El Océano | Historias de naufragios
El mar, Eros y Thánatos de las familias marineras
La tranquilidad del mar una noche de verano o el oleaje rompiendo en la orilla de la playa puede convertir a éste en nuestro confidente. Un paraíso natural que nos escucha y acompaña cuando caminamos por su vera o lo contemplamos desde la distancia. Lugar de vacaciones y descanso que se erige como uno de los destinos más codiciados para desconectar del trabajo. Pero para otra gente, marineros y pescadores, personas por cuyas venas corre salitre, el mar, además de ser su medio de trabajo, es su vida, o más bien, el fin de una vida...
Hijo de padre marinero siempre sintió curiosidad por la profesión de este. Con 14 años, durante las vacaciones escolares de Semana Santa, quiso acompañar a su padre en su faena diaria. Era el patrón del barco. Lo que no sabía Manuel era que ese día familiar quedaría grabado en su mente para el resto de su vida. Lea su historia íntegra
Narra, en parte gracias al testimonio de su madre, que "sobre las 22.00 de la noche, el viento tornó sureste, lo que hace que el mar se pique, pero muy favorable para la pesca de la lubina, que normalmente está bajo los lunares espumosos de la rompiente". Lea su historia íntegra
La primera fue en el Golfo de Bizkaia, donde la fuerza del mar hizo temblar de más la embarcación, y por el movimiento de esta, cayó. Tuvo suerte de que se encontraba en una operación de rescate de otro barco y sus compañeros pudieron actuar rápido. Lea su historia íntegra
el dispensador anota al margen ►
Tánatos - Wikipedia, la enciclopedia libre
En la mitología griega, Tánato1 o Tánatos2 (en griego antiguo Θάνατος Thánatos, ‘muerte’) era la personificación de la muerte sin violencia. Su toque era suave, como el de su gemelo Hipnos, el sueño. La muerte violenta era el dominio de sus hermanas amantes de la sangre: las Keres, asiduas al campo de batalla. Su equivalente en la mitología romana era Mors.3 4
el dispensador anota al margen ► 2 Thanatos (Saint Seiya) - Wikipedia, la enciclopedia libre
(Thanatos el dios que gobierna a la muerte 死を司る神タナトス, Shi wo tsukasadoru kami Tanatosu?) es un personaje de la mitología griega. Es conocido como el Dios de la muerte (también es un personaje del manga/anime de Saint Seiya de Masami Kurumada) y es uno de los 2 dioses gemelos que fueron exiliados del olimpo por oponerse férreamente a Zeus y es un súbdito relegado a las órdenes de Hades junto a su hermano Hypnos, Dios del sueño. Es un Dios y como tal, su poder es enorme a diferencia de aquellos sirvientes humanos del Dios del Inframundo. Se diferencia de Hypnos en que es el más agresivo de los 2 (mientras que Hypnos es el más calmado de ambos), sus ojos y cabello son de plata y tiene una enorme estrella de cinco puntas grabada en la frente. Es el responsable directo de la muerte de Pandora cuando esta le entrega el collar que le había dado a Ikki.
Thanatos al ser un súbdito de Hades pese a su condición de Dios, carga junto a Hypnos una fuerte responsabilidad : cuidar y proteger el cuerpo mitológico de Hades que permanece escondido en los campos eliseos protegido de cualquiera que quisiera hacerle algún daño ya que Hades había sido herido por el Santo de Pegaso de la época del mito. Las veces que ha participado en la guerra santa ha sido especialmente para colaborar con Pandora (y sus reencarnaciones) en la búsqueda de cuerpos humanos para que su Dios Hades pudiera reencarnar y repetir así una versión de la guerra santa.En The Lost Canvas tiene una participación más importante sosteniendo un combate contra los dos santos de cáncer (Manigoldo y su maestro el patriarca de ese entonces Sage).
