miércoles, 2 de abril de 2014

OLIMPO ▲ Ángel Crespo en el Campo de Agramante >> Letra Pequeña >> Blogs EL PAÍS

Ángel Crespo en el Campo de Agramante >> Letra Pequeña >> Blogs EL PAÍS



Como dios y el diablo viven en los detalles, en la letra pequeña de los contratos están los matices. Este blog habla de literatura desde esa perspectiva. A pie de página. Sin gritar demasiado.

SOBRE EL AUTOR

Javier Rodríguez Marcos
 estudió filología, trabaja como periodista y es miope. Pero sigue leyendo. Forma parte del área de cultura del diario EL PAÍSy ha publicado media docena de libros, alguno incluso de poesía. De tener una teoría, podría resumirse en este viejo tuit de don Quijote: "Más vale un diente que un diamante".


Ángel Crespo en el Campo de Agramante

Por:  02 de abril de 2014
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JUEGO DE AZAR
No escribo una palabra en la que no
me juegue cuanto tengo y espero
querer tener. ¿Así
habláis vosotros, dioses?
¿O es sólo por placer
de serlo, por un alto
capricho que no puedo
compartir, por malicia
inocente o lascivia, por lo que
me hostigáis día y noche?
Pero no he de escribir
una sola palabra
en la que no me juegue vuestro amor
o, siendo vuestro, el odio.
Ángel Crespo, El bosque transparente (1983)
Extraña suerte la de Ángel Crespo (Ciudad Real, 1926-Barcelona, 1995), ese escritor plural al que muchos han leído como traductor de Pessoa, Dante o Guimaraes Rosa y al que casi nadie sabe dónde colocar como poeta. Aunque su obra está cumplidamente editada, nunca ha dejado de ser un excéntrico en un panorama demasiado sujeto a la ruleta de las generaciones. A la vez, nunca han faltado valedores de esa excentricidad. 
CampoEsa es la sensación que se desprende de la lectura de la última entrega de la revista Campo de Agramante, publicada por la Fundación Caballero Bonald, cuyo último número, el 19, está consagrado a Ángel Crespo. Hoy, miércoles 2, se presenta en el Círculo de Bellas Arte de Madrid durante un acto en el que participarán el propio Caballero Bonald, la escritora y traductora Pilar Gómez Bedate -viuda de Crespo-, Jaume Pont, Clara Janés y el director de la revista, Jesús Fernández Palacios.
El interés de Caballero Bonald por el autor de Todo está vivo, con el que compartió la dirección de la revistaPoesía de España, no es nuevo. En las páginas que dedica en sus memorias a la generación de los 50, el escritor jerezano recuerda que "en términos estrictos", ese grupo poético estuvo integrado por Ángel González, Alfonso Costafreda, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Jesús López Pacheco, él mismo y el propio Crespo. A esa lista se añadirían "por meras razones tácticas de calidad", dice, los nombres de Claudio Rodríguez y Francisco Brines, que "no habían participado en las iniciales maniobras político-literarias de los -llamémoslos así- fundadores, pero que enriquecían a no dudarlo, la reputación poética global".


Caballero Bonald cuenta en esas mismas páginas que transmitió a Juan García Hortelano, coetáneo y antólogo del grupo de poetas, que excluyera de su selección a Ángel Crespo e incluyera a José María Valverde, "lo que suponía a todas luces una arbitrariedad o un dictamen injustificado". Según el autor de Entreguerras, Crespo fue quien primero "largo amarras" para abandonar el socialrealismo característico de aquellos años. "¿Cómo puede facilitarse un cambio de las circunstancias sociales con una técnica conformista?", se preguntaba el mismo Ángel Crespo en su poética para la celebérrima antología de la poesía social preparada por Leopoldo de Luis en 1965. "Se ha tenido en cuenta lo que se dice pero no la manera de expresarlo. Con ello, se ha empobrecido el lenguaje y, así, se ha producido esa crisis de la expresión que ha conducido a la no menos crisis de valores, que también padecemos".
A la síntesis entre realismo y simbolismo practicada por Crespo se refiere Caballero Bonal en el artículo que abre Campo de Agramante. Le siguen contribuciones de, entre otros, Antonio Colinas, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Janés, Pont, Gómez Bedate, José María Balcells y algunos fragmentos de 1983 del diario de Crespo, el año en que comenzó a traducir, como anota, el Libro del desasosiego.
Todos los que fue Crespo tienen su lugar en ese número: el poeta y el traductor, el crítico literario y el crítico de arte, el postista y el realista mágico, el esotérico y el culturalista, el que habla de los dioses clásicos y de la geografía. También el que habla de la propia poesía para decir, como en el poema, que nunca escribió una palabra en la que no se jugase todo cuanto tenía.
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En la imagen, Ángel Crespo y Pilar Gómez Bedate, su esposa, en Upsala (Suecia) en 1971.



el dispensador dice:
solían los dioses bajar a la Tierra,
lo hacían en diferentes lugares,
según sus afinidades,
según sus intencionalidades,
y no siempre se entendían con los humanos,
aún cuando convivían,
claro está, 
eran otros tiempos,
de oráculos abiertos,
de espacios-tiempos concertados,
de portales esperables tanto como esperados,
conexiones en laberintos,
monstruos y gigantes,
duendes y enanos,
todos coexistiendo,
dimensiones y lados...

nadie sabe qué ocurrió,
en un momento dado,
algo se quebró,
en el mundo de al lado,
quitaron alguna costilla,
de algún costado,
se mintieron escrituras,
se tiraron los dados,
mentidas religiones se fundamentaron,
hubo persecusiones,
y hasta asesinatos,
hubo inquisiciones,
que por acostumbrados,
vivieron negando,
evidencias de otros tiempos,
que fueron borrando,
escribiendo una historia,
de juegos con dados...

el Olimpo se vació,
quedó desolado,
desaparecieron los dioses,
como espantados,
era imposible la convivencia,
con los humanos,
mentiras,
traiciones,
puentes quebrados,
todo revuelto,
como el gramajo,
palabras cruzadas,
caballeros templarios,
se llevaron el cáliz que hasta era sagrado,
sucedieron cosas que luego se negaron,
hasta las sagradas escrituras,
se fueron negando,
para ser reemplazadas,
por otras distintas,
que las miserias humanas fueron instalando...

hoy ya nadie sabe,
qué ha pasado...
ya no queda casa,
ni tampoco campo,
todo suena lejos,
como a reclamo,
se pasan facturas,
entre amigos y hermanos,
ya nadie recuerda,
lo que significa el "amado",
todo depende del sexo,
con cualquier gusano,
todo es urgencia,
todo es apresurado,
corren los apuros,
destinos hipotecados,
ya no hay futuro,
ni tampoco pasado,
el presente es incierto,
según lo planteado...

¿regresarán los dioses?,
¿será ocupado el espacio?,
yo estoy totalmente loco,
no me hagas caso.
ABRIL 02, 2014.-

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