Una esclava superventas
Un profesor descubre que una novela sobre la esclavitud que arrasó en EE UU fue escrita por una sirvienta
Carolina García Washington 20 SEP 2013 - 08:51 CET10
Alrededor de 1850, una esclava prófuga escribió a mano una novela autobiográfica. Casi un siglo más tarde, un bibliotecario la adquirió en una pequeña tienda de Nueva York por 85 dólares. En 2001, Henry Louis Gates Junior, profesor de literatura afroamericana del siglo XIX en la Universidad de Harvard y crítico escritor, la recompró por 8.500 dólares (unos 6.200 euros) en una subasta organizada por las Swann Galleries. Al año siguiente, la novela The Bondwoman's Narrative (La narrativa de una sirvienta, en español), que se cree que es la primera escrita por una esclava afroamericana, fue publicada y se convirtió en un éxito arrasador de ventas. Muchos de los críticos definieron el libro como "un documento histórico muy valioso que revelaba las vidas tristes, humillantes, temerosas y dolorosas a las que estaban sometidos los esclavos".
El libro fue firmado por Hannah Crafts, un nombre que muchos creyeron que era seudónimo y que convirtió la identidad real del autor en un misterio por resolver. Ahora, un profesor de Inglés de la Universidad de Winthrop en Carolina del Sur, Gregg Hecimovich, asegura que lo ha hecho. "La escritora se llama Hannah Bond", defiende en un comunicado. "Bond era una esclava en una plantación de Carolina del Norte que pertenecía a John Hill Wheeler -político e historiador que ejerció de Tesorero del Estado de Carolina del Norte entre 1855-56-", explicó Hecimovich al diario The New York Times.
El profesor, de 44 años, ha tardado 10 en descubrir la identidad de la escritora; una década en la que ha entrevistado a familiares de Wheeler y leído diarios, registros y testamentos, según explica el mismo periódico. Los datos hallados por Hecimovich indican que Bond, de tez clara, pudo huir de la esclavitud con la ayuda de uno de los parientes de Wheeler y disfrazada de hombre.
Además, el descubrimiento resuelve una de las incógnitas centrales del libro, convirtiéndolo en semi autobiográfico: cómo una esclava con limitada educación estaba tan influenciada por novelas como Bleak House (Casa desolada) de Charles Dickens. Una de las explicaciones, que cita Hecimovich, es que los niños y niñas que habitaban la casa estaban obligados a leer el famoso libro del escritor inglés. Y el profesor añade que la mujer habría aprendido a leer y escribir de forma autodidacta, a escondidas. En el primer capítulo de la novela Bond reconoce sus limitaciones: "Puede ser que esté asumiendo una gran responsabilidad intentando escribir estas páginas. El mundo probablemente lo diga y soy consciente de mis carencias (...)". El profesor de la Universidad de Carolina del Sur espera aglomerar todos sus hallazgos en un libro al que podría titular: La existencia y experiencias de Hannah Crafts.
Henry Gates, que compró el libro en 2001, ha ratificado la veracidad de los datos y ha asegurado al mismo diario que el descubrimiento va a "revolucionar la comprensión de los estadounidenses, y de los habitantes del mundo, sobre el canon de la literatura elaborada por mujeres negras. No podemos llegar a saber, todavía, lo importante que va a ser esto para la literatura afroamericana".
el dispensador dice: en la vida hay circunstancias que te marcan... de niño conocí a una familia de negros de Senegal, su amistad me marcó en muchos aspectos... en especial porque prontamente les reconocí una inteligencia prodigiosa, pero más que eso... les reconocí una sabiduría social no común en las gentes de estas tierras argentinas... nunca supe cómo habían venido a parar a la Argentina... pero no eran pocos y sus vidas se desarrollaban como si se tratase de un refugio... más tarde la vida me llevó a conocer mucha gente de color... y mi paso por el África Sahariana me terminó de marcar a fuego... recogí muchos amigos... sé que anido en sus almas, tanto como ellos lo hacen en mi espíritu... a través de vínculos que se graban y permanecen indelebles... cuando apareció la película The Help... criadas y señoras... o historias cruzadas... tomé consciencia de ella un tiempo después... y la he visto al menos cinco veces... tal vez más... y los recuerdos me han envuelto... trayéndome a la memoria que muchas historias que agregan valor al frío e inconsciente occidente provienen de las culturas del África... en letras robadas... en experiencias deformadas... en habilidades ignoradas... capacidades que una vez expresadas, fueron perversamente capturadas por falsas propiedades intelectuales, falsas patentes, que poco a poco se han ido revelando como producidas por ajenos desconocidos de la historia humana más miserable. No me da el alma para entender los mecanismos de la esclavitud... por ende no la acepto, no la admito, porque ningún ser humano pertenece a otro... con los años, muchos, he ido descubriendo el fabuloso genio del África... y el gran negocio que occidente ha hecho de las pobrezas inducidas, de las marginaciones impuestas, de las indigencias exigidas... no obstante lo cual, queda en evidencia que en occidente pocos son los que aprenden las lecciones... será porque estas culturas de los intereses y las conveniencias conocen muy bien la teoría de los atajos, desconociendo el sentido de los caminos largos... esos que conducen a que las historias se crucen, traduciéndose en una "ayuda" que salva a las almas. SEPTIEMBRE 20, 2013.-
El libro fue firmado por Hannah Crafts, un nombre que muchos creyeron que era seudónimo y que convirtió la identidad real del autor en un misterio por resolver. Ahora, un profesor de Inglés de la Universidad de Winthrop en Carolina del Sur, Gregg Hecimovich, asegura que lo ha hecho. "La escritora se llama Hannah Bond", defiende en un comunicado. "Bond era una esclava en una plantación de Carolina del Norte que pertenecía a John Hill Wheeler -político e historiador que ejerció de Tesorero del Estado de Carolina del Norte entre 1855-56-", explicó Hecimovich al diario The New York Times.
