos eminentes del Señor.
Las fiestas de los Santos, reconducidas a su razón de ser más profunda, iluminan realizaciones concretas del designio salvífico de Dios y "proclaman las maravillas de Cristo en sus servidores". Las fiestas de los miembros, los Santos, son en definitiva fiestas de la Cabeza, Cristo.
El día de la fiesta de cada santo tiene una gran importancia, tanto desde el punto de vista de la Liturgia como de la piedad popular. En un breve e idéntico espacio de tiempo, concurren numerosas expresiones cultuales, tanto litúrgicas como populares, no sin riesgo de conflicto, para configurar el "día del santo".
La finalidad pastoral del culto a los santos es la glorificación de Dios, "admirable en sus santos", y el compromiso de llevar una vida conforme a la enseñanza y ejemplo de Cristo, de cuyo cuerpo místico los santos son miembros eminentes.
Sin embargo, hay elementos que amenazan la autenticidad de la "fiesta del santo". Desde el punto de vista religioso, la "fiesta del santo", si se vacía del contenido específicamente cristiano - el honor dado a Cristo en uno de sus miembros- se convierte en una manifestación meramente social o folclórica.
Desde un punto de vista antropológico, hay que notar que no raras veces sucede que individuos o grupos, creyendo que "hacen fiesta", en realidad, por los comportamientos que adoptan se alejan de su auténtico significado. La trasgresión de la norma ética no solo contradice la ley del Señor, sino que daña la base de la fiesta.
News.va Español

el dispensador dice:
el ESPÍRITU SANTO no tiene religión,
no es judío,
no es musulmán,
tampoco cristiano,
ni siquiera budista...
el ESPÍRITU SANTO es el que concede el aliento...
a todos los seres humanos,
que vienen a transitar sus gracias,
transformadas en destinos,
siendo portadores de dones,
siendo portadores de talentos,
que siguen un sentido que no debe ser razonado,
porque es "divino",
procediendo de un plan "universal",
que distingue a cada individuo...

el ESPÍRITU SANTO,
provee de alientos a todos,
habilitándolos cursar un tiempo,
a transitar sus propios sueños,
desarrollando o no sus propias esperanzas...
léase,
concede el espacio suficiente y necesario,
para "ser" persona...
dependiendo de cada ser humano,
tomar la gracia que se le concede,
o negarla, o desecharla,
honrarla o esquivarla...

dentro de los nacidos hay...
santos,
ángeles,
enviados,
iluminados,
genios,
sabios,
tristes,
desconcertados,
confundidos,
empecinados,
cínicos,
hipócritas,
angurrientos,
y hasta negados de sí mismos,
engreídos,
soberbios,
y hasta "endiosados"...
y todos y cada uno portan el "aliento"...
concedido por el ESPÍRITU SANTO...

en realidad no hay un día para los SANTOS,
como tampoco lo hay para el ESPÍRITU SANTO...

ya que los SANTOS son enviados...

y el ESPÍRITU SANTO pertenece a la "LUZ",
por ende está despojado de las temporalidades,
por ende está despojado de los paralelismos,
por ende está despojado de los espacios,
de sus geometrías y también de sus ángulos...

si has sido "iluminado",
dedícale tu oración al ESPÍRITU SANTO...
y si consideras no haber sido "iluminado",
ni tampoco haber sido agraciado,
más aún,
dedícale tu oración al ESPÍRITU SANTO...
no es un tema menor,
ya que alguien dará testimonio,
por aquello que habiendo sido recibido,
no fue expresado...
ya que alguien dará testimonio,
por las oportunidades que se fueron quebrando...
ya que alguien dará testimonio,
por aquello que fue disimulado,
por aquello otro que se dijo no haber escuchado...
y no podrás escapar,
ni siquiera pasar de largo,
porque la consciencia pertenece... al ESPÍRITU SANTO.
NOVIEMBRE 01, 2014.-

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