domingo, 28 de julio de 2013

ALUCINANDO ► Para que diciendo, sea - La Gaceta

Para que diciendo, sea - La Gaceta

Para que diciendo, sea


Poesía
PALABRA ALUCINADA
ARIADNA CHAVES
(La aguja de Buffon - Tucumán)
Fue un martes -día de brujas, pero no para mí- cuando llegó a mis manos Palabra Alucinada, el último libro de la notable poeta tucumana Ariadna Chaves. Inmediatamente frente a la tapa del libro, enmarcado por la pintura Alucinación, de Antonio Berni, me permití inferir que la autora, con el vuelo lírico que le es propio, rubricaba desde el título la indisoluble ligazón vital que existe entre la potencia de la palabra que designa, transforma e inaugura mundos, con los fulgores de la alucinación; cuando alucinación se equipara a deslumbramiento, a trascendencia, a vuelo, a encuentro. A ese encuentro con la palabra que llevó a nuestros antepasados a considerarla sagrada.

Sabido es que, desde tiempos fundacionales, la palabra ha facultado al hombre y particularmente a los poetas, para leer la realidad por dentro, para encontrarse consigo mismo y así alcanzar un secreto dialogante al cual dirigir su palpitación interior nombrando. Misterioso y excelso don artístico, que Ariadna Chaves refleja en cada uno de los versos que laten en Palabra Alucinada.

Dialógicamente la autora edifica poemas que apelan, que conmueven, que sacuden, que perfuman pero que, esencialmente, invitan a un lugar de encuentro entre la interioridad y las cosas del mundo y entre las cosas del mundo y la interioridad, para que ambos avancen hacia el corazón del hombre y diciéndose sean.

© LA GACETA
Honoria Zalaya De Nader 

Plenitud *
Por Ariadna Chaves
Para LA GACETA - TUCUMÁN

Sólo por decir tu nombre
has aligerado la mañana
y has incorporado
un planeta a la alegría.

Al conjugarse
la brisa origina su cadencia,
un manantial azul
ha nacido en mis pulmones.

Llave breve
felicidad de un instante
que al pasar,
ha enriquecido las arterias.

En la gracia inicial
se mueven las secretas formas,
hoy, sobre ese mundo
me han creado.

Porque un nombre
se ha reunido con altas cifras
del sueño y del delirio,
ahora sé que un pájaro
canta en la tierra
donde aprendemos
a vivir.

*Forma parte de Palabra alucinada.


el dispensador dice:
alucinando,
es necesario tener cuidado,
con aquello que se haya dicho,
o con lo que se haya pronunciado,
ya que las palabras llevan carga,
pudiendo contener heridas,
pudiendo golpear con alegrías,
pudiendo atravesar el alma,
incluyendo en ello con desdichas,
trapisondas y otras mentiras,
que suelen pesar en las espaldas,
tanto como amargar los días,
sosteniéndose en el tiempo,
según el daño y el momento que transcurría...

también debo decirte,
alucinando,
que una palabra oportuna,
puede salvar una vida,
imponiéndole en sus ritmos,
una dosis de alegría,
ya que puede cambiar los polos,
y hacer de una lágrima,
muchas sonrisas,
no dependiendo de las prisas,
sino de las aves que trinan,
nutriendo algún instante,
de cánticos que magnetizan,
al que espera cambiar el signo,
del horizonte que mira...

alucinando,
he atendido una voz,
que en la mente algo me decía,
lo sucedido o lo ocurrido,
puede olvidarse algún día,
siempre que se vea en mañana,
la gracia recibida,
de poder tener un buen día...
JULIO 28, 2013.-

si tu alma está dispuesta,
si tu FE está puesta en ella,
descubrirás a su tiempo,
que lo que haya pronunciado,
puede transformarse en un "así sea"...
 

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