sábado, 13 de julio de 2013

ORIGAMI DEL PENSAMIENTO || El escritor sin imaginación | Cultura | EL PAÍS

El escritor sin imaginación | Cultura | EL PAÍS

El escritor sin imaginación

El polifacético autor argentino Fabián Casas publica en España ‘Todos los ensayos bonsái’, ampliación de una obra que fue un fenómeno en su país

 


Fabián Casas en Buenos Aires. / Ricardo Ceppi
 

El poeta, narrador y ensayista, Fabián Casas (Buenos Aires, 1965) está contento de ser periodista. “Si hubiera escrito Harry Potter, no trabajaría más. Pero escribo con mucho tiempo. Desde hace 30 años me dedico a estudiar y leer poesía y filosofía, con tiempo y dedicación. El trabajo como periodista me permite evitar salir a vender cosas que no me interesan”, explica el escritor argentino de 48 años que en 2012 publicó en España su única novela, Ocio (Alpha Decay), que data de 2000. Este año repite lanzamiento con Todos los ensayos bonsái (Mondadori), que amplía un libro editado en su país en 2007 con el nombre Ensayos bonsái.

En Argentina, Ocio está agotada en las librerías. Casas se ríe cuando este cronista le cuenta que solo ha sido capaz de conseguirlo en versión digital y en alemán. “Te pasó como a Borges, que leyó por primera vez el Quijote en inglés”, responde este profeta del boedismo zen, en alusión a su barrio, el tanguero Boedo, el del San Lorenzo, el club al que sigue tanto como su amigo Viggo Mortensen.

El actor estadounidense, criado en Argentina, editó en 2009 una antología de poesía en la que el autor aparece, además de actuar en una próxima película cuyo guionista es Casas. “A mí me gusta mixturar, soy como un soldador. Tomo de lo oriental y de acá. No me gusta la gente que hace un culto de sí mismo, me interesa más la que es capaz de reírse y reconocer que muchas de las boludeces que escribe son boludeces totales”, opina en un bar antiguo del barrio de Colegiales, cerca de la heterogénea revista agrícola y cultural que edita, El Federal.

“Un libro es como un bumerán que vos tirás en algún momento de tu vida y no sabés cuándo va a volver”, responde cuando se le pregunta por la publicación de sus libros en España. “Quizá cuando estés muerto”, espeta al tiempo que reconoce que en su país “el escritor no ocupa ningún lugar”. Extremo que no le inquieta: “Nunca me preocupé por mi obra como objeto de mercancía”.

Ocio tiene mucho de autobiográfico. “No tengo imaginación”, asegura. “Es un relato anticapitalista porque significa que el ocio, estar encerrado en tu cuarto cuando sos chico, lo que escuchás, lo que leés, es un ocio productivo, aun cuando para todo el mundo signifique lo contrario”. Fabián Casas rememora con Ocio su infancia en casa de sus padres. “La historia es la de un adolescente al que se le murió su madre. Yo tengo dos hermanos y en la novela solo aparece uno por mi incapacidad narrativa para manejar dos personajes”. Convencido de que escribir es un ejercicio contra las habilidades de uno mismo, el escritor dejó temporalmente la poesía para abordar un género que le era novedoso. Siempre ayudado por amigos y colegas como Rodolfo Fogwill. “Ahora quiero escribir teatro. A una directora, Romina Paula, le paso mis obras y me dice que son malísimas, pero sigo”, cuenta con una sonrisa.

Su último libro editado en España, Todos los ensayos bonsái, recopila algunos textos publicados en blogs. “En un momento dado empecé a escribir ensayos de temas que me interesaban”, relata quien ha escrito sobre los Beatles, Roberto Bolaño, Hugo Chávez o la selección argentina de fútbol. Antiguo periodista deportivo, del periódico Olé y la revista El Gráfico, cuenta que es capaz de despachar ensayos en media hora, aunque otros le lleven una semana. “Recuerdo uno de Pink Floyd que lo dejaba, lo agarraba. Eso es lo bueno de tener agenda propia. Llamaba a mis amigos y lo subían \[a Internet\]”, admite quien había publicado en España en 2011 sus cuentos Los Lemmings y otros (Alpha Decay).

