A magnetic filament of solar material erupted on the sun in late September, breaking the quiet conditions in a spectacular fashion. The 200,000 mile long filament ripped through the sun's atmosphere, the corona, leaving behind what looks like a canyon of fire. The glowing canyon traces the channel where magnetic fields held the filament aloft before the explosion. In reality, the sun is not made of fire, but of something called plasma: particles so hot that their electrons have boiled off, creating a charged gas that is interwoven with magnetic fields.
These images were captured on Sept. 29-30, 2013, by NASA's Solar Dynamics Observatory, or SDO, which constantly observes the sun in a variety of wavelengths.
Different wavelengths help capture different aspect of events in the corona. The red images shown in the movie help highlight plasma at temperatures of 90,000° F and are good for observing filaments as they form and erupt. The yellow images, showing temperatures at 1,000,000° F, are useful for observing material coursing along the sun's magnetic field lines, seen in the movie as an arcade of loops across the area of the eruption. The browner images at the beginning of the movie show material at temperatures of 1,800,000° F, and it is here where the canyon of fire imagery is most obvious. By comparing this with the other colors, one sees that the two swirling ribbons moving farther away from each other are, in fact, the footprints of the giant magnetic field loops, which are growing and expanding as the filament pulls them upward.
El Sol llevaba un tiempo tranquilo, pero ha vuelto a
demostrar que no está precisamente dormido. Esta mañana, pasado un
minuto de las diez en la Península (8.00 GMT), el Observatorio de Dinámica Solar (SDO), una sonda lanzada por la NASA para estudiar el comportamiento del Astro rey, ha detectado una impresionante llamarada solar de clase X1.7,
de las más potentes, proveniente de la mancha llamada AR 1882. Menos de
48 horas antes, en la madrugada del jueves, se registraba otra erupción
de clase M9.3, no tan intensa pero también fortísima.
Las llamaradas solares son explosiones de radiación de gran
alcance. Aunque sus efectos nocivos no pueden pasar a través de la
atmósfera de la Tierra para afectar físicamente a los seres humanos
sobre el terreno, cuando son lo suficientemente intensas sí pueden
perturbar el ambiente a la altura en la que viajan las señales de GPS y
de comunicaciones. Esto puede interrumpir las señales de radio desde
minutos a horas.
Las llamaradas solares pueden ser de clase A, B, C, M y X,
de menor a mayor intensidad, seguidas de un número que va del 1 al 9, El
brote ha sido clasificado por los científicos como de clase X1.7. La
letra corresponde a las llamaradas más intensas, mientras que el número
incluye información sobre su fuerza. Una llamarada X2 es dos veces más
intensa que una X1, mientras que X3 lo es tres veces más, etc. En el
pasado, llamaradas de clase X de la intensidad de la de esta mañana han
causado la degradación o la pérdida de las comunicaciones de radio durante alrededor de una hora.
El primer evento se produjo ayer jueves y fue ligeramente
más suave (M9.3), pero sorprendió a los científicos que estudian el
clima espacial tras meses de baja actividad desde que
el pasado mayo se registraran
grandes llamaradas. Las
de clase M pueden causar algunos efectos meteorológicos en el espacio
cercano a la Tierra. En el pasado, han causado apagones breves de radio
en los polos, según informa la NASA.
Que ahora mismo se produzcan más erupciones no es algo inesperado, ya que el ciclo de 11 años de actividad del Sol está
cerca de su máximo. Los científicos han seguido este ciclo solar
continuamente desde que fue descubierto en 1843, y es normal que haya
muchos estallidos al día durante el pico de actividad solar. La primera
llamarada de clase X del actual ciclo solar se produjo en febrero de
2011. La mayor de este ciclo fue de X6.9, y se registró el 9 de agosto
de 2011.
Pronósticos
Los científicos están a la espera de conocer si estas llamaradas pueden enviar al espacio una
eyección de masa coronal (CME),
una nube ardiente de partículas y radiación que puede afectar a las
operaciones de los satélites y a las redes eléctricas. Para ver cómo el
evento de esta mañana podría impactar en la Tierra, la NASA aconseja
consultar el
Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, fuente oficial del gobierno de los EE.UU. para el espacio de pronósticos de clima espacial.
Podrían sucederse más llamaradas. En la actualidad hay tres
grupos de manchas solares en la cara del Sol hacia la Tierra capaz de
lanzar erupciones fuertes: AR1875, AR1877 y AR1882. Los
meteorólogos de NOAA estiman una probabilidad del 55% de llamaradas de
clase M y una probabilidad del 10% de llamaradas de tipo X en las
próximas 24 horas.
el dispensador dice:
alguien, antes, le hablaba,
entendía sus llamadas,
señales en llamaradas,
toda vida le invocaba,
en la esperanza de un mañana...
hoy, nadie le escucha,
ni atiende sus llamadas,
el mundo anda muy ocupado,
fabricándose mentiras,
envuelto en muchas pavadas...
todos creen tener asegurada,
su presencia en el mañana...
pero algo anda sucediendo,
en el SOL y sus llamadas,
algo está advirtiendo,
a las humanidades despojadas,
algo está señalando,
a los sueños sin almohadas,
algo está diciendo,
a las soberbias desplegadas...
algo está indicando,
a las necedades que desoyen...
expresiones traducidas en llamaradas...
llegará en el mediodía,
de esta Tierra cercana,
abarcando un hemisferio,
de circunstancias impensadas,
y allí cambiará la humanidad,
y allí se modificarán los mañanas,
y justo en ese punto...
concluirán las soberbias,
y los vacíos de las palabras...
OCTUBRE 26, 2013.-
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