Los números rojos del Thyssen
El centro recibió menos visitantes y subvenciones respecto a 2012
El Prado y el Reina Sofía también registraron pérdidas
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Menos visitantes, con menor disposición a gastar dinero en el museo y una severa caída en las subvenciones. La tormenta perfecta que se cernió en 2013 sobre la Fundación Thyssen-Bornemisza dio ayer como resultado la publicación en el Boletín Oficial del Estado de unos resultados económicos llamativos: el año pasado, el museo perdió 5,2 millones de euros, cifra muy superior a la registrada en 2012, cuando la institución arrojó un saldo negativo de 22.462 euros. Evelio Acevedo, director gerente del museo, explica que los datos no pueden abstraerse de la crisis de consumo y de las previsiones de la propia institución. “El Thyssen ha tenido un déficit estructural desde su creación que oscilaba entre los 5,5 y los 6,5 millones de euros. En nuestro presupuesto anticipado para 2013 registramos una pérdida de 7,8 millones y con los ajustes realizados hemos conseguido mejorar las previsiones en un 33%, hasta los 5,2 millones”.
Los números rojos volverán a aparecer probablemente en los balances de 2014 y 2015. Lo que la institución va a tratar de evitar es el descenso de visitantes que se registró el pasado ejercicio y que ha continuado a lo largo de este año.
El museo recibió 944.346 visitas en 2013, lo que contribuyó al saldo negativo: en 2012 fueron 1.250.000, casi un 25% más. Cierto es que la cifra es prácticamente idéntica a las previsiones avanzadas del Thyssen para 2013. No fueron suficientes exposiciones tan celebradas comoImpresionismo y aire libre, Hiperrealismo 1967-2012 o la que el centro dedicó a Camille Pissarro. O quizás simplemente fuera imposible igualar los resultados de la muestra de Hopper que fue el gran éxito de la pinacoteca en 2012.
La menor afluencia de público se refleja también en una disminución de los ingresos que el museo percibió por las actividades al margen de las exposiciones (cafetería, tienda, venta de merchandising...): 3,5 millones, respecto a los 4,9 de 2012. De hecho, el gasto por persona bajó hasta los 2,83 euros, inferior tanto respecto al que el museo había previsto (3,59) como a los números correspondientes al ejercicio anterior de 2012.
El plan estratégico puesto en marcha por el Thyssen pasa por ampliar su mercado con propuestas que atraigan a un mayor número de visitantes extranjeros y campañas específicas destinadas al público español, tal y como explica Acevedo. La captación de patrocinadores, reducidos ahora a la mínima expresión, es otro de los grandes objetivos para evitar incrementar el déficit durante las próximas temporadas. Su mayor patrocinador, Caja Madrid, llegó a desembolsar hasta tres millones de euros en años de bonanza. La aportación se esfumó con la llegada de la recesión económca.
Pese a todo, la Fundación Thyssen consiguió ingresar 20.925.783 euros, con un leve aumento respecto a los poco más de 19 millones del año anterior. Y eso que las subvenciones públicas se redujeron hasta los 2,6 millones. Sin embargo, la Fundación tuvo que hacer frente a unos gastos que ascienden a más de 26 millones, de ahí el saldo final sea negativo.
Las cuentas del Thyssen llegan apenas cuatro días después de que el Reina Sofía presentara su nueva temporada y su director, Manuel Borja-Villel, explicara que el museo tuvo más gastos que ingresos y necesitó recurrir a 1.161.506 de su tesorería, para cubrir la diferencia. No contarán para este ejercicio con el enorme tirón que supuso la gran exposición de Dalí, que atrajo al museo nacional más de 700.000 visitantes hasta convertirla en la muestra más visitada en España desde que se guarda memoria.
