FOTOGRAFÍA | Exposición
Quemadas por dinero
Una de las fotografías de Christopher Thomas [MÁS FOTOS]
- La exposición 'Mujeres quemadas', otro ejemplo del machismo en la India
Cada hora alguien prende fuego a una mujer en la India, principalmente por motivos económicos. Esta es la aterradora realidad tras las fotografías que Christopher Thomas expone en Munich, en la galería Bernheimer.
En blanco y negro, esas mujeres y niñas víctimas de la brutalidad impune van cobrando rostro, como Neha, de sólo 10 años de edad, junto con su abuela. Juntas sonríen a la cámara como si no pasara nada. Sin embargo, la pequeña está cubierta con un velo blanco y una foto anexa muestra lo que oculta bajo la tela, una gran cicatriz en forma de mariposa en la espalda, que no es otra cosa que una enorme quemadura.
"La herida está hecha como si hubiera sido cubierta intencionadamente con una manta empapada en combustible y a la que después hubieran prendido fuego, pero Neha no quiere hablar de eso", explica Constance Neuhann-Lorenz, de la organización de ayuda Women for Women, un subgrupo de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (Ipras) que ha tratado ya a unas 800 mujeres víctimas de quemaduras.
Este tipo de quemas por falta de dote se denominan "dowry burn" (quema de dote) en India. "Incluso hay un concepto en la economía para denominarlo". La quema supone la disolución del enlace. Si la mujer muere, el hombre puede volver a casarse con la esperanza de recibir una dote mayor. Por ese motivo, las dotes están prohibidas por ley desde 1961, una prohibición que no frena esta forma de violencia.
En septiembre de 2012, Thomas acompañó a la organización Women for women a India y asistió al tratamiento de docenas de mujeres que son sometidas a operaciones de cirugía plástica de forma gratuita, tratando de paliar los efectos de las quemaduras. Se trajo de vuelta 80 impactantes imágenes, de las que 26 pueden verse ahora en Múnich. El objetivo de la operación es recaudar fondos para continuar con las operaciones
el dispensador dice: suelo preguntarme qué ocurre con el ser humano, dónde ha quedado su humanismo, qué lo tiene atrapado en este demencial ajuste de cuentas donde se inventan facturas para ocultar incapacidades, miserias e ignorancias... donde las partes se pasan cuentas por deudas inexistentes... o bien, se facturan servicios de propiedad donde los destinos de los unos son hipotecados por los otros, que se creen con derecho suficiente para infrigir cualquier daño, en nombre propio o de un Dios invisible donde siempre encuentran justificación al accionar aberrante. Espanta ver que la inquisición permanece vigente y anidada en las personas, cuyas palabras expresan bondades, pero cuyas intenciones aparecen sesgadas y contrarias a toda lógica filosófica de éticas, valores y fundamentos. No deseo infrigir un golpe bajo a los sentimientos y mucho menos a las sensibilidades, antes bien intento despertar un "alerta" que ponga en guardia a las sutilezas culturales, movilizando a las personas a tomar distancia de cualquier acto de violencia, ya que en sí misma, dicha violencia no produce beneficio alguno, no a la víctima, tampoco al victimario, aunque sí a sus abogados siempre dispuestos a litigar enalteciendo el conflicto como mecanismo de vida y de supervivencia, y sí al periodismo fosforescente que caracteriza al mediatismo oportunista. No abundaré en conceptos repetidos... cualquier violencia, cualquier violación, cualquier atropello, cualquier acto de desprecio, cualquier mentira, además de consumir el destino de la víctima, hace lo propio con el destino del victimario... por ende, ejercerlos es un acto improcedente e inadmisible, en consecuencia injustificable. Los fundamentalismos suelen abrumar a los inocentes, a los débiles, a los anónimos, a los desconocidos, esgrimiendo argumentos vacíos que colocan en las palabras de Dios... sin embargo, ese mismo Dios sigue estando en las antípodas de cualquier fundamentalismo humano, ya que éste se sustenta en los vacíos del espíritu. Insisto, a pesar de las leyes humanas, nadie es dueño del otro, su prójimo. Marzo 02, 2013.-
En blanco y negro, esas mujeres y niñas víctimas de la brutalidad impune van cobrando rostro, como Neha, de sólo 10 años de edad, junto con su abuela. Juntas sonríen a la cámara como si no pasara nada. Sin embargo, la pequeña está cubierta con un velo blanco y una foto anexa muestra lo que oculta bajo la tela, una gran cicatriz en forma de mariposa en la espalda, que no es otra cosa que una enorme quemadura.
"La herida está hecha como si hubiera sido cubierta intencionadamente con una manta empapada en combustible y a la que después hubieran prendido fuego, pero Neha no quiere hablar de eso", explica Constance Neuhann-Lorenz, de la organización de ayuda Women for Women, un subgrupo de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (Ipras) que ha tratado ya a unas 800 mujeres víctimas de quemaduras.
Dowry burn o Quema de dote
Cada retrato encierra una impactante historia, como el de Sunia, de 35 años, con las manos cruzadas ante su pecho desnudo. "Después de la muerte de sus padres su tía le exigió que trabajara como prostituta", cuenta Neuhann-Lorenz. "Cuando se negó, la quemó. Entonces tenía 15 años de edad". En otra foto aparece Shanti, de 78 años. De joven la quemó su suegra. Si un hombre no recibe una dote por parte de sus suegros cuando se produce el enlace, se suele quemar a las mujeres en forma de respuesta, explica la doctora.Este tipo de quemas por falta de dote se denominan "dowry burn" (quema de dote) en India. "Incluso hay un concepto en la economía para denominarlo". La quema supone la disolución del enlace. Si la mujer muere, el hombre puede volver a casarse con la esperanza de recibir una dote mayor. Por ese motivo, las dotes están prohibidas por ley desde 1961, una prohibición que no frena esta forma de violencia.
En septiembre de 2012, Thomas acompañó a la organización Women for women a India y asistió al tratamiento de docenas de mujeres que son sometidas a operaciones de cirugía plástica de forma gratuita, tratando de paliar los efectos de las quemaduras. Se trajo de vuelta 80 impactantes imágenes, de las que 26 pueden verse ahora en Múnich. El objetivo de la operación es recaudar fondos para continuar con las operaciones
FOTOGRAFÍA Exposición
Quemadas por dinero
Rosalía Sánchez | Berlín
La exposición 'Mujeres quemadas', en Munich, muestra otro ejemplo del maltrato al género femenino en la India.el dispensador dice: suelo preguntarme qué ocurre con el ser humano, dónde ha quedado su humanismo, qué lo tiene atrapado en este demencial ajuste de cuentas donde se inventan facturas para ocultar incapacidades, miserias e ignorancias... donde las partes se pasan cuentas por deudas inexistentes... o bien, se facturan servicios de propiedad donde los destinos de los unos son hipotecados por los otros, que se creen con derecho suficiente para infrigir cualquier daño, en nombre propio o de un Dios invisible donde siempre encuentran justificación al accionar aberrante. Espanta ver que la inquisición permanece vigente y anidada en las personas, cuyas palabras expresan bondades, pero cuyas intenciones aparecen sesgadas y contrarias a toda lógica filosófica de éticas, valores y fundamentos. No deseo infrigir un golpe bajo a los sentimientos y mucho menos a las sensibilidades, antes bien intento despertar un "alerta" que ponga en guardia a las sutilezas culturales, movilizando a las personas a tomar distancia de cualquier acto de violencia, ya que en sí misma, dicha violencia no produce beneficio alguno, no a la víctima, tampoco al victimario, aunque sí a sus abogados siempre dispuestos a litigar enalteciendo el conflicto como mecanismo de vida y de supervivencia, y sí al periodismo fosforescente que caracteriza al mediatismo oportunista. No abundaré en conceptos repetidos... cualquier violencia, cualquier violación, cualquier atropello, cualquier acto de desprecio, cualquier mentira, además de consumir el destino de la víctima, hace lo propio con el destino del victimario... por ende, ejercerlos es un acto improcedente e inadmisible, en consecuencia injustificable. Los fundamentalismos suelen abrumar a los inocentes, a los débiles, a los anónimos, a los desconocidos, esgrimiendo argumentos vacíos que colocan en las palabras de Dios... sin embargo, ese mismo Dios sigue estando en las antípodas de cualquier fundamentalismo humano, ya que éste se sustenta en los vacíos del espíritu. Insisto, a pesar de las leyes humanas, nadie es dueño del otro, su prójimo. Marzo 02, 2013.-
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