Algunos de sus ensayos tratan asuntos argentinos. “Escribo para un lector que no sea perezoso. El lector de web por lo general es más superficial, no quiere detenerse. No puede leer Ana Karenina porque la riqueza de Tolstói está en los detalles”, reflexiona Casas. Otro ensayo sobre periodistas deportivos llevó a que sus colegas lo quisieran “matar”. Y hay uno especial que se refiere a su amigo y poeta Ezequiel Alemián, autor de Me gustaría ser un animal: “Es un libro fascinante. Ezequiel es ese tipo de escritor fundamental para que la literatura avance. Por el contrario, el que paraliza es aquel que de alguna manera dice siempre lo que se tiene que escuchar. Y hay escritores que peinan a contrapelo, no importa si no se entiende nada”.


notas al margen, del dispensador:
Origami - Wikipedia, la enciclopedia libre

Origami

De Wikipedia, la enciclopedia libre
    

Grulla de papel.
Video para hacer una grulla con dobleces.
El origami (折り紙?) es el arte de origen japonés consistente en el plegado de papel para obtener figuras de formas variadas. En español se denomina usualmente papiroflexia, aunque su nombre oriental, origami, también está muy extendido. Otra palabra para referirse a este arte es cocotología.
En el origami no se utilizan tijeras ni pegamento o grapas, tan sólo el papel y las manos. Aún así, con sólo algunas hojas de papel pueden obtenerse distintos cuerpos geométricos (incluso poliedros) y figuras parecidas a la realidad (animales, personas, flores, objetos, etc). Las distintas figuras obtenidas a partir de una hoja de papel pueden presentar diferentes áreas (según la porción de papel que queda debajo de otra) y varios volúmenes.
La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de distintos tamaños y simbología partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que pueden ir desde sencillos modelos hasta plegados de gran complejidad. Los sujetos preferidos para modelar son animales y otros elementos de la naturaleza como flores y árboles entre otros motivos.
Con el origami se hace posible elaborar lo pensado y lo inimaginable, todo lo que constituye el medio que nos rodea y en el cual vivimos: Fauna y flora de todos los continentes, la vida urbana, herramientas de nuestra cotidianidad, dinosaurios, dragones, estrellas y otros astros que imiten el universo.


el dispensador dice:
tal te lo dije alguna vez, así como las ideas son esferas, que ocupan un mundo tangible y paralelo, accesible desde otros planos de la consciencia y con mayores capacidades en los sentidos... del mismo modo, el pensamiento genera geometrías espaciales que se ven acompañadas por alquimias invisibles, empatías y rechazos, conformidades y aplazos... sí, aunque no lo creas, el pensamiento se dobla... se estira hasta curvarse tal sucede con el tiempo y la luz en el espacio sideral... adquiriendo formas notables, pudiendo incluso hasta ocupar modelos semejantes a los cristales, complejos como los fractales... siendo resistente, pero también frágil.

origami del pensamiento,
origami de los sentimientos,
doblas una esquina,
y te encuentras con un recuerdo,
algo se inserta en la mente,
una imagen de otro tiempo,
tal vez de este mismo ayer,
tal vez de algún lejano momento,
que se grabó sin querer,
importado por algún viento,
atrapándose entre neuronas,
imágenes que se evocan,
por raros artilugios del tiempo,
haciendo que la vida recree... estirpes de distintos momentos...

y nuevamente,
origami del pensamiento,
origami del sentimiento,
alguna observación,
que ha llamado la atención,
despierta la reflexión,
alienta cierta curiosidad,
¿qué habría de pasar,
si el destino no puedes doblar?,
pues siempre se debe esperar,
a que la estrella se muestre al brillar,
ya que eso será señal,
para que puedas tu árbol plantar,
entonces echará raíz,
y buenos frutos dará...

entonces debes saber,
que el pensamiento se puede doblar,
confiriéndole geometría original,
con suficiente grado espacial,
hasta proyectarla a la eternidad,
ya que el pensamiento puede regresar,
a ser idea original,
conservando una energía esferoidal,
que la hace sin igual...

entonces debes saber,
que el sentimiento también se puede doblar,
asumiendo una geometría singular,
dependiendo de los pensamientos que se vayan a destacar,
de las intenciones que se puedan valorar,
de las acciones que se puedan honrar,
ya que el pensamiento es angular,
dispersable en cualquier dimensión espacial...

por ello,
justo es reconocer,
que la imaginación se puede sembrar,
al modo de la miel en un panal,
al modo de un huerto sideral,
el que habrá de permanecer,
para toda posteridad,
porque entonces cabe agregar,
que el pensamiento no es,
patrimonio de humanidad,
sino que suele permanecer,
para cualquiera que merezca su destellar...

por ello no lo dejes pasar,
comienza por aprender,
cómo tu pensamiento puedes doblar,
y te lo puedo asegurar,
estas geometrías te sorprenderán.
JULIO 13, 2013.-



 

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