CASA REAL Durante la ceremonia de entrega de premios que lleva su nombre
El Príncipe exige 'nunca más volver a caer en errores y excesos inadmisibles'
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Reclama que la 'integridad inspire nuestra vida colectiva y la gestión de nuestros recursos'
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Se dirige con ahínco al pueblo español, exhausto tras cinco años de dura crisis
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Entiende 'el pesimismo, la frustración y la desconfianza' de muchos españoles
Don Felipe, en la entrega de los premios Príncipe de Asturias, en Oviedo. ATLAS | EFE
Poniendo como ejemplo el coraje y la solidaridad que este verano demostró el pueblo gallego de Angrois durante la tragedia ferroviaria, Don Felipe ha hecho en Oviedo un sentido homenaje de la sociedad española, "a nuestra gente", a la que ha definido como "el mayor activo" de nuestro país.
En su discurso más importante del año, el único que es tan suyo como el del Rey es el de Nochebuena, el Príncipe ha hecho también un duro alegato contra la corrupción. "La sociedad exige una reflexión rigurosa para nunca más volver a caer en errores y excesos inadmisibles, con la firme aspiración de construir un futuro basado en el rigor, la seriedad, el esfuerzo y la honradez", ha dicho Don Felipe. "Un futuro solidario, y con principios éticos firmes, en el que la integridad inspire nuestra vida colectiva y la gestión de nuestros recursos".
Ésta es la visión más personal del Príncipe, cuyas palabras son habitualmente redactadas por el Gobierno. En esta ocasión, sin embargo, el mensaje está redactado de su puño y letra, y lleva la firma de Zarzuela, no la del Ejecutivo.
Esta hondura se ha dejado sentir en el discurso que hoy, en el que ha recordado "con humildad", que entiende "el pesimismo, la frustración o la desconfianza" de muchos españoles en estos difíciles momentos que nos ha tocado vivir. Al mismo tiempo, ha pedido que se reaccione contra estos sentimientos: "Hoy es un día en el que me gustaría animar a que todos ayudemos a superar -y sé que no es fácil- ese estado de ánimo. Necesitamos los esfuerzos y la colaboración de todos...; pero lo que de verdad necesitamos es recuperar la ilusión y la confianza que fundamenta cualquier éxito, individual o colectivo".
En esta ocasión especial ha podido más que nunca hacer sentir su voz, el Príncipe se ha dirigido con especial ahínco al pueblo español, exhausto tras cinco años de dura crisis: "Los hombres y mujeres de España han hecho frente con gran coraje a la adversidad, y han mostrado una capacidad de sacrificio fuera de toda duda. Son muchos, son millones los españoles que cada día batallan para salir adelante con honestidad, con esfuerzo, con valentía y con humildad; ellos son los que realmente hacen de España una gran Nación que vale la pena vivir, y querer, y por la que merece la pena luchar".
el dispensador dice: los ángulos de la historia no deben ser pasados por alto... nadie ni nada puede prescindir de la historia escrita, pero sí se puede modificar el curso a partir de asumir, comprender, entender, dimensionar, los errores cursados... España es ángulo de la cultura hispana, lo es por derecho propio. Las culturas no las hacen ni los reyes ni los políticos, sí la construyen las gentes anónimas mediante sus aportes a las rutinas... y entre dichas gentes anónimas y desconocidas, están aquellos que miran el mundo desde las bohemias, desde las letras íntimas, desde las telas y los colores que residen en sus espíritus, desde las capacidades para dar forma a un mármol frío o a una resina informe... desde los talentos para enlazar notas en un pentagrama, o bien en interpretar las artes sobre un escenario, en la calle, o en arte urbano... ellos hacen del silencio un valor agregado. Léase, estos anónimos aportan al sostenimiento del ángulo como tal... aportan a la memoria colectiva y a la inteligencia social, pero mejor aún, nutren a la consciencia pública cuya voz se torna inaudible para el poder y sus formas. De ello se alimenta la raza y sus linajes.
