viernes, 23 de mayo de 2014

KONGO ► Otro Conrad, el mismo horror | Cultura | EL MUNDO

Otro Conrad, el mismo horror | Cultura | EL MUNDO


CÓMIC No se trata de una adaptación a historieta, sino del origen de la novela

Otro Conrad, el mismo horror


El vapor 'Le Roi des Belges', en el que viajó Joseph Conrad...

El vapor 'Le Roi des Belges', en el que viajó Joseph Conrad río Congo 
arriba, visto por Perrissin y Tirabosco.







-El río no se parece a la alta mar, aunque tiene sus caprichos. Cuidado con los bancos de arena, capitán.
Testigo del encontronazo entre hombre y hombre, apenas huésped en la nación-continente donde ya se intuía un paraíso evisceradoJózef Teodor Konrad Korzeniowski inicia el remonte del gran río centroafricano sin saber que el viaje no terminará jamás, que de la masa de agua saldrá siendo otro. Aquel tam-tam difícilmente podía exorcizarse. Brutalidad, enajenación, indisciplina, vanidad y ambición malsana acompasan la ondulación de la "larga y fascinante serpiente" del mapa aún decimonónico que el escritor curiosea en la primera viñeta de 'Kongo'.
Editada en España por Dibbuks, la novela gráfica que firman el guionista Christian Perrissin (Haute-Savoie, Francia, 1964) y el ilustrador Tom Tirabosco (Roma, 1966) presenta desde un ángulo inédito la odisea verde jungla y rojo muerte que inspiró 'El corazón de las tinieblas' de Joseph Conrad. No es la simple traslación al cómic del relato abisal que este 2014 cumple 115 años. Se trata de la crónica a machetazos -en ciertos pasajes, con salpicaduras- del viaje desde Bruselas del polaco y su trienio de estancia en el Estado Libre del Congo. Entonces Conrad no era Conrad, no el mayúsculo hombre de letras en que se convirtió, sino un oficial de la marina mercante británica en el inabarcable coto con licencia para todo del rey Leopoldo II.
Portada del álbum.
En su primera colaboración Perrissin y Tirabosco no han pretendido hacer un tebeo histórico "con un gran número de reconstrucciones", se desmarca el dibujante. "El primer reto era convertir a Conrad en un personaje de dibujos animados. Se trata de un hombre complejo, un aristócrata procedente de una familia de intelectuales, reservado. A los 33 años es un hombre enfermo de los nervios y un gran escéptico", describe el guionista. "El otro desafío era evitar caer en el maniqueísmo, como ocurre a menudo con las historias de la colonización, y en la complacencia con las atrocidades cometidas", agrega en relación a un contexto pantanoso en el que a punto estuvo de perder pie el mismísimo Hergé.
La tenebrosa travesía de Korzeniowski a bordo -que no al mando- delvapor 'Le Roi des Belges' aparece recreada a partir defragmentos de su diario, diversas cartas (a Margarita Poradowska, tía del remitente) e incluso algún episodio alucinatorio propiciado por la fiebre. "Es una manera de explorar la la psicología de Conrad", explica Perrissin sobre una reconstrucción que permite conocer "el lado oscuro" de quien "se guarda para sí sus emociones" y que además ha requerido una importante labor de documentación.
Por su parte, Tirabosco se ha fijado en una serie de retratos de Casimir Zagourski fechados en torno a 1920 para cogerle el aire a la odisea conradiana, condensada en 176 páginas en blanco y negro. "Es imprescindible para poner un poco de distancia y no caer en una representación demasiado luminosa y exótica de África", razona el artista sobre la ausencia de color. Un trazo redondeado y el uso de una técnica de impresión conocida como monotipia, "no muy común" en el mundo de la historieta y que recuerda al carboncillo, completan la "aproximación 'pictórica'".

