domingo, 20 de octubre de 2013

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ARTE | Exposición

Cuando París fue joven

[foto de la noticia]
  • La Plaza del Trocadéro acoge una expocición sobre el Art Decó
Anita Barka saluda al espectador bailando desnuda desde el cartel de la exposición '1925: cuando el Art Decó sedujo al mundo', que la Cité de l'Architecture et du Patrimoine acoge hasta el 17 de febrero de 2014. Su silueta dorada envuelta en semicírculos concéntricos que evocan las plumas de su tocado -¿o acaso son nubes?-, cincelada en bajo relieve en 1928 para la fachada de la entrada del teatro de variedades Folies-Bergères, es una de las obras más representativas del arquitecto y decorador Maurice Pico y el símbolo de toda una época.

Una época de glamour y liberación en los usos sociales, heredera de la revolución industrial, en la que cuajó entre las clases acomodadas la fascinación por la arquitectura, el interiorismo, los avances tecnológicos y el viaje hedonista. Durante la primera mitad del siglo XX, el mundo occidental decidió ser irrefrenablemente moderno y sólo la Gran Guerra puso un paréntesis trágico y sombrío a esta explosión de estilo encuadrada por el auge de las Exposiciones Universales.
Gabriel Moiselet.
Gabriel Moiselet.
Ahora el Palais de Chaillot recupera el esplendor de aquellos tiempos centrándose en ese Art Decó imperante en los Años Locos, que representa con sus formas depuradas y geométricas el primer movimiento artístico verdaderamente industrializado de nuestra era.

Y qué mejor sitio para organizar este fascinante viaje al pasado que el emblemático edificio de la Plaza del Trocadéro, construido por los arquitectos Azéma, Carlu y Boileau para la Expo de 1937 sobre la colina de Chaillot que domina la orilla derecha del Sena en el XVIème Arrodissement parisino. Esta obra maestra arquitectónica del Decó entró en la historia el 10 de diciembre de 1948 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó aquí la Declaración Universal de los Derechos Humanos y alberga hoy, entre otros espacios, el Museo de Arquitectura.

En su sótano de trazado semicircular, los comisarios Emmanuel Bréon y Philippe Rivoirard han concebido un recorrido muy didáctico que, apoyándose en una escenografía retro creada para la ocasión por los interiorista Groult, Rocca y Dodi, comienza por explicar la diferencia entre el Art Decó (1919-1940) y el movimiento que lo precedió: ese Art Nouveau (1890-1914) tan característico de la Belle Époque, que con su exhuberancia vegetal logró enterrar en su día el eclecticismo decadente del Segundo Imperio.

Un Bugatti de la época.Un Bugatti de la época.
Hechas las oportunas aclaraciones estilísticas, el visitante descubre después los motivos iconográficos del Decó: sus líneas limpias, colores vivos y formas geométricas, su desprejuiciada opulencia y su capacidad para integrar diferentes artes (arquitectura, interiorismo, grafismo, moda, diseño), como testimonio de una sociedad que se libera, se moderniza, se diversifica culturalmente y pronto extiende su influencia estética a la esfera internacional.

Es el triunfo de la mujer moderna y consumista, que se corta el pelo a lo 'garçon' y fuma, conduce descapotables o aviones, sale, trabaja y hasta vota (o pelea por ello). Para ella, Jean Patou, Paul Poiret o Madame Grès crearán vestidos sueltos y perfumes exóticos con frascos de diseños extravagantes y angulosos. Pero no sólo de 'couturiers' vive este movimiento: también hay arquitectos como Henri Sauvage –a quien debemos el edificio de La Samaritaine–, Robert Mallet-Stevens, Roger-Henri Expert o Peter Patout, diseñadores como André Vera, Louis Sue o Jacques-Emile Ruhlmann y decoradores como André Mare.

Todos están presentes en esta primera gran retrospectiva que sitúa el punto álgido del Art Decó en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales de 1925 en París y muestra las singularidades del estilo a través de muebles, maquetas, bocetos, esculturas, pinturas, ropa y coches de época u otros objetos de arte a lo largo de 1.100 metros cuadrados de salas, en las que no faltan pantallas interactivas para realizar un recorrido virtual por el legendario paquebote Normandie ni un espacio para que el público joven se familiarice jugando con los portafolios de colores, telas, papeles pintados, juguetes, revistas y libros que también marcaron el devenir de aquellas fascinantes Annés Folles.






El perfil de La Samaritaine.

el dispensador dice:
algo te caracteriza,
será por sensibilidad,
será por la risa,
será por las urgencias que te llevan sin prisa,
será por el arte que emanan tus calles,
será por convergencias que llaman e invitan...
algo hay en lo que te caracteriza,
que te hace dulce, suave y distinta,
hay letras flotando en cada esquina,
vistes de luz a los que te visitan,
descubriendo las huellas que los traen,
descubriendo qué sombras son las que los limitan...

hubo un tiempo de creación imprudente,
hay sabidurías escondidas en las bohemias vehementes,
cuando se traducen mediante artes consecuentes,
se conjugan los tiempos, convocando a las mentes...
y de pronto cualquier cosa te captura y te sorprende,
hay patrimonio que distingue sin necesidad de lentes,
algo invita a observar paciente,
mientras andas respiras culturas surgentes...

se ilumina la noche,
hasta puedes verte,
algo más que acuarelas parecen envolverte,
la cultura es suave y hasta inocente,
cuando entiendes cómo amarla,
te revelas presente...
cuanto más pasa el tiempo,
ya no quieres desprenderte,
algo te atrapa... 
ya no puedes abstraerte,
eres parte del arte, su expresión y su suerte.
OCTUBRE 20, 2013.-
 

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