domingo, 7 de julio de 2013

QUIETUDES ► El sonido de la naturaleza | elmundo.es

El sonido de la naturaleza | elmundo.es

UNA MEZCLA DE AGUAS


Carlos de Hita


Los bosques de la Alhambra, los surtidores, acequias y sumideros del patio de los Arrayanes, los estanques del Generalife, la escalera del agua, los jardines del Real Alcázar de Sevilla, el patio de la Alcubilla, los jardines de La Granja, en la falda del Guadarrama, Yuste… Lo que sigue es una mezcla de aguas, un recorrido, esta vez sin palabras,  por una vieja sabiduría, la del uso del agua en los jardines históricos. Por todos ellos en general,  por ninguno en particular.

Amanece en una arboleda. Abajo, a nuestros pies, el agua corre por las acequias y algunas ranas, pocas, croan al frescor de la mañana. Arriba y a lo lejos, desde las copas, silban las oropéndolas y arrullan las tórtolas turcas.

De un espacio abierto a un horizonte cerrado: en el borde de una acequia murmura el agua, silba un ruiseñor bastardo, parlotea una curruca capirotada, oculta en una maraña y zumban los insectos.

El agua sigue encerrada en un caz pero resuena ahora en un patio cerrado y la reverberación dibuja el espacio, las paredes de piedra. Los chillidos de los vencejos pasan por encima, describiendo círculos cerrados, mientras el agua borbotea en un surtidor, se encierra en un sumidero,  cae en cascada a una pila o se remansa y dispersa por una alberca. Un ruiseñor le disputa al agua todo protagonismo.

Foto
El patio de los arrayanes de la Alhambra de Granada. | Jesús G. Hinchado

Atardece y la corriente riega unas huertas; hace calor, en el aire suenan las chicharras y su sonido, rítmico, se confunde con el sonido, también rítmico, del agua lanzada a presión por los aspersores. La luz va cayendo, sube la humedad. A la puesta de sol, el jardín cobra nueva vida: croan las ranas a coro, estridulan los grillos, los autillos silban a intervalos exactos y la voz líquida de los ruiseñores llega desde las cuatro esquinas del jardín. 


el dispensador dice:
había quietud en el lugar,
extraña paz flotando en el aire,
podía escucharse a las aves revolotear en los jardines,
conversaban entre ellas,
alas mediante,
las gentes aún no circulaban,
eran escasas las presencias,
el ambiente no pesaba,
no había densidades en los parques,
no había bullicios,
sólo quietudes en el aire...
había una gran fuente,
aguas quietas reflejándose en la mente,
¿qué sería de las vidas si se respetaran las gentes?,
¿qué sería de las vidas si se valoraran las fuentes?,
¿qué sería de las vidas si las mentiras se alejaran de las gentes?,
hay mucha soberbia suelta,
recorrió mi mente...
hay mucho desprecio cultivado,
recorrió mi mente...
muchos de estos males son patrimonio de occidente,
me dije a mi mismo,
en la soledad de ser paciente...
permanecí viendo mi reflejo,
me descubrí envejeciendo de "viejo",
me descubrí en mi propio recuerdo...
y simplemente me fui,
sabiendo que, aún lejos,
en esas aguas había quedado mi reflejo.
JULIO 07, 2013.-
recuerdos de Angkor... o de cualquier lugar donde los fundamentos superaron a los intentos.

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