Hace un mes se publicaron en el BOE también las cuentas del Prado, que hablaron de una pérdida de ingresos de 6.099.136 euros en el balance correspondiente de 2013. El hachazo, continuado durante los últimos años, en las aportaciones ministeriales está siendo contrarrestado por los gerentes del museo con una política decidida de búsqueda de recursos propios, que ya alcanzan el 70% del presupuesto de la pinacoteca madrileña.
el dispensador dice: tal como te lo he dicho en diversas oportunidades, mi vida se ha compartido entre la salud y la investigación, la conducción y el liderazgo, el arte y el hartazgo, la inocencia y el verme atropellado, todo ello al igual que cualquier ser humano... mucho es lo que he estudiado (y lo sigo haciendo)... mucho es en lo que me he formado... porque me caracterizo por ser inquieto, esté aquí, allá, o en cualquier otro lado... sí te puedo asegurar, que he amado todo aquello en lo que he participado, en lo que me he visto involucrado, porque al ser "pobre por convicción" nunca nada me ha atrapado, ni las arañas, ni los descarados, ni los reclamos, ni los amores al paso, ni siquiera aquellos que me han vivido condenando...
de todo este paso, algunas cosas he aprendido... otras se me han impregnado... todas las llevo conmigo, como se me fueron pegando...
entre las cosas aprendidas, es que no puedes hablar de "resultados"... mucho menos si de cultura y ciencias se trata, ya que ellas dependen del factor humano, de sus sensibilidades y sus sapiencias, de sus manos y sus abrazos...
las corporaciones, las economías y los economistas, las financieras y los financistas, los idiotas en las políticas, los obsecuentes y sus redenciones ante la "teoría de los felpudos", los asaltantes de los derechos de propiedad intelectual, los oportunistas patentarios, los cultores de las ciencias de conveniencias, los que todo lo compran y todo lo venden, incluyendo en ello las dignidades de los prójimos, de los otros, de los ajenos... han impuesto una rara visión de los "resultados", y siempre se refieren a ellos como algo mágico, concordante con cualquier ausencia de escrúpulos, o bien, concordante con la coincidencia de las ausencias de cualquier moral... léase, cualquier fin justifica cualquier medio... ya que por esencia (según ellos) las personas son descartables, y cuanto más desechables, mejor...
tanto es así, que todo este universo de inútiles, se refiere a los "resultados" como una "resultante" espontánea de una física de los estados de las cosas, manipulable, inventable, estadísticamente mensurable...
tanto es así, que todo este universo de inútiles, no valora ni el esfuerzo ni la voluntad de las personas, mucho menos sus convicciones... porque una vez más, parten de la premisa que todo se compra y todo se vende, incluyendo en ello la dignidad y la condición de las personas, sus calidades humanas, sus humildades, sus inocencias y sus anonimatos... y como consecuencia de lo antedicho, la clase política de cualquier índole y factor, repite la aseveración en sus discursos, arrodillándose ante las premisas del imperio medieval que dice conducir el mundo humano, siempre negando la realidad que es fuente inapelable de lo evidente y sus "evidencias"...
por consiguiente... este universo de inútiles, jamás aprecia la sapiencia, el genio, la sabiduría, el pensamiento, la iniciativa, el motor que mueve a los terceros desconocidos en sus roles...
ello ha dado como "resultado" que la cultura pase a un segundo, a un tercero, y hasta un cuarto plano, negando siempre el factor humano, en nombre de Dios y los resultados...
gracias a tanta sapiencia política, administrativa y de gestión mal parida, se han cerrado bibliotecas, museos, centros culturales, despreciándose las investigaciones sociales, el ejercicio cultural de las capacidades humanas, y otros mecanismos de creación y expresión cultural... cuando no se han cerrado, el mundo político, administrativo impedidor, gestionante cagador, ha limitado presupuestos y recursos, asumiendo que la cultura no es prioridad social... y que por ende, todo lo que tenga que ver con ella es pasible de ser exterminado/a...
se habla entonces de ganancias o de pérdidas... a efectos de cambiar el foco social de lugar... de obligar a las víctimas a asumir su condición de tales, porque el imperio de las circunstancias mal llevadas despersonaliza el hecho humano, despreciándolo en nombre de falsas y falaces administraciones que no son más que una simple máquina de impedir... impedir la expresión de los otros, de los muchos, de los anónimos, de los imposibilitados de acceder a las consideraciones corporativas que todo lo devoran (porque necesitan lavar, y no más que eso)...
