CÓMIC
Todos putos
15 mujeres ilustran y festejan los relatos de 'Todas putas', de Hernán Migoya, el libro que hace 11 años se llevó lo más parecido a una fatua laica que se ha visto en España
"Ahora que todos los negros son buenos y todos los maricones unos seres muy simpáticos, a ver si la sociedad ésta se reúne y decide de una vez que no todos los violadores son mala gente". En mayo de 2003 varias asociaciones y grupos políticos, con el PSOE a la cabeza, pidieron la dimisión del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, por la publicación del libro de relatos 'Todas putas' de Hernán Migoya. ¿Cuál fue el escándalo? La editorial que publicó el libro, Ediciones El Cobre, estaba entonces al cargo de Miriam Tey, que acababa de ser nombrada directora del Instituto de la Mujer. El título fue tachado como una "apología de la violencia contra las mujeres" por frases como la que da comienzo a este artículo, extraída del cuento 'El violador'.
"Hubo incluso quien exigió retirar el libro del mercado, en un acto inaudito de censura en un país democrático", recuerda hoy la dibujante Carla Berrocal, responsable de coordinar una adaptación al cómic de aquellos polémicos relatos que acaba de lanzar Dibbuks . El año pasado, coincidiendo con el décimo aniversario, Rey Lear reeditó'Todas putas' bajo el epígrafe "Edición definitiva" junto a otras historias de Hernán Migoya. "Él ha estado involucrado desde el principio en este proyecto por su estrecha relación con el universo del cómic. Nos ha dejado total libertad para interpretar los originales", explica la artista.
"Manipulación de la histeria colectiva"
"Paradójicamente" -reflexiona Berrocal-, "la única víctima de aquella absurda polémica fue una mujer. Al menos, 11 años después, Miriam Tey ha tenido la oportunidad de explicar su punto de vista". Lo hace en el prólogo: "Fue un escándalo porque se utilizó electoralmente como arma arrojadiza. Estábamos en campaña", reflexiona la editora, responsable de publicar en España, por ejemplo, al Nobel chino Gao Xingjian. Habla Tey de una "manipulación de la histeria colectiva", de cómo percibió la existencia, en pleno siglo XXI, de "asuntos en los que no se puede disentir y mucho menos bromear".
Y recalca su apoyo a la obra y al autor, alabando "lo irreverente, provocativo e hilarante de sus pensamientos, que son capaces de dinamitar cualquier barrera defensiva que nos hayamos construido". Para Miriam Tey, "la literatura es una magnífica manera de desvelar el ángel y el demonio que llevamos dentro". Y termina ironizando: "Migoya, ese misógino que retrata a la mujer con la belleza descarnada del que ama sin contemplaciones".
Recuerda Carla Berrocal, encargada de adaptar el relato que fue la zona cero del libro, el ya mencionado 'El violador', que cuando leyó 'Todas putas' por primera vez, le encantó. "Sinceramente, creo que la gente que hizo más ruido no llegó a leer el libro. Todo lo que se montó fue una barbaridad. Es como si alguien pudiera pensar que Bret Easton Ellis es un psicópata por escribir 'American psycho' o creer que cualquier director de cine 'gore' es un asesino en serie".
15 mujeres ¿machistas?
La sorpresa llega cuando se leen los créditos de esta adaptación al cómic, que reúne 15 de los relatos originales: las ilustradoras son todas mujeres. "Tuvimos desde el principio muy claro que así debía ser. Es una forma de lanzar una buena bofetada a la gente cerrada de miras que no captó la ironía de estos textos", comenta Berrocal. El resultado es un fabuloso catálogo de las distintas posibilidades que ofrece el lenguaje del cómic: el estilo americano de Natacha Bustos, el manga de Andrea Jen, el espíritu 'indie' de Ana Galvañ o el 'cartoon' de Gemma Araceli Horcajo.
Son autoras españolas y latinoamericanas que lanzan una mirada valiente (en ocasiones, oscura, otras, con humor) a estas historias de deseo asfixiante y malsano, que trepanan los límites de lo socialmente aceptado. 'Inseparables' recuerda lejanamente a la tremenda película con el mismo título de David Cronenberg con una dolorosa reflexión sobre el amor incondicional entre dos hermanos siameses que se aman. 'El trabajo' sobrevuela el fulgor creativo del artista y la necesidad de huir de la masa. 'El mirón' es una aventura en una playa nudista con un final no tan feliz y 'Amor a distancia' muestra cómo, a veces, el amor idealizado torna en depresión cuando se hace real.
La edición de Dibbuks, con tapas duras, apuesta acertadamente por el blanco y negro. Hay rasgos de Marjane Satrapi en la versión de 'Porno del bueno' que hace Cristina Daura; un esquivo homenaje a las 'Mujeres alteradas' de Maitena en 'La hormona masculina', de Mamen Moreu ('Resaca'). También un toque a lo Joe Sacco en la expresividad y fuerza de los primeros planos de 'La pelusa', que corre a cargo de Patricia Breccia, hija del influyente historietista Alberto Breccia ('Mort Cinder'); es otro de los cuentos más provocadores, sobre un masajista que está en la cárcel acusado de intentar aprovecharse de una cliente.