El profesor, de 44 años, ha tardado 10 en descubrir la identidad de la escritora; una década en la que ha entrevistado a familiares de Wheeler y leído diarios, registros y testamentos, según explica el mismo periódico. Los datos hallados por Hecimovich indican que Bond, de tez clara, pudo huir de la esclavitud con la ayuda de uno de los parientes de Wheeler y disfrazada de hombre.
Además, el descubrimiento resuelve una de las incógnitas centrales del libro, convirtiéndolo en semi autobiográfico: cómo una esclava con limitada educación estaba tan influenciada por novelas como Bleak House (Casa desolada) de Charles Dickens. Una de las explicaciones, que cita Hecimovich, es que los niños y niñas que habitaban la casa estaban obligados a leer el famoso libro del escritor inglés. Y el profesor añade que la mujer habría aprendido a leer y escribir de forma autodidacta, a escondidas. En el primer capítulo de la novela Bond reconoce sus limitaciones: "Puede ser que esté asumiendo una gran responsabilidad intentando escribir estas páginas. El mundo probablemente lo diga y soy consciente de mis carencias (...)". El profesor de la Universidad de Carolina del Sur espera aglomerar todos sus hallazgos en un libro al que podría titular: La existencia y experiencias de Hannah Crafts.
Henry Gates, que compró el libro en 2001, ha ratificado la veracidad de los datos y ha asegurado al mismo diario que el descubrimiento va a "revolucionar la comprensión de los estadounidenses, y de los habitantes del mundo, sobre el canon de la literatura elaborada por mujeres negras. No podemos llegar a saber, todavía, lo importante que va a ser esto para la literatura afroamericana".
el dispensador dice: en la vida hay circunstancias que te marcan... de niño conocí a una familia de negros de Senegal, su amistad me marcó en muchos aspectos... en especial porque prontamente les reconocí una inteligencia prodigiosa, pero más que eso... les reconocí una sabiduría social no común en las gentes de estas tierras argentinas... nunca supe cómo habían venido a parar a la Argentina... pero no eran pocos y sus vidas se desarrollaban como si se tratase de un refugio... más tarde la vida me llevó a conocer mucha gente de color... y mi paso por el África Sahariana me terminó de marcar a fuego... recogí muchos amigos... sé que anido en sus almas, tanto como ellos lo hacen en mi espíritu... a través de vínculos que se graban y permanecen indelebles... cuando apareció la película The Help... criadas y señoras... o historias cruzadas... tomé consciencia de ella un tiempo después... y la he visto al menos cinco veces... tal vez más... y los recuerdos me han envuelto... trayéndome a la memoria que muchas historias que agregan valor al frío e inconsciente occidente provienen de las culturas del África... en letras robadas... en experiencias deformadas... en habilidades ignoradas... capacidades que una vez expresadas, fueron perversamente capturadas por falsas propiedades intelectuales, falsas patentes, que poco a poco se han ido revelando como producidas por ajenos desconocidos de la historia humana más miserable. No me da el alma para entender los mecanismos de la esclavitud... por ende no la acepto, no la admito, porque ningún ser humano pertenece a otro... con los años, muchos, he ido descubriendo el fabuloso genio del África... y el gran negocio que occidente ha hecho de las pobrezas inducidas, de las marginaciones impuestas, de las indigencias exigidas... no obstante lo cual, queda en evidencia que en occidente pocos son los que aprenden las lecciones... será porque estas culturas de los intereses y las conveniencias conocen muy bien la teoría de los atajos, desconociendo el sentido de los caminos largos... esos que conducen a que las historias se crucen, traduciéndose en una "ayuda" que salva a las almas. SEPTIEMBRE 20, 2013.-
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