Misión en Lourdes
Defensa destina 56.000 euros a una peregrinación militar
SOLEDAD CALÉS
Existe, aunque pueda resultar sorprendente, una Peregrinación Militar Internacional a Lourdes, que se institucionalizó en 1958. Se inventó después de la II Guerra Mundial para que volvieran a llevarse bien los militares de Francia y Alemania, y ha tenido tanto éxito que ahora son ya 33 países los que participan en la cita. Se celebra entre el 15 y 19 de mayo, y quienes acudan esta vez disfrutarán de cuatro misas, dos vigilias, un viacrucis, una procesión mariana y un rezo del santo rosario.
Al Ministerio de Defensa la broma le sale por unos 56.000 euros en dietas y gastos, amén de lo que pueda costar poner a disposición de los agraciados la base aérea de Zaragoza o un acuartelamiento en Jaca. El año pasado fueron 226 los militares y guardias civiles que hicieron la peregrinación, pero solo 60 fueron a costa del erario público. Este año son 73 los que han sido elegidos para que la patria les subvencione el paseo y las plegarias.
Hay una histórica atracción entre el crucifijo y la espada. La cosa viene de lejos, cuando un montón de hombres de distintos países de Europa partían hacia Oriente para aprovechar las llamadas cruzadas para convertir a la verdadera fe a cualquier infiel que se les pusiera en el camino. En España, la Iglesia se apuntó al golpe de Estado de Franco, bendijo la dictadura y se puso firme para lo que hiciera falta. El nacionalcatolicismo fue el cóctel que fundió íntimamente las pautas morales de un catolicismo trasnochado con el desafío de un ejército que ganó una cruenta Guerra Civil y que se propuso liquidar por completo a sus enemigos. Cruzada, volvieron a llamarla.
La virgen de Lourdes ampara durante esos días de mayo la vieja y cordial relación entre el capellán y el soldado, entre el héroe y el mártir. Hoy ya no se utilizan espadas en las guerras sino armas mucho más sofisticadas, pero el gusto por lo añejo también estará presente en Lourdes: los guardias civiles lucirán trajes de época y habrá miembros de la Guardia Real con traje de alabardero.
La cita, al parecer, nada tiene que ver con la confesión católica. Es un encuentro internacional entre militares, y muy importante. Por eso los 56.000 euros, justifican en Defensa. Se sumergen en sus graves asuntos militares y, para entretenerse, le echan unos rezos a la virgen.
el dispensador dice: sí ya sabes que tengo a la Virgen como rectora... más aún, creo en Dios como un hecho femenino y escasamente masculino, porque todos devenimos de madre y sólo de ella, y porque Dios se manifiesta más a través de la mujer que a través de los varones, dejando implícito que ello no es casual sino causal de causas supremas... por ende no creo en la Cruz de Cristo, o mejor aún, entiendo a Cristo como un ejemplo posterior a la Cruz, a un Cristo hijo que ya no está crucificado y que salva a partir de la liberación de las densidades del cuerpo, enalteciendo el alma a partir del espíritu liberado... Lourdes o Medalla milagrosa en el fondo son lo mismo, representando un mensaje de Dios a los que respiran, diciéndoles que el camino es aquel que descubre el valor de la voz de la consciencia, resguardando los sentidos protectivos del ángel de la guarda de cada quien, y que para eso se recibe la gracia de vivir, porque habilita a conferir valor a la verdadera vida del espíritu... en su estado de vapor.
el hombre está acostumbrado a dar valor por miles de dólares o por miles euros o de yuanes... pero en verdad dicho valor quita valor esencial a las cosas realmente valorables... de allí la mentira... de allí la traición... de allí la necesidad de la herencia que evita el compromiso y la entrega... de allí la necesidad de ser más que el otro, para saberse superior y distinto... cuando en verdad, los valores de la vida pasan justamente por aquello que no tiene precio alguno... cielo... agua... suelo... aire... fuego... fragancias... colores... notas musicales... numerología de los equilibrios... geometría de los conocimientos...