El Dios de la muerte mantiene una vigilancia extrema sobre Pandora a quien amenaza con matarla si intenta hacer algo que contradijera su voluntad. Amenaza que cumple al final de la saga de Hades cuando esta le entrega su collar a Ikki (collar con el cual Ikki podría viajar a los campos eliseos sin temor a ser destruido por la super dimensión del muro).
el dispensador dice:
tomar altura,
observar el mar más allá de las brumas,
divisar el horizonte aún cuando parezca una locura,
mirar lejos hasta hallar la la cura...
las distancias aclaran las visiones,
sanan el alma,
limpiando los corazones,
evitando quebrar los silencios,
que alimentan los razonamientos y sus razones...
no es lo mismo mirar el mar desde la cumbre del acantilado,
que hacerlo desde la playa o desde el propio llano,
a veces los arrecifes proveen de faro,
otras veces el que navega se convierte en náufrago...
el mar puede devolver algún recuerdo,
también puede guardarlo para siempre en abismos negros,
se ven olvidos derivando aguas,
se ven desesperos buscando almas...
todo depende de a quién se llama,
ningún puerto es cuestión de piratas,
hay horfandades que el mar reclama,
hay tranquilidades que se arrebatan...
cada mar conserva sus distancias,
navegarlos es cuestión de almas en calma,
conocer de velas amerita visiones sabias,
saber de vientos alejan las rabias...
hallé un aparejo flotando cerca de las playas,
lo atesoré como quién lo ama,
intenté hacerlo mío, parte de mi alma,
me fue robado cuando regresé la mirada...
hoy soy náufrago en mi propia alma,
recuperé el sentido de mi íntima calma,
vivo en silencio, recorriendo la trama,
navego en un mar donde pocos espíritus descansan...
tengo cielo propio,
de azul profundo,
tengo un cielo estrellado,
donde mis sueños acuno...
un faro guía a otros navegantes,
no todos reconocen el valor del arte,
algunos creen ser dueño de partes,
otros se olvidan hasta de llamarte...
dependerá entonces de lo sembrado,
el mar lleva y trae hechos olvidados,
depositándolos en las playas,
o bien ocultándolos entre acantilados...
¿dónde quedó lo que ha pasado?...
busca entre las piedras que el mar ha bañado,
tesoros escondidos permanecen flotando,
ciertos reflejos significan "llamados"...
¿atiendes lo dicho?,
¿o te sientes náufrago?,
busca tu puerto... te está esperando...
siempre hay un muelle que borra el pasado.
AGOSTO 04, 2013.-
Lo que el mar no devuelve
Manuel Alvariñas tiene 57 años, es natural de Combarro, Pontevedra (Galicia). De sus primeras experiencias en el mar no guarda un buen recuerdo. Mientras contaba esta historia que voy a relatar, se le consumía el cigarrillo en la mano, como si poco a poco sus palabras fueran muriendo, al mismo tiempo que el tabaco.Hijo de padre marinero siempre sintió curiosidad por la profesión de este. Con 14 años, durante las vacaciones escolares de Semana Santa, quiso acompañar a su padre en su faena diaria. Era el patrón del barco. Lo que no sabía Manuel era que ese día familiar quedaría grabado en su mente para el resto de su vida. Lea su historia íntegra
Huérfana en el fin del mundo
Helena López tiene ahora 20 años. Vive en Finisterre (Galicia), en el fin del mundo romano. Recuerda, aunque de manera difusa, como con tan sólo nueve, su padre salió a faenar como cada jornada, sólo que ese Día del Pilar de hace 11 años, no volvió.Narra, en parte gracias al testimonio de su madre, que "sobre las 22.00 de la noche, el viento tornó sureste, lo que hace que el mar se pique, pero muy favorable para la pesca de la lubina, que normalmente está bajo los lunares espumosos de la rompiente". Lea su historia íntegra
Alimentando a piratas
Andrés Castro Fiuza se define como un marinero empedernido. Nació en Quilmas (Galicia) y, a sus 54 años, ha navegado por todo el mundo. Cada vez que rememora sus andanzas, esboza una sonrisa. El mar casi lo come varias veces, cuando no alimentaba él a piratas y guerrilleros que asaltaban su barco.La primera fue en el Golfo de Bizkaia, donde la fuerza del mar hizo temblar de más la embarcación, y por el movimiento de esta, cayó. Tuvo suerte de que se encontraba en una operación de rescate de otro barco y sus compañeros pudieron actuar rápido. Lea su historia íntegra
el dispensador anota al margen ►
Tánatos - Wikipedia, la enciclopedia libre
En la mitología griega, Tánato1 o Tánatos2 (en griego antiguo Θάνατος Thánatos, ‘muerte’) era la personificación de la muerte sin violencia. Su toque era suave, como el de su gemelo Hipnos, el sueño. La muerte violenta era el dominio de sus hermanas amantes de la sangre: las Keres, asiduas al campo de batalla. Su equivalente en la mitología romana era Mors.3 4
el dispensador anota al margen ► 2 Thanatos (Saint Seiya) - Wikipedia, la enciclopedia libre
(Thanatos el dios que gobierna a la muerte 死を司る神タナトス, Shi wo tsukasadoru kami Tanatosu?) es un personaje de la mitología griega. Es conocido como el Dios de la muerte (también es un personaje del manga/anime de Saint Seiya de Masami Kurumada) y es uno de los 2 dioses gemelos que fueron exiliados del olimpo por oponerse férreamente a Zeus y es un súbdito relegado a las órdenes de Hades junto a su hermano Hypnos, Dios del sueño. Es un Dios y como tal, su poder es enorme a diferencia de aquellos sirvientes humanos del Dios del Inframundo. Se diferencia de Hypnos en que es el más agresivo de los 2 (mientras que Hypnos es el más calmado de ambos), sus ojos y cabello son de plata y tiene una enorme estrella de cinco puntas grabada en la frente. Es el responsable directo de la muerte de Pandora cuando esta le entrega el collar que le había dado a Ikki.