España es demasiado importante en el concierto de occidente, y es angular en las expresiones culturales de gran parte del mundo humano... porque ha ocupado un espacio que ya le es inherente, le pertenece por derecho creativo... por ende, ningún político oportunista, ninguna clase política en uso y abuso de su espacio, puede diezmar y/o restar a dicho lugar adquirido por derecho participativo. No obstante ello, se hace necesario sostener las presencias... alimentarlas hacia adelante... retroalimentarlas... sostenerlas... y ninguna cultura ni ningún hecho cultural pueden ser condicionados por cuestiones económicas, estados de crisis financieras, o estados de caos inducidos por terceros interesados en la imposición de atrasos...
Antes de pertenecer a la mal llamada Unión Europea, España se merece a sí misma... ya que Iberoamérica es una unidad cultural, diversa, pero homogénea en lo heterogéneo que alimenta a cualquier expresión cultural, sumatoria de sentidos y sentimientos de un modo singular de ver la vida...
Europa ha culpado a España y la ha denigrado públicamente por supuestos errores de administración política y económica... la ha obligado a ir en contra de sí misma y en contra de su gente, pero peor aún, la ha obligado a ir en contra de su entidad cultural, algo inaceptable en esencia. Algo parecido a lo acaecido con América Latina durante el imperio de los años noventa... pero exacerbado por el hecho político de pertenecer a una Europa que recita la integración pero la desdeña, despreciando el sentido de las convicciones y alentando las conveniencias de unos pocos en desmedro de los muchos, esto es quebrando las identidades.
La crisis de España, es en verdad una crisis inducida por impericia del pensamiento medieval reinante en una parte de la sociedad europea... un pensamiento que carece de capacidad de lectura de las realidades, así como carece de sentido para medir las consecuencias de sus negligencias...
más allá, ninguna crisis puede poner en tela de juicio las raíces, ni tampoco las expresiones culturales (incluyendo en ello las ciencias), ya que ello denigra la consciencia social y pública.
España es la fuente de Iberoamérica... e Iberoamérica es la fuente que retroalimenta a la ultura hispana, unidas por una ecuación ya indisoluble...
La cultura no puede ser sometida a las sin razones de la economía... porque ninguna economía resuelve los sentidos ni los sentimientos de las gentes... que son las que le agregan valor a través de sus auténticas expresiones.
OCTUBRE 27, 2013.-
En su discurso más importante del año, el único que es tan suyo como el del Rey es el de Nochebuena, el Príncipe ha hecho también un duro alegato contra la corrupción. "La sociedad exige una reflexión rigurosa para nunca más volver a caer en errores y excesos inadmisibles, con la firme aspiración de construir un futuro basado en el rigor, la seriedad, el esfuerzo y la honradez", ha dicho Don Felipe. "Un futuro solidario, y con principios éticos firmes, en el que la integridad inspire nuestra vida colectiva y la gestión de nuestros recursos".
Ésta es la visión más personal del Príncipe, cuyas palabras son habitualmente redactadas por el Gobierno. En esta ocasión, sin embargo, el mensaje está redactado de su puño y letra, y lleva la firma de Zarzuela, no la del Ejecutivo.
Esta hondura se ha dejado sentir en el discurso que hoy, en el que ha recordado "con humildad", que entiende "el pesimismo, la frustración o la desconfianza" de muchos españoles en estos difíciles momentos que nos ha tocado vivir. Al mismo tiempo, ha pedido que se reaccione contra estos sentimientos: "Hoy es un día en el que me gustaría animar a que todos ayudemos a superar -y sé que no es fácil- ese estado de ánimo. Necesitamos los esfuerzos y la colaboración de todos...; pero lo que de verdad necesitamos es recuperar la ilusión y la confianza que fundamenta cualquier éxito, individual o colectivo".