El fantasma de Kurtz

Nadie se extrañe si que el emblemático agente comercial Kurtz no aparece siquiera mencionado en este álbum a cuatro manos. Su guionista aclara que ha intentado hacer entender al lector cómo a Conrad "se le ocurrió 'inventarlo' años más tarde". No obstante en el epílogo, para los más curiosos, hace balance de los personajes que sirvieron de espejo negro al escritor (Klein, Barttelot, Rom).
Y entre tantos excesos, ¿podría considerarse al protagonista de 'Kongo' como una especie de corresponsal de guerra? "Hay una diferencia fundamental", tercia Perrissin. "Al principio Conrad no va al Congo para observar lo que estaba pasando. Todo lo contrario: firma un contrato con la compañía que explota los recursos de la región. Ésta es la primera vez en toda su vida que llevó un diario. ¿Por qué lo hizo? Él mismo no lo sabe muy bien. Además, deja de escribir una vez que está navegando el río, sin duda porque no ve qué sentido tiene documentarlo. Más tarde, cuando escribió 'Un puesto avanzado del progreso' y 'El corazón de las tinieblas', no lo hace con el fin de dar testimonio o denunciar. Su propósito principal es expulsar sus propios demonios. Pero ya nunca se va a recuperar por completo de lo que ha visto y vivido. Se siente culpable de ser un poco cómplice".
"Aunque la trama se base en parte en su propia experiencia, Conrad tiende a huir de lo vivido para poder dar a su novela una dimensión universal y denunciar de forma más eficaz las mentiras del imperialismo occidental", prosigue el guionista su reflexión sobre la obra cumbre del también autor de 'La locura de Almayer', de quien dice llegó hasta 'terra incognita' con sed de aventura tras haber navegado por todo el mundo. "Se fue al Congo para trabajar y para cumplir un sueño de la infancia y volvió traumatizado por haber servido a una fuerza colonizadora codiciosa y asesina".
El galo pone el acento en la clarividencia casi chavesnogalista del literato fallecido en Bishopsbourne hace 90 años, aunque matiza: "No fue capaz de cuestionar la idea principal del imperialismo: la necesidad de someter en tierras lejanas a poblaciones indígenas por deber de su conciencia. Pero a diferencia de otros colonos, se dio cuenta de que ese imperialismo filantrópico no era más que una ilusión. Les importaban los intereses mercantiles y, si les servías ciegamente, todo estaba permitido".


Texto publicado en el periódico 'L'indépendence belge' 

(marzo de 1885) 

reproducido en 'Kongo'

"En este inmenso y distante territorio han operado los 
representantes de Europa. En menos de tres meses lo 
han dotado de una constitución comercial y, hasta cierto 
punto, política. Han trazado su futuro, han decretado la 
civilización, le han entregado todo lo que necesita para 
ser, con el tiempo, una nueva América; una América 
negra. Los indígenas, expuestos hasta ahora a todas 
las empresas de los esclavistas, tendrán garantizado 
a partir de ahora su 'habeas corpus'. Sus protectores 
europeos están aquí, comprometidos por su honor y 
decididos a mantener alejadas a las bestias cazadoras 
de hombres. No tendrán que temer a la esclavitud. 
Al contrario; estos desdichados tienen asegurada su 
propia libertad moral. Podrán ejercer su pueril religión 
en libertad y podrán, también, instruirse, enriquecerse 
y elevarse hasta el nivel de los pueblos más gloriosos 
del universo".































el dispensador dice:
¿cuál sería el título de la revelación de tu vida?... 
¿cuál sería el prólogo de tu relato?... 
¿cuál sería su epílogo?...
¿te lo has planteado alguna vez?...
¿has revisado los motivos,
aquellos que son recuerdos,
y aquellos otros que son olvidos,
en los que ni quieres pensar,
por temor a sentirte repetido,
otra vez, sin abrigo?...

siempre hay un río sin descubrir,
siempre hay cataratas escondidas,
que nadie ha visto,
ni aquí... ni en el otro espejismo...

siempre hay un mar que nadie ha navegado,
siempre hay una vela que no se ha desplegado,
siempre hay un quilla que no ha encallado,
siempre hay un estribor que pudo ser abordado,
siempre hay un babor por donde alguien pudo haber saltado...
sueños de sobresaltos,
oportunidades que no han existido,
porque en el destino no se han revelado...

horror por el sólo hecho de haberlo pensado...

visiones de una memoria que trasciende lo extraño...

lo he visto, como si hubiese estado...
no es un cómic... no lo he soñado...
estuve allí aunque no haya estado...

siempre hay una fuente escondida al ojo humano,
debe beber el elegido,
y no cualquiera que haya pasado,
ni otro cualquiera que esté pasando...

siempre hay una gruta que nadie ha mirado,
que debe ser apreciada por el elegido,
en un momento dado,
justo cuando sea el destino el que conceda el espacio...

siempre hay un kongo...
que nadie ha escrito,
que nadie ha dibujado,
que nadie ha relatado,
porque aún no ha llegado,
aquel elegido por quien se está esperando.
MAYO 23, 2014.-


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