lunes, 15 de julio de 2013

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Viaje a Babilonia con el Gilgamesh, la primera obra >> Papeles Perdidos >> Blogs EL PAÍS

La vuelta al mundo literaria / 1

Viaje a Babilonia con el Gilgamesh, la primera obra

Por: Winston Manrique Sabogal15/07/2013
Babilonia
Reconstrucción del palacio de Nimrud, en Babilonia, con el zigurat al fondo, de James Fergusson.
* Primera entrega de la serie La vuelta al mundo literaria en la que los invitamos a viajar a países, ciudades, regiones o espacios naturales a través de grandes libros de escritores de todos los tiempos. Será todos los lunes, miércoles y viernes, desde hoy 15 de julio y hasta el 31 de agosto.

Viaje a Babilonia con Gilgamesh
“Voy a presentar al mundo / A aquel que todo lo ha visto, / Ha conocido la tierra entera, / Penetrado todas las cosas, / Y en redor explorado / Todo lo que está oculto / Excelente en sabiduría, / Todo lo abarcó con la mirada: / Contempló los secretos, / Descubrió los Misterios / Nos ha incluso contado / sobre antes del Diluvio.”
Este es el primer soplo literario del ser humano.
Así empieza la primera obra literaria conocida: La epopeya de Gilgamesh, escrita hace 35 siglos en Mesopotamia. Allí, en el extinguido mundo entre los legendarios ríos Tigris y Éufrates de Oriente Próximo, empezamos La vuelta al mundo literaria. Un recorrido vacacional por países, regiones, ciudades, rincones o espacios naturales teniendo como guías grandes obras y escritores de todos los tiempos.
LaepopeyadeGilgamesh(Akal)Y qué mejor que empezar este periplo con el Gilgamesh, donde anida el primer aliento del ser humano por contar una historia, por contar la vida, por contar el mundo y los mundos, una de las pruebas de su intención de trascendencia; y de compartir lo visto, lo oído y lo hablado a través de la palabra impresa. Escrita en tablillas de arcilla, esta epopeya fue descubierta en el siglo XIX y consta de tres mil versos, de los cuales han llegado hasta nosotros solo las dos terceras partes, y fragmentadas, pero suficientes para conocer su leyenda: es la vida del gran rey Gilgamesh, amo de las tierras de Uruk, su amistad con Enkidu, sus aventuras y avatares que van más allá de los hechos porque él es un hombre que no quiere morir y trata de buscar la manera de huir del único destino común a todos.
Ecos humanos que no hacen más que confirmar la naturaleza de las personas en los diferentes lugares, épocas y condiciones. Ecos de Mesopotamia, fecunda civilización formada por sumerios y acadios.
Más allá de esta comprobación que nos recuerda, una vez más, nuestra condición y el invisible aliento que une todas las historias de hombres y mujeres, la lectura de La epopeya de Gilgamesh nos permite hacer un viaje en el tiempo, contemplar otra época, escuchar el palpitar de un pueblo mítico donde floreció una gran civilización que aportó muchas cosas a la humanidad.
Con ella somos testigos de una cultura, de la manera como actuaban o sentían, de cómo afrontaban la vida:
"La cortesana / Se volvió entonces hacia él, hacia Enkidu: / Eres hermoso, Enkidu, / Semejante a un dios, / ¿Para qué recorres la estepa / Con bestias? Déjame conducirte / A Uruk la de los cercados, / A la santa morada, / Residencia de Anu y de Ishtar, / Allí se encuentra Gilgamesh, / De extraordinario vigor, / Que, semejante a un búfalo, / Vence a los más jóvenes. / Mientras ella le exhortaba, / Él aceptaba sus palabras, /(...)
Ven, Enkidu / A Uruk la de los cercados, / Donde los jóvenes / Se engalanan con fajines; / Donde cada día / es una fiesta; / Donde no cesan / De escucharse los tambores..."
Más adelante nos asomamos a otras aventuras:
“Inmóviles/ Ante el lindero del Bosque / Contemplaban / La altura de los Cedros / Y examinaban / La linde / El deambular de Humbaba / Había dejado huellas: / Senderos muy rectos y / Caminos muy delimitados / Y a lo lejos se veía / La Montaña de los Cedros / Residencia de los dioses / Santuario de la Santa Irnini / Delante de esta Montaña / Los Cedros se mostraban en toda su frondosidad: / Deliciosa era su sombra, / ¡Y todo embriagado de perfumes! /
El bosque estaba cubierto / Por un denso matorral. / Cedros Ballukku, olorosos () / Un primer foso lo rodeaba / De diez kilómetros de largo / Después otro, / Solamente de dos tercios"
Empezada esta vuelta literaria por el mundo, ahora es el turno de ustedes para que comenten La epopeya de Gilgamesh y propongan otros libros que hablen de Mesopotamia y Babilonia.
* La epopeya de Gilgamesh. El gran hombre que no quería morir. Anónimo. Edición de Jean Bottéro. Traducción del francés de Pedro López Barja de Quiroga. (Editorial Akal).


el dispensador dice: 
el mundo guarda sus epopeyas,
nadie puede permanecer sin ellas,
como nadie puede aventurarse a las estrellas,
sin saber cómo desprenderse,
sin perder la propia huella.

se describen notables experiencias,
tienen más de sabidurías,
que lo que guardan muchas ciencias,
para ello se necesitan lecturas intermedias,
nada es como parece cuando por delante de la sombra... no se deja huella.

¿tienes tu propia epopeya?,
¿eres testigo de tu propia esencia?,
¿hacia dónde conduce la palabra que pronuncias?,
¿hacia dónde lleva aquello que no luces?,
¿cuando te pronuncias, te encuentras?...
¿dónde queda Babilonia, cuando se termina la fiesta?,
debes encajar en la propia historia,
para saber si eres parte de ella.
JULIO 15, 2013.-

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