Un año especialmente duro
Para la Casa Real en general, y Don Felipe en particular, este año ha sido duro. El caso Urdangarin, con el goteo de datos sobre el supuesto uso privado que hicieron los duques de Palma de dinero público, está resultando especialmente dañino.En esta ocasión especial ha podido más que nunca hacer sentir su voz, el Príncipe se ha dirigido con especial ahínco al pueblo español, exhausto tras cinco años de dura crisis: "Los hombres y mujeres de España han hecho frente con gran coraje a la adversidad, y han mostrado una capacidad de sacrificio fuera de toda duda. Son muchos, son millones los españoles que cada día batallan para salir adelante con honestidad, con esfuerzo, con valentía y con humildad; ellos son los que realmente hacen de España una gran Nación que vale la pena vivir, y querer, y por la que merece la pena luchar".
el dispensador dice: los ángulos de la historia no deben ser pasados por alto... nadie ni nada puede prescindir de la historia escrita, pero sí se puede modificar el curso a partir de asumir, comprender, entender, dimensionar, los errores cursados... España es ángulo de la cultura hispana, lo es por derecho propio. Las culturas no las hacen ni los reyes ni los políticos, sí la construyen las gentes anónimas mediante sus aportes a las rutinas... y entre dichas gentes anónimas y desconocidas, están aquellos que miran el mundo desde las bohemias, desde las letras íntimas, desde las telas y los colores que residen en sus espíritus, desde las capacidades para dar forma a un mármol frío o a una resina informe... desde los talentos para enlazar notas en un pentagrama, o bien en interpretar las artes sobre un escenario, en la calle, o en arte urbano... ellos hacen del silencio un valor agregado. Léase, estos anónimos aportan al sostenimiento del ángulo como tal... aportan a la memoria colectiva y a la inteligencia social, pero mejor aún, nutren a la consciencia pública cuya voz se torna inaudible para el poder y sus formas. De ello se alimenta la raza y sus linajes.
España es demasiado importante en el concierto de occidente, y es angular en las expresiones culturales de gran parte del mundo humano... porque ha ocupado un espacio que ya le es inherente, le pertenece por derecho creativo... por ende, ningún político oportunista, ninguna clase política en uso y abuso de su espacio, puede diezmar y/o restar a dicho lugar adquirido por derecho participativo. No obstante ello, se hace necesario sostener las presencias... alimentarlas hacia adelante... retroalimentarlas... sostenerlas... y ninguna cultura ni ningún hecho cultural pueden ser condicionados por cuestiones económicas, estados de crisis financieras, o estados de caos inducidos por terceros interesados en la imposición de atrasos...
Antes de pertenecer a la mal llamada Unión Europea, España se merece a sí misma... ya que Iberoamérica es una unidad cultural, diversa, pero homogénea en lo heterogéneo que alimenta a cualquier expresión cultural, sumatoria de sentidos y sentimientos de un modo singular de ver la vida...
Europa ha culpado a España y la ha denigrado públicamente por supuestos errores de administración política y económica... la ha obligado a ir en contra de sí misma y en contra de su gente, pero peor aún, la ha obligado a ir en contra de su entidad cultural, algo inaceptable en esencia. Algo parecido a lo acaecido con América Latina durante el imperio de los años noventa... pero exacerbado por el hecho político de pertenecer a una Europa que recita la integración pero la desdeña, despreciando el sentido de las convicciones y alentando las conveniencias de unos pocos en desmedro de los muchos, esto es quebrando las identidades.
La crisis de España, es en verdad una crisis inducida por impericia del pensamiento medieval reinante en una parte de la sociedad europea... un pensamiento que carece de capacidad de lectura de las realidades, así como carece de sentido para medir las consecuencias de sus negligencias...
más allá, ninguna crisis puede poner en tela de juicio las raíces, ni tampoco las expresiones culturales (incluyendo en ello las ciencias), ya que ello denigra la consciencia social y pública.
España es la fuente de Iberoamérica... e Iberoamérica es la fuente que retroalimenta a la ultura hispana, unidas por una ecuación ya indisoluble...
La cultura no puede ser sometida a las sin razones de la economía... porque ninguna economía resuelve los sentidos ni los sentimientos de las gentes... que son las que le agregan valor a través de sus auténticas expresiones.
OCTUBRE 27, 2013.-
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