La periodista Elisa G. McCausland cita en el epílogo al filosofo esloveno Slavoj Zizek para advertir de que "la corrección política es la forma liberal ejemplar de la política del miedo". "Ya hay quien ha criticado el cómic nada más salir", concluye Carla Berrocal, "pero nosotras estamos enormemente orgullosas de este trabajo".
la mujer es mucho más sutil en cuanto a las cuestiones del sexo...
el varón es más explícito...
y el sexo como ejercicio biológico evoluciona según cada cultura, cada sociedad, cada tribu, cada grupo, cada... dependiendo de la educación, más restrictiva o menos restrictiva, hasta alcanzar el sexo como necesidad impuesto por los mediatismos que demandan morbos para poder establecer controles sobre la consciencia humana, hoy demasiado atareada en sobrevivir, con escaso tiempo para reflexionar, y con demasiados futuros hipotecados por ventajismos propiciatorios de bancos, estados ausentes, y persecutorios de una misma gente...
el sexo ha ocupado cientos de miles de millones de páginas, interpretando las expresiones de los unos y de las otras, acorde a los tiempos, en un destape progresivo que hoy está casi universalizado en occidente, no así en oriente donde sigue ocupando espacios según las habilitaciones culturales... no obstante, internet ha universalizado el sexo de ocasión a partir de miles de páginas porno que venden lo que no existe...
cuando se habla de sexo como combinación química de cuerpos, alientos, esfuerzos, entregas y desiertos, los humanos deberían contar con un sentido que los habilitara a verle el aura a su otro yo del momento... habría demasiadas sorpresas, tanto favorables como desfavorables, tanto en mujeres como en hombres... mucho más, si un sentido adicional facilitara la visión kármica de cada acto sexual... seguramente, de existir estas capacidades, muchos actos sexuales no tendrían lugar...
pero el sexo depende una química invisible... a veces más avanzada, otras menos... siempre respondiendo a una afinidad inexplicable que conduce a dos cuerpos a encontrarse, asumiendo que esos cuerpos pueden ser de mujer y varón, de mujer y mujer, de varón y varón, sin que por ello se les caigan las pestañas a nadie, como debe ser... hoy que se lo puede decir...
el sexo como encuentro o como desencuentro se ha histeriqueado por demás... abusándose de sus aristas... sin embargo, la mayoría de los seres humanos que caminan por este planeta, provienen de encuentros sexuales felices o infelices, sinceros o mentirosos, que han sido el vehículo necesario para traerlos a la vida en los tiempos respirables... los menos son viajeros de probetas... y esperemos que nunca se llegue a la manipulación de los genes para hacer aparecer mágicamente a los humanos, porque entonces, de ser así, el mundo se llenará de huérfanos de sentimientos... autómatas del "sí mi amo"... algo espantoso de solo pensarlo...
algunos entienden el sexo como algo irreverente, pero eso se focaliza en las experiencias, cuando estas han sido traumáticas o no han sido mínimamente felices, o directamente no han sido, entonces el sexo se vuelve una "extrañeza" de la condición humana, condenable por unos y exaltable por otros... curiosamente, aquellos que efectúan consideraciones extremistas e irreverentes, también han nacido como consecuencia de actos sexuales...
hay culturas que enaltecen las relaciones sexuales, haciéndolo mediante sus consideraciones que lo toman como algo habitual y necesario...
hay culturas que denigran las relaciones sexuales, sea por ejercicios de violencia machista y/o feminista (ya que el problema es bidireccional, aún cuando sea más habitual entre los hombres), sea por una violencia que se trasciende a sí misma transformándose en violación, sea por el mero ejercicio del morbo por el morbo mismo, donde todo es impersonal y ocasional... por consiguiente se alcanza un estado de "sexo descartable"...
las esclavitudes sexuales de esta etapa de la civilización (retrógrada por demás), está generando repulsiones y aversiones a hechos naturales... algo lamentable para la raza humana como entidad cultural...
más allá, cada cual tiene su visión y su experiencia... para algunos es portable en la intimidad de los silencios... para otros es relatable en cualquier forma, incluyendo las tiras de cómic, libros, escritos, videos, o lo que se le ocurra al lector, y para otros es hasta fuente de inspiración de guiones para cine o tv, partiendo de la premisa que el sexo mueve miles de millones de dólares/euros/rupias/dracmas por día, lo suficiente para alimentar a muchos humanos que tienen sexo de cuando en vez...
la Iglesia hizo mucho en contra del sexo, la católica digo, siempre inquisidora, persecutoria, representante de un Dios que (según la propia Iglesia) condena, pero en el que ni ella misma cree, por ende lo ha condenado como hecho humano refiriéndose a él como "pecado"... y hasta imponiéndolo como "original"... no por lo distinto, sino porque se lo ubica en los albores de los tiempos humanos, cuando Eva y Adán comparten una supuesta manzana allá, en vaya a saber qué lugar del paraíso... curiosamente, la primera reflexión acerca de la creación es que nadie puede crear algo para luego condenarlo, ya que de ser así, dicha creación carecería de sentido y se tornaría paradojal, algo que no sucede en ningún ámbito del universo, ni de éste, ni de los paralelos... ya que la creación es un hecho matemático con consecuencias físicas y químicas, sólo eso...
eventualmente, podría entenderse que la mentira sea un pecado, no el sexo en sí mismo... podría entenderse también que la traición es pecado, no el sexo en sí mismo... podría incluso asumirse que el daño vejatorio es un pecado, semejante a cualquier acto de violencia contra el prójimo, pero no el sexo en sí mismo...
a esta altura de la civilización de las gentes... no de los estados... no de las ciencias de conveniencias... no de las teologías de las compra-ventas... el sexo determina afinidades temporales, tan efímeras como la vida misma... lo cual indica que sólo el afecto que supera los estadios del sexo, habilitan a un vínculo humano superador, que sin prescindir del sexo, se encarama por el simple encuentro de cuerpos inducidos por pasiones o necesidades...
y en este punto ya no hay cómic... y sólo es cuestión de sentimientos y sensaciones... hay mayor finura, o si se quiere mayor calidad, los estándares se tornan tan incuestionables como místicos... evitando que se relegue a una cuestión de putas o putos... ¿se entiende?... MAYO 17, 2014.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario