martes, 12 de marzo de 2013

SOSPECHA ► La fotografía que bajó a la calle | Cultura | EL PAÍS

La fotografía que bajó a la calle | Cultura | EL PAÍS

La fotografía que bajó a la calle

La exposición 'Sospechosos' reúne a los profesionales que ofrecieron una nueva visión de la vida cotidiana del Berlín de entreguerras


Foto de Friedrich Seidenstücker.

El escritor Franz Hessel (1880-1941) teorizó en su libro Paseos por Berlín (1929) sobre el nacimiento de un nuevo tipo de urbanita, el flâneur, ese pequeñoburgués que podía permitirse caminar despreocupado por la ciudad y descubrir, con una nueva mirada, rincones antes inadvertidos. En esa manera distinta de percibir la metrópoli fue clave el papel de la fotografía. La galería madrileña Casa Sin Fin (que lleva poco más de un año en esa cuesta del arte que es la calle del Doctor Fourquet) ha recuperado fotos de aquellos profesionales —que dieron un giro a su oficio en el Berlín de entreguerras— para su exposición Sospechosos. Flâneur en Berlín, título que procede de uno de los capítulos de la obra de Hessel. Al fin y al cabo, un tipo que deambulaba despacio por la ciudad mientras todos a su alrededor caminaban deprisa era sospechoso a ojos de sus paisanos.

En la muestra de Casa Sin Fin hay instantáneas de fotógrafos como Friedrich Seidenstücker, con sus tomas cenitales de berlineses en los cafés de la capital y de momentos cotidianos sin importancia; las de la pareja Sasha y Cami Stone; las fotos de industrias que realizó Paul Wolff o el fotolibro Berlín, del refinado Mario Bucovich. "Para estos profesionales, la ciudad era un organismo vivo", dice Julián Rodríguez, comisario de la exposición junto a Irene Antón. "Ellos contaron cómo se estaba transformando una sociedad que parecía vivir la belle époque de París diez años después".

El trabajo de estos reporteros quedó reflejado en un libro célebre, Menschen auf der Strasse (Gente en la calle, 1931) de J. Engelhorns Nachf, en el que expresaban la máxima de Hessel: "Conceded a la ciudad un poco de vuestro amor por el paisaje", como escribió el padre del recientemente fallecido Stéphane Hessel.

República de Weimar

Los fotógrafos de esos últimos años de la República de Weimar publicaron en las mismas revistas, viajaron por Europa y "catalizaron un momento especial en la técnica de la fotografía y en la historia de su país", señala Rodríguez. Sin embargo, su suerte fue dispar, mientras Seidenstücker (1882-1966) "era reconocido y trabajó para instituciones", Peter Weller (1868-1940) tuvo gran éxito con su estudio berlinés al que acudieron a aprender de él, entre otros, Robert Capa. Wolff (1887-1951), difusor de las nuevas maravillas de la máquina Leica, se ocupó de la foto fija de las películas propagandísticas de la cineasta Leni Riefenstahl y Mario Bucovich (1884-1950) se hizo popular por retratar a las estrellas del cine alemán.


Fotolibro 'Berlín', de Mario Bucovich, que se muestra en la exposición 'Sospechosos. Flâneur en Berlín'.
Distinta fue la situación del matrimonio Cami y Sasha Stone (uno de cuyos fotolibros también se expone) por su ideología antinazi. En el caso de Erika Groth-Schmachtenberger (1906-1992), los seguidores de Hitler usaron sus series Trabajos en el campo y Usos y costumbres para idealizar la raza aria.

El tornado de la guerra mundial provocó que la obra de algunos de ellos se destruyera o dispersara. "Lo que hizo el matrimonio Stone está aún por descubrir", destaca Rodríguez: Cami (1898-1975) fue una de las pioneras del fotoperiodismo y de la nueva fotografía publicitaria. La vida de su esposo, Sasha (1895-1939), merece una película: nació en San Petersburgo, se marchó a Nueva York, estudió escultura en París y Berlín, fue conocido por sus retratos de desnudos femeninos y murió cuando intentaba huir de la guerra para escapar a EE UU. Seidenstücker "está cobrando cada vez más valor" por su obra sobre el Berlín en ruinas.
El legado de estos fotógrafos fue enseñar el nuevo escenario berlinés, la luz de una ciudad que, como dijo Hessel, "estaba en el trance de convertirse en algo diferente".


el dispensador dice:
sospecho que no todo es verdad,
sospecho que no todo es mentira,
sospecho que se han manipulado los hechos,
sospecho que hay una historia distinta... que espera...

sospecho que hay almas inquietas,
sospecho que hay destinos que velan,
sospecho que hay velas que no navegan,
sospecho que hay vientos que no hallan telas...

sospecho que hay otras ciencias,
sospecho que hay sabios sin soberbias,
sospecho que hay espíritus que guardan éticas,
sospecho que hay filosofías que se ven como quimeras...

sospecho que hay inteligencias,
sospecho que hay gentes teniendo paciencias,
sospecho que hay portadores de inocencias,
sospecho que estamos rodeados de inclemencias...

sospecho que alguien bajó a la calle,
sospecho que allí aguarda un encuentro, de tarde,
sospecho que allí se compartirá un secreto,
sospecho que después, vendrán los retos...

sospecho que hay lugares que concentran mentes,
sospecho que se suman para salvar otras gentes,
sospecho que muchos ni escuchan ni entienden,
sospecho que las conveniencias atrapan... y también envuelven...

sospecho que amo a Berlín, como tanta gente,
sospecho que alguien me empujó... e impuse mi frente...
sospecho que sé de puertas grandes, también de lentes,
sospecho que sé de mirar a los ojos... y de saber que piensan otras mentes...

sospecho que se terminan los tiempos,
y que nadie comprende,
que uno siembra para lo que luego le viene,
que no hay huerto cuando lo que alimenta,
envenena a las gentes...

sospecho que hoy es ayer,
sospecho que nada llega,
sospecho que nada viene,
sospecho que "no hacer, es lo que nos pierde"...

sospecho que no hay fotografías para el mañana,
sospecho que los recuerdos son amores que esperan,
sospecho que los olvidos son imprudentes vehemencias,
sospecho que detrás de los tiempos... también hay ideas...

sospecho que habrá un mañana distinto,
sospecho que alguien habló al oirse el grito,
sospecho que todo pasó  al modo de un rito,
sospecho que al dar vuelta la página...
alguien mintió... y así quedó escrito...
la historia se dobla... 
y aquello oculto...
se verá florecido.
Marzo 12, 2013.-

sospecho que no soy yo quien esto ha escrito,
sospecho que la consciencia ha dado su giro,
sospecho que mi alma conoce mi destino,
sospecho que estuve allí, antes de haber nacido...


No hay comentarios: