jueves, 10 de abril de 2014

DESDE QUE LLEGASTE ▲ “La Iglesia execraba la curiosidad tanto como el cotilleo” | Sociedad | EL PAÍS

“La Iglesia execraba la curiosidad tanto como el cotilleo” | Sociedad | EL PAÍS



CAFÉ CON... PHILIP BALL

“La Iglesia execraba la curiosidad tanto como el cotilleo”

Este editor de la revista ‘Nature’ dice que no hay garantías de entender el mundo







Ball: “El interés por el entorno no es solo una cuestión evolutiva”. / CARLOS ROSILLO


¿Por qué la curiosidad se considera un don y la cotillería una lacra? Más aún, ¿por qué tenemos dos palabras para esas dos cosas que significan algo tan parecido? ¿No es investigar, después de todo, un eufemismo de fisgar, de espiar o de meter las narices donde a uno no le llaman? Un científico dirá que la curiosidad es el motor de la ciencia, y no mentirá, pero si lo hubiera dicho en el siglo XVI lo más probable es que se hubiera metido en un buen lío. Como químico, investigador, periodista científico, editor de la revista Nature y autor de seis libros de divulgación, Philip Ball puede aspirar al título de la persona más curiosa del mundo. Pero, curiosamente, no da por hecho que eso sea algo bueno. Y en su última obra, Curiosidad; por qué todo nos interesa, recién editada en español por Turner Noema, muestra con lujo erudito que no siempre fue así.
“Cualquiera que tenga hijos, como yo mismo, sabe que la curiosidad no es una rareza de los científicos o de un pequeño grupo de gente”, dice sorbiendo su café con una mano y frotándose con la otra su flamante pierna rota. “Es fácil pensar que interesarnos por el entorno ha sido para nuestra especie una necesidad evolutiva, pero basta mirar a la historia para percibir que la cuestión es mucho más complicada, porque desde la Grecia clásica hasta la Edad Media la curiosidad estuvo muy mal considerada, y la Iglesia la execraba tanto como el cotilleo; en mi libro argumento que no fue hasta finales del XVI cuando la curiosidad empezó a prestigiarse”.
Ball estaba a punto de venir a Madrid para presentar su libro cuando, hace un par de semanas, se rompió la pierna derecha jugando al fútbol en algún campo de su Londres natal. Ahora lleva una de esas escayolas modernas y maneja con soltura sus dos muletas para desplazarse ligero hasta donde le dice el fotógrafo, que siempre es el que manda en estas situaciones. Ha cumplido 51 años, y su cara de resignación presagia que va a tener que abandonar su deporte favorito y dedicar más horas a navegar por la Red.
“Internet lo ha cambiado todo, y también la práctica de la curiosidad, pero se requiere alguna guía para saber qué pequeña parte de todo ese marasmo de información es fiable”. Opina que, en buena medida, este es exactamente el mismo problema al que se enfrentaban los científicos en el siglo XVII, saber si debían fiarse o no de un informe extraño sobre un acontecimiento maravilloso en los cielos o una bestia feroz con un solo ojo, siete patas y afiladas fauces. “Los académicos tenemos herramientas para filtrar la información fiable, pero para la mayor parte del público este es un problema muy considerable”.
¿Por qué el universo es comprensible?, le pregunto parafraseando a Einstein, y responde: “Realmente no sabemos si lo es. Los científicos nos asombramos continuamente de que podamos entender las cosas, los fenómenos del mundo, y la ciencia prosigue su investigación en la suposición de que seguirá siendo así. Pero, cuando uno piensa en las cuestiones más profundas de nuestro tiempo, como el hecho de que la inmensa mayoría del universo esté constituido por la enigmática materia oscura y la aún más misteriosa energía oscura, debemos admitir que no tenemos la menor garantía de poder entender el cosmos en el futuro”. De ser así, la curiosidad podría verse relegada de nuevo al irritante estatus de fisgonería.

el dispensador dice:
desde que llegaste,
algunas cosas han pasado,
ha salido el Sol,
y lo ha hecho siempre por el mismo lado,
y también se ha puesto el Sol,
esperando que alguien haya reparado...
han salido estrellas en noches aletargadas,
se las han visto pasar de forma desordenada,
están allí desde vaya a saber cuando,
el mundo de arriba sigue igual,
mientras el de abajo va cambiando...

desde que llegaste,
algunas cosas vienen pasando,
la Luna sale a veces,
y viene de vez en cuando,
pocas veces está entera,
pero sus fragmentos andan girando...
las gentes andan apuradas,
y las urgencias las han atrapado,
alguien utiliza esto,
para someter a los descuidados...

desde que llegaste,
algunas cosas has pasado por alto,
vivir no es sólo respirar,
tener sexo e ir al baño,
vivir no es sólo trabajar,
para estar luego condenado,
vivir es expresar,
aquello para lo cual has venido,
naciendo de madre cierta,
y por alguien que cree ser tu padre,
andar acompañado...

desde que llegaste,
todo es raro...
ya no miras para arriba,
ni sabes que andas pisando,
tu curiosidad está limitada,
a cuatro paredes y un baño,
desconoces que el universo,
funciona aún si no lo has pensado,
desconoces que este mundo estaba,
antes que hubieses llegado,
pero nadie te ha explicado,
que la humanidad está compuesta por humanos,
que andan todos condenados,
sometidos y despreciados,
por otros que se creen tus dueños,
pero que en verdad están desquiciados...

desde que llegaste,
han sucedido cosas,
hasta en el propio Vaticano,
han echado a Dios,
dándole espacio al diablo,
haciendo una humanidad de pobres,
para luego cortarle las manos,
aduciendo solidarias razones,
que arrasan con la dignidad de las gentes,
aquí, allá y en cualquier lado,
algo semejante a vaciar el Tíbet,
de los espíritus legados,
todos se creen dueños de los templos,
donde los ancestros han orado,
buscando sus certidumbres,
entre las certidumbres que otros se han robado...

desde que llegaste,
eres de Dios un instrumento,
para transitar tu propia gracia,
y sólo esa...
para respirar tu propio tiempo,
y sólo eso...
para transitar tu propio destino,
y desplegar velas conferidas,
a tus propios vientos...
por ende,
no te dejes embaucar,
con reclamos de ajenos sentimientos,
cultiva los tuyos mientras puedas,
y rompe cadenas con los sometimientos,
que tu vida te pertenece,
tanto como te pertenece el tiempo,
y no te olvides de Dios,
que al no tener representantes,
ha hecho de ti una herramienta,
para que lo luzcas cuanto antes,
antes que se acabe tu tiempo,
y sea él... el que venga a reclamarte...

desde que llegaste,
algunos han tratado de usarte,
de mentirte,
de traicionarte,
de venderte,
de comprarte,
de negarte,
de despreciarte,
por ello intenta alejarte,
y no de tomar de ellos,
ésa que es la peor parte,
regresa a ser tú mismo,
el que hace de tu gracia un arte,
y deja tu alma libre,
para ir a cualquier parte,
ya que cuando te quieras acordar,
tu recuerdo será vapor,
y lo que quede por detrás,
será olvido de huellas y sombras perdidas...
camina,
simplemente camina,
observa lo que la vida te obsequia,
mientras respiras.
ABRIL 10, 2014.-


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