avance literario
Lo nuevo de Julia Navarro: de los pogromos del zar a la Franja de Gaza
Por: EL PAÍS28/08/2013
Julia Navarro (Madrid, 1953), la autora de Dime quién soy, que vendió más de un millón de copias en todo el mundo, vuelve a las estanterías con Dispara, yo ya estoy muerto (Plaza y Janés) de la cual Papeles perdidos te avanza en primicia uno de sus capítulos clave. Se trata de una de las principales novedades literarias de la temporada que se pondrá a la venta mañana con una tirada inicial de 200.000 copias . (puedes leer aquí el avance)Oriente Próximo es el escenario, judíos y árabes, los protagonistas.
El odio no entiende de pasado o futuro. Da igual que el escenario sea la Franja de Gaza de hoy en día, con más de medio siglo de violencia entre palestinos e israelíes, o la Rusia del zar Alejandro II, la de los pogromos contra los barrios judíos en más de 200 ciudades del imperio. Pero donde hay odio hay también reflexión y hombres y mujeres que adoptan posturas inesperadas.
En la nueva novela Dispara, yo ya estoy muerto, la autora de obras como La hermandad de la Sábana Santa y Dime quién soy arranca su última historia con una entrevista entre un hombre y una mujer que se caen mal a primera vista. Ella, Marian Miller, una mujer madura, trabajadora de una ONG con una actitud beligerante ante la colonización israelí de territorios palestinos. Él, Ezequiel Zucker, el padre ya anciano de uno de los principales líderes de la política de asentamientos. Pero a pesar de sus diferencias, y de que al poco conversar semeje que aquella conversación no tiene futuro, algo les hará acercar posiciones. Ezequiel, a pesar de su hijo y de ser israelí, no duda en afirmar: “No soy partidario de que se construyan nuevos asentamientos. Defiendo el derecho de los palestinos a tener su propio Estado”. El por qué los lleva a la Rusia de finales del XIX; a la ola de violencia antisemita que se desató tras el asesinato del zar Alejandro II 13 de marzo de 1881; al trágico viaje desde París hasta San Petersburgo de un peletero judío y su hijo que desconocen el destino de su familia que los aguarda en un pequeño pueblo cerca de Varsovia. Y cerca también de la ira del pueblo ruso.
El comienzo de este viaje en la memoria de Ezequiel, creado por Julia Navarro, es el que ofrece Papeles Perdidos en primicia. San Petersburgo-París, segundo capítulo de Dispara, yo ya estoy muerto sitúa al lector justo en el inicio de la acción en la Rusia del pasado, con Isaac (su abuelo) y Samuel (su padre) descubriendo el horror de los pogromos mientras se encuentran en la capital francesa para vender las pieles más deseadas a los aristócratas.
Una primera mirada al último libro de una autora que ha tenido su mayor éxito con su anterior novela, Dime quién soy, con más de un millón de libros vendidos, y cuya obra ya se encuentra en las estanterías de 30 países. Dispara, yo ya estoy muerto tendrá una tirada de 200.000 ejemplares y se editará simultáneamente en Estados Unidos, bajo el sello Vintage de Penguin Ramdom House. Para una escritora que dijo haber llegado a la novela “por casualidad”, no está nada mal.
LEE AQUÍ el avance literario de DISPARA, YO YA ESTOY MUERTO, de Julia Navarro
el dispensador dice:
hay remolinos en el mundo,
hay turbulencias en los suelos,
convergen ciertas avaricias,
angurrias que no acarician,
similitudes que producen tristezas,
que no son fuentes de ninguna risa...
a pesar de los propietarios,
de los dueños y sus "oportunarios",
de los intereses desalineados,
de los muros, de los vallados,
de los alambres de púas,
de todos los que por antojos se han visto aislados,
separados y hasta brutalmente ninguneados,
las gentes siguen siendo gentes,
a pesar de todo aquello que es negado...
llega un momento en que la lucha no sirve,
gasta hasta el propio olvido,
no es bueno sentirse omitido,
mucho menos lo es verse atrapado,
entre las miserias de las partes... eso que llamamos "lados"...
donde convergen intereses "raros",
que cambian según los bandos,
que manipulan acuerdos, según los "ubicados",
por ello y muchas otras razones,
esas visiones miserables han caducado...
ya que las gentes son gentes,
con sus humildades a cuestas,
cumpliendo con los destinos legados,
donde no cuenta ningún Dios,
ni historias que alguien ha inventado,
para su propio provecho... propio de miserable... hasta de sí mismo, negado...
no hay guerras santas,
sólo voluntades hartas,
de tanto no ser atendidos,
de tanto ser burlados,
por intereses marcados,
por cínicos que transitan sus propias vidas,
comprando o robando pasados...
por eso llega el momento,
en que ubicado en la trinchera,
oteando el horizonte lejano,
con la mente perdida en los llanos,
alzas al cielo las manos,
y te preguntas en el silencio,
¿no son aquellos mis hermanos?...
¿por qué debemos matarnos?...
si a la vida concurrimos... para cruzarnos...
en un fraternal y eterno abrazo...
¿por qué hacerle el juego,
a las perversidades de seres sin alma?...
no se debe olvidar... ni tampoco omitir...
que todos los nacidos de madre,
procedemos desde la misma calma,
esa que guarda lugar en los cielos,
paraíso de una rama...
donde todos regresamos,
sin saber por qué pasa lo que nos pasa.
AGOSTO 29, 2013.-
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