viernes, 11 de octubre de 2013

DESTINOS CAMINADOS || Ante el culto de los disidentes | Cultura | EL PAÍS

Ante el culto de los disidentes | Cultura | EL PAÍS

Ante el culto de los disidentes

Se publica por primera vez uno de los primeros trabajos de Martin Parr, ‘Los inconformistas’

Realizado en los años 70, supuso la primera colaboración con su mujer, Susie Mitchel

Se trata de un exhaustivo trabajo de campo alrededor de la vida de las pequeña capillas metodistas

 


La congregación de camino a la ceremonia del Aniversario de la capilla metodista de Crimsworth Dean. / Martin Parr / Magnum Photos
 

Hebden Bridge era un pueblo de Yorkshire “auténtico”, mantenía un ambiente tradicional que en la década de los 70 ya apuntaba al exotismo de un pasado perdido, incluso en Inglaterra, esa isla que tanto mima sus viejas costumbres. Martin Parr (1952, Epsom, Reino Unido) acaba de terminar sus estudios de Bellas Artes y empezaba a despuntar como fotógrafo y Susie Mitchel era una joven universitaria a la que le gustaba escribir. Susie se sentía atraída por la excéntrica apariencia de Parr y sobre todo estaba interesada por su trabajo, dotado, según describe de “quietud y profundidad”. Parr decidió montar un taller de trabajo con sus compañeros de la Bellas Artes en Hebden Bridge y Mitchell decidió seguir sus pasos. Así nació, además del amor, Los inconformistas, uno de los primeros trabajos que lanzó al hoy famoso fotógrafo de Magnum y que se publica por vez primera en forma de libro. La Fábrica edita la versión en español y Aperture Foundation la versión en inglés.

El exhaustivo trabajo fotográfico de Martin Parr le llevó vivir cinco años en Hebden Bridge para conocer cada palmo de la zona y de sus alrededores, un trabajo que no se quería quedar en la pincelada pintoresca para conformar además una base de datos, un iluminado y exhaustivo estudio antropológico. “Quizá debido a su educación a Martin le atraían mucho las capillas llamadas inconformistas, que encontrábamos por todas partes”, escribe Susie Parr en la introducción al libro. “Históricamente, los inconformistas se habían distanciado de la ceremonia , la liturgia y la arquitectura de la Iglesia de Inglaterra. En los siglos XVIII y XIX, los predicadores metodistas y baptistas habían viajado por toda Gran Bretaña buscando a los pobres en el campo, en los pueblos y en las ciudades”.

El culto de los inconformistas se celebraba en cualquier parte y Parr les seguía la pista.

El libro que ahora se edita no solo es una joya en blanco y negro de un maestro del color sino que revela cómo se forjó la mirada de un superdotado de la observación. Como suele ocurrir con sus fotos, los detalles son infinitos. Cuadros costumbristas plagados de gestos tan cotidianos como excepcionales. Ya se percibe la mirada irónica, su inclinación al esperpento y a la sátira. Pero en este primer viaje la frescura lo invade todo. En la cola del cine Odeon, en Halifax, donde estrenan Tiburón; ante los subastadores de Greenwood en Hebden Bridge; en el espectáculo de ratones de Sowerby Bridge; la peluquería itinerante de Heptonstall o las fiestas de Old Town. Hay viejos, niños, mujeres, hombres, obreros, mineros, dependientes, costureras… Pobres campos de cricket y de fútbol, gabardinas, sombreros y vestidos de flores, el banquete inaugural del alcalde de Todmorden y la impresionante serie dedicada a la capilla de Crimsworth Dean. Bodas, bautizos y fiestas perdidas y ahora reencontradas en la memoria en el blanco y negro de Martin y Susie Parr.


Ya se percibe la mirada irónica, su inclinación al esperpento y a la sátira. Pero en este primer viaje la frescura lo invade todo


el dispensador dice:
necesitas caminar el destino,
necesitas conocer hacia dónde te lleva,
lo has escrito,
pero no lo recuerdas,
cuando traspones el umbral,
permanece el hilo,
pero se cortan las cuerdas,
necesitas regresar,
para vibrar con ellas...

necesitas andar el camino,
no sabes qué hay en él,
por eso vienes a descubrirlo,
hallarás cruces,
atajos y hasta huellas que invitan a seguirlos,
pero si recuerdas los trazos,
irás por donde has pensado,
evitando cortar caminos,
apurar el paso,
llegar antes de lo predicho,
puede alterar tu alma,
también lo que el destino enseña escrito...

es bueno andar el destino,
porque en él anida el motivo,
por el cual habéis nacido,
no esperes ser recibido,
ni siquiera ser reconocido,
sólo será prudente y necesario,
que transites tu camino,
porque en su final se revela,
el sentido de aquello que te ha traído.
OCTUBRE 11, 2013.-

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