Thanatos al ser un súbdito de Hades pese a su condición de Dios, carga junto a Hypnos una fuerte responsabilidad : cuidar y proteger el cuerpo mitológico de Hades que permanece escondido en los campos eliseos protegido de cualquiera que quisiera hacerle algún daño ya que Hades había sido herido por el Santo de Pegaso de la época del mito. Las veces que ha participado en la guerra santa ha sido especialmente para colaborar con Pandora (y sus reencarnaciones) en la búsqueda de cuerpos humanos para que su Dios Hades pudiera reencarnar y repetir así una versión de la guerra santa.En The Lost Canvas tiene una participación más importante sosteniendo un combate contra los dos santos de cáncer (Manigoldo y su maestro el patriarca de ese entonces Sage).
El Dios de la muerte mantiene una vigilancia extrema sobre Pandora a quien amenaza con matarla si intenta hacer algo que contradijera su voluntad. Amenaza que cumple al final de la saga de Hades cuando esta le entrega su collar a Ikki (collar con el cual Ikki podría viajar a los campos eliseos sin temor a ser destruido por la super dimensión del muro).
el dispensador dice:
tomar altura,
observar el mar más allá de las brumas,
divisar el horizonte aún cuando parezca una locura,
mirar lejos hasta hallar la la cura...
las distancias aclaran las visiones,
sanan el alma,
limpiando los corazones,
evitando quebrar los silencios,
que alimentan los razonamientos y sus razones...
no es lo mismo mirar el mar desde la cumbre del acantilado,
que hacerlo desde la playa o desde el propio llano,
a veces los arrecifes proveen de faro,
otras veces el que navega se convierte en náufrago...
el mar puede devolver algún recuerdo,
también puede guardarlo para siempre en abismos negros,
se ven olvidos derivando aguas,
se ven desesperos buscando almas...
todo depende de a quién se llama,
ningún puerto es cuestión de piratas,
hay horfandades que el mar reclama,
hay tranquilidades que se arrebatan...
cada mar conserva sus distancias,
navegarlos es cuestión de almas en calma,
conocer de velas amerita visiones sabias,
saber de vientos alejan las rabias...
hallé un aparejo flotando cerca de las playas,
lo atesoré como quién lo ama,
intenté hacerlo mío, parte de mi alma,
me fue robado cuando regresé la mirada...
hoy soy náufrago en mi propia alma,
recuperé el sentido de mi íntima calma,
vivo en silencio, recorriendo la trama,
navego en un mar donde pocos espíritus descansan...
tengo cielo propio,
de azul profundo,
tengo un cielo estrellado,
donde mis sueños acuno...
un faro guía a otros navegantes,
no todos reconocen el valor del arte,
algunos creen ser dueño de partes,
otros se olvidan hasta de llamarte...
dependerá entonces de lo sembrado,
el mar lleva y trae hechos olvidados,
depositándolos en las playas,
o bien ocultándolos entre acantilados...
¿dónde quedó lo que ha pasado?...
busca entre las piedras que el mar ha bañado,
tesoros escondidos permanecen flotando,
ciertos reflejos significan "llamados"...
¿atiendes lo dicho?,
¿o te sientes náufrago?,
busca tu puerto... te está esperando...
siempre hay un muelle que borra el pasado.
AGOSTO 04, 2013.-
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