orar en silencio no tiene precio... orar con la inocencia de la entrega sincera, no tiene precio... orar en presencia de la Virgen manifiesta, es una bendición de la gracia... orar a su hijo, el Cristo andante, resucitado luego de la cruxificción, es una gracia que bendice el gesto de quien lo asume... pero como sea, aquel nacido de madre que ora ante la Virgen como su madre de madres, recibe el silencio de las eternidades concedidas, a veces reveladas para aquellos elegidos que son tales a partir de sus decisiones de conservar la inocencia y la sencillez de la coherencia convergente entre intención, palabra y pensamiento... entre intención y acción... entre palabra y hecho...
ningún conflicto conduce a puerto alguno... pierden los que ganan y no ganan los que pierden... se derraman destinos y gracias... y el resultado de dicha ecuación es un cero denigrante para las partes intervinientes... el hombre debe aprender que la sangre derramada regresa a transitar los hechos que le fueron quitados, indefectiblemente lo hace, siempre...
cada peregrinación guarda su huella y el sentido de su huella... y aún cuando no se crea, la oración al pié de la Virgen... dobla cualquier historia... escrita... no escrita... que escude un mal o un daño hacia un tercero... claro está, la oración debe ser inocente y sincera de modo genuino... ya que de no ser así, no quedará atrapada en gracia alguna, pudiendo incluso, regresar como desgracia...
es bueno misionar... en especial cuando esa misión implica contribuir a que el otro sea más de sí mismo.
ABRIL 18, 2014.-
el dispensador dice: sí ya sabes que tengo a la Virgen como rectora... más aún, creo en Dios como un hecho femenino y escasamente masculino, porque todos devenimos de madre y sólo de ella, y porque Dios se manifiesta más a través de la mujer que a través de los varones, dejando implícito que ello no es casual sino causal de causas supremas... por ende no creo en la Cruz de Cristo, o mejor aún, entiendo a Cristo como un ejemplo posterior a la Cruz, a un Cristo hijo que ya no está crucificado y que salva a partir de la liberación de las densidades del cuerpo, enalteciendo el alma a partir del espíritu liberado... Lourdes o Medalla milagrosa en el fondo son lo mismo, representando un mensaje de Dios a los que respiran, diciéndoles que el camino es aquel que descubre el valor de la voz de la consciencia, resguardando los sentidos protectivos del ángel de la guarda de cada quien, y que para eso se recibe la gracia de vivir, porque habilita a conferir valor a la verdadera vida del espíritu... en su estado de vapor.
el hombre está acostumbrado a dar valor por miles de dólares o por miles euros o de yuanes... pero en verdad dicho valor quita valor esencial a las cosas realmente valorables... de allí la mentira... de allí la traición... de allí la necesidad de la herencia que evita el compromiso y la entrega... de allí la necesidad de ser más que el otro, para saberse superior y distinto... cuando en verdad, los valores de la vida pasan justamente por aquello que no tiene precio alguno... cielo... agua... suelo... aire... fuego... fragancias... colores... notas musicales... numerología de los equilibrios... geometría de los conocimientos...
orar en silencio no tiene precio... orar con la inocencia de la entrega sincera, no tiene precio... orar en presencia de la Virgen manifiesta, es una bendición de la gracia... orar a su hijo, el Cristo andante, resucitado luego de la cruxificción, es una gracia que bendice el gesto de quien lo asume... pero como sea, aquel nacido de madre que ora ante la Virgen como su madre de madres, recibe el silencio de las eternidades concedidas, a veces reveladas para aquellos elegidos que son tales a partir de sus decisiones de conservar la inocencia y la sencillez de la coherencia convergente entre intención, palabra y pensamiento... entre intención y acción... entre palabra y hecho...
ningún conflicto conduce a puerto alguno... pierden los que ganan y no ganan los que pierden... se derraman destinos y gracias... y el resultado de dicha ecuación es un cero denigrante para las partes intervinientes... el hombre debe aprender que la sangre derramada regresa a transitar los hechos que le fueron quitados, indefectiblemente lo hace, siempre...
cada peregrinación guarda su huella y el sentido de su huella... y aún cuando no se crea, la oración al pié de la Virgen... dobla cualquier historia... escrita... no escrita... que escude un mal o un daño hacia un tercero... claro está, la oración debe ser inocente y sincera de modo genuino... ya que de no ser así, no quedará atrapada en gracia alguna, pudiendo incluso, regresar como desgracia...
es bueno misionar... en especial cuando esa misión implica contribuir a que el otro sea más de sí mismo.
ABRIL 18, 2014.-
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