Carmen Calvo, cazadora de imágenes
La artista expone en 'El festín de la araña' una treintena de obras realizadas en los últimos años
Hace tres décadas que Carmen Calvo (Valencia, 1950) ocupa uno de los primeros lugares de la actividad artística española. Su manera de reinterpretar imágenes fotográficas y objetos la llevó en 1997 a la bienal de Venecia en un espacio compartido con Joan Brossa. Su presencia en galerías y museos es constante. Sin embargo, hacía tres años que Calvo no exponía en Madrid. Esa ausencia hace especialmente interesante la retrospectiva que hasta el 9 de noviembre se expone en la galería Fernández-Braso (Villanueva, 30). Bajo el título de El festín de la araña, el mismo de la ópera compuesta por Albert Roussel en 1913, Calvo ha reunido una treintena de obras realizadas en los últimos años.
Como la cazadora de imágenes que siempre ha sido, Carmen Calvo expone obras en las que la pintura ha intervenido sobre viejas fotografías. Son imágenes de grupo o individuales, algunas de niños, sobre las que vierte trazos de color o inserta objetos (tizas, pequeños brazos, cera), formando sus personalísimos collages.
En las obras más recientes, la artista valenciana actúa sobre partituras musicales y páginas literarias. Al igual que le ocurre con la fotografía, Calvo escoge aquello que le gusta para darle una segunda vida. La trasformación de la pieza original consiste en transformar el argumento y los personajes anteriores en un claro desafío al tiempo.
Como la cazadora de imágenes que siempre ha sido, Carmen Calvo expone obras en las que la pintura ha intervenido sobre viejas fotografías. Son imágenes de grupo o individuales, algunas de niños, sobre las que vierte trazos de color o inserta objetos (tizas, pequeños brazos, cera), formando sus personalísimos collages.
En las obras más recientes, la artista valenciana actúa sobre partituras musicales y páginas literarias. Al igual que le ocurre con la fotografía, Calvo escoge aquello que le gusta para darle una segunda vida. La trasformación de la pieza original consiste en transformar el argumento y los personajes anteriores en un claro desafío al tiempo.
Obra 'Y no ha quedado para nadie' de la artista Carmen Calvo
el dispensador dice:
de pronto el rostro se hace mancha,
se desdibuja mientras sus pinturas se derraman,
lágrimas buscando sus ramas,
recuerdos que enlazan el alma,
la fotografía no alcanza,
para revelar lo que pasa,
un retrato hace falta,
con acuarelas licuadas,
con óleos a modo de chorreadas,
las imágenes se superponen,
mientras el espíritu se delata,
cuando atropella la vida,
lo que se daña es el alma...
depende de cómo se ve,
depende de cómo se lo retrata,
hay perspectivas que superan,
lo que a la vista no se destapa,
cuando se corren las pinturas,
lo que se expone... atrapa...
parece como si la vida,
se envolviera en telas de arañas,
cuanto más se sacuden las voluntades,
los esfuerzos se detienen... mientras otras miradas no asisten... ni siquiera rescatan...
asumiendo los disimulos,
pretendiendo aislar a los que se salvan...
se detienen las imágenes,
cuando la que habla es el alma.
OCTUBRE 16, 2013.-
el dispensador dice:
de pronto el rostro se hace mancha,
se desdibuja mientras sus pinturas se derraman,
lágrimas buscando sus ramas,
recuerdos que enlazan el alma,
la fotografía no alcanza,
para revelar lo que pasa,
un retrato hace falta,
con acuarelas licuadas,
con óleos a modo de chorreadas,
las imágenes se superponen,
mientras el espíritu se delata,
cuando atropella la vida,
lo que se daña es el alma...
depende de cómo se ve,
depende de cómo se lo retrata,
hay perspectivas que superan,
lo que a la vista no se destapa,
cuando se corren las pinturas,
lo que se expone... atrapa...
parece como si la vida,
se envolviera en telas de arañas,
cuanto más se sacuden las voluntades,
los esfuerzos se detienen... mientras otras miradas no asisten... ni siquiera rescatan...
asumiendo los disimulos,
pretendiendo aislar a los que se salvan...
se detienen las imágenes,
cuando la que habla es el alma.
OCTUBRE 16, 2013.-
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