MÚSICA | Poesía
El club de los poetas músicos
- Santiago Gómez Valverde musicaliza los poemas de los grandes autores
Rumbear un poema de Pepe Hierro, 'fadear' a Góngora o encontrar acordes con clima de jazz para Lope de Vega, es lo que Santiago Gómez Valverde, poeta y cantautor de Leganés del año 1957, lleva haciendo desde los 19 años, desde antes de su temprano 'Canciones de tarde' (1988). Sus composiciones han sido impresas, reproducidas e interpretadas sobre las tablas de escenarios como el Auditorio Caesar Palace (Las Vegas), el Ateneo de Madrid o el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, éste último el más antiguo de Europa (1601).
Ahora, Gómez Valverde acaba de presentar su último trabajo, 'La palabra y el tiempo II', la segunda entrega de un formato que él mismo denomina como un 2x1: una propuesta musical y poética en la que los versos de poetas universales se transforman en compases. Este proyecto arranca en el año 1976, "cuando empiezo a musicalizar poemas y, lentamente se aglutinan, hasta que llega un momento en el que el bául de la Piquer queda en 'overbooking'", relata el cantautor. Es el popular productor Paco Ortega, responsable de la carrera discográfica de Niña Pastori o Diego 'el Cigala', quien le dio el empujón y le animó a sacar adelante el proyecto. "vamos a darle forma, démosle unas voces espléndidas a la poesía", le dijo.
Valderrama, Pablo Guerrero, Paco Ortega, Jesús Márquez, Paula Chantada o Pez Gordillo son algunos de los cantantes que se dejan oír en este nuevo disco poniéndole voz a Gustavo Adolfo Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Luis de Góngora, Federico García Lorca y Pedro Salinas, entre otros de los grandes. Como dice Luis Alberto de Cuenca, en la breve introducción del disco, "poesía y canción nacieron juntas en el albor del mundo". También juntas navegan por la memoria con el don de los buenos recuerdos, un territorio que, como también apunta Gómez Valverde, "es un país de nunca jamás donde vivimos los poetas, hechos canción ahora nuevamente, reintegrados a la casa común donde siempre han convivido música y poesía".
Gómez Valverde confiesa haber sido un pésimo estudiante, "por eso sigo haciendo lo que hacía entonces, copiar. Copio la melodía que el poema tiene", comenta divertido el compositor. Asegura que los versos le cantan y él lo único que hace es darle a cada composición el traje que le corresponde. Tiene la certeza de que la poesía está sufriendo un abandono, sobre todo por parte de las últimas generaciones. Su trabajo es una manera de acercar a los maestros de la literatura a la actualidad y así no caigan en el olvido. "Estoy dando el jarabe con zumo de naranja. Así, entra solo", declara el poeta.
"¿Quién conocía a Miguel Hernández hasta que Serrat cantó su poesía?". El ritmo es anterior a la palabra y Gómez Valverde lo sitúa en el lugar que le corresponde. El disco es además espectáculo y se vestirá de largo el próximo 28 de septiembre en el Corral de Comedias de Leganés.
Ahora, Gómez Valverde acaba de presentar su último trabajo, 'La palabra y el tiempo II', la segunda entrega de un formato que él mismo denomina como un 2x1: una propuesta musical y poética en la que los versos de poetas universales se transforman en compases. Este proyecto arranca en el año 1976, "cuando empiezo a musicalizar poemas y, lentamente se aglutinan, hasta que llega un momento en el que el bául de la Piquer queda en 'overbooking'", relata el cantautor. Es el popular productor Paco Ortega, responsable de la carrera discográfica de Niña Pastori o Diego 'el Cigala', quien le dio el empujón y le animó a sacar adelante el proyecto. "vamos a darle forma, démosle unas voces espléndidas a la poesía", le dijo.
Valderrama, Pablo Guerrero, Paco Ortega, Jesús Márquez, Paula Chantada o Pez Gordillo son algunos de los cantantes que se dejan oír en este nuevo disco poniéndole voz a Gustavo Adolfo Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Luis de Góngora, Federico García Lorca y Pedro Salinas, entre otros de los grandes. Como dice Luis Alberto de Cuenca, en la breve introducción del disco, "poesía y canción nacieron juntas en el albor del mundo". También juntas navegan por la memoria con el don de los buenos recuerdos, un territorio que, como también apunta Gómez Valverde, "es un país de nunca jamás donde vivimos los poetas, hechos canción ahora nuevamente, reintegrados a la casa común donde siempre han convivido música y poesía".
El pedregal
"Un poema sin música es una piedra, un ladrillo, es cualquier cosa menos un poema", explica el poeta, dejando muy claro que éste es el principio por el que se rige todo su trabajo. Por eso, su disco es ecléctico, con autores de todas las épocas donde "lo que prima es la belleza".Gómez Valverde confiesa haber sido un pésimo estudiante, "por eso sigo haciendo lo que hacía entonces, copiar. Copio la melodía que el poema tiene", comenta divertido el compositor. Asegura que los versos le cantan y él lo único que hace es darle a cada composición el traje que le corresponde. Tiene la certeza de que la poesía está sufriendo un abandono, sobre todo por parte de las últimas generaciones. Su trabajo es una manera de acercar a los maestros de la literatura a la actualidad y así no caigan en el olvido. "Estoy dando el jarabe con zumo de naranja. Así, entra solo", declara el poeta.
"¿Quién conocía a Miguel Hernández hasta que Serrat cantó su poesía?". El ritmo es anterior a la palabra y Gómez Valverde lo sitúa en el lugar que le corresponde. El disco es además espectáculo y se vestirá de largo el próximo 28 de septiembre en el Corral de Comedias de Leganés.
el dispensador dice:
sintonía de pentagramas,
rimas que convergiendo se cantan,
bemoles que se entrelazan,
palabras que embelezan el alma...
algo hace que las estrofas sean amadas,
¿pura alquimia?,
¿sintonía de almas?,
¿conductores de paz,
vestidores de calmas?,
algo hay en esas palabras,
suenan distinto según quien las pronuncia,
suenan distinto según quien las escucha,
permanecen vibrando en ecos reflexivos,
ondas sonoras no son para esquivos...
hoy los poetas enlazan horizontes,
las gentes buscadoras andan tras algo que no los aturda... sino que los asombre...
es condición humana en todo hombre,
pensar que su mañana le dará la paz que aún no halla...
mientras la vida pasa rápido como una música,
las estrofas se licúan buscando excusas,
ambas se guardan en un aljibe,
las almas acuden a beber de aquello que les recuerda que viven.
AGOSTO 01, 2013.-
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