la realidad es bien otra... la cultura no depende de resultado alguno... la cultura es según se hace... y se madura del mismo modo que madura una fruta... ya que estoy seguro que, de existir Shakespeare hoy mismo, nadie le concedería ni una sola oportunidad... del mismo modo que Van Gogh habría sido condenado a perder su otra oreja... del mismo modo que cualquier genio no encontraría su lugar, gracias a los designios del poder supremo imperial que reina en la fibra corporativa que todo lo escupe...
curiosamente, la cultura nunca gana, así como nunca pierde... porque se madura a lo largo del tiempo, las generaciones y sus roles sociales en sus tiempos, nunca antes y nunca después... porque siempre, siempre, la cultura humana es evolutivamente dependiente de los hechos humanos, de los pensamientos, de las ideas, de las sapiencias, y también de todo aquello que las condicionan...
el mundo medieval no quiere entender que el hecho cultural humano tiene vida en sí mismo... madurándose y desmadurándose tal sucede con el ser humano mismo... y como consecuencia de ello, nada debe ser medido por ganancias y/o por pérdidas, ya que la misión del hecho cultural es estar siempre allí, a la espera que le lleguen las sapiencias, tanto en las búsquedas como en sus aportes... y punto. SEPTIEMBRE 16, 2014.-
nota de el dispensador ► tengo la terrible sensación de que los políticos están cada vez más idiotas...
el dispensador dice: tal como te lo he dicho en diversas oportunidades, mi vida se ha compartido entre la salud y la investigación, la conducción y el liderazgo, el arte y el hartazgo, la inocencia y el verme atropellado, todo ello al igual que cualquier ser humano... mucho es lo que he estudiado (y lo sigo haciendo)... mucho es en lo que me he formado... porque me caracterizo por ser inquieto, esté aquí, allá, o en cualquier otro lado... sí te puedo asegurar, que he amado todo aquello en lo que he participado, en lo que me he visto involucrado, porque al ser "pobre por convicción" nunca nada me ha atrapado, ni las arañas, ni los descarados, ni los reclamos, ni los amores al paso, ni siquiera aquellos que me han vivido condenando...
de todo este paso, algunas cosas he aprendido... otras se me han impregnado... todas las llevo conmigo, como se me fueron pegando...
entre las cosas aprendidas, es que no puedes hablar de "resultados"... mucho menos si de cultura y ciencias se trata, ya que ellas dependen del factor humano, de sus sensibilidades y sus sapiencias, de sus manos y sus abrazos...
las corporaciones, las economías y los economistas, las financieras y los financistas, los idiotas en las políticas, los obsecuentes y sus redenciones ante la "teoría de los felpudos", los asaltantes de los derechos de propiedad intelectual, los oportunistas patentarios, los cultores de las ciencias de conveniencias, los que todo lo compran y todo lo venden, incluyendo en ello las dignidades de los prójimos, de los otros, de los ajenos... han impuesto una rara visión de los "resultados", y siempre se refieren a ellos como algo mágico, concordante con cualquier ausencia de escrúpulos, o bien, concordante con la coincidencia de las ausencias de cualquier moral... léase, cualquier fin justifica cualquier medio... ya que por esencia (según ellos) las personas son descartables, y cuanto más desechables, mejor...
tanto es así, que todo este universo de inútiles, se refiere a los "resultados" como una "resultante" espontánea de una física de los estados de las cosas, manipulable, inventable, estadísticamente mensurable...
tanto es así, que todo este universo de inútiles, no valora ni el esfuerzo ni la voluntad de las personas, mucho menos sus convicciones... porque una vez más, parten de la premisa que todo se compra y todo se vende, incluyendo en ello la dignidad y la condición de las personas, sus calidades humanas, sus humildades, sus inocencias y sus anonimatos... y como consecuencia de lo antedicho, la clase política de cualquier índole y factor, repite la aseveración en sus discursos, arrodillándose ante las premisas del imperio medieval que dice conducir el mundo humano, siempre negando la realidad que es fuente inapelable de lo evidente y sus "evidencias"...
por consiguiente... este universo de inútiles, jamás aprecia la sapiencia, el genio, la sabiduría, el pensamiento, la iniciativa, el motor que mueve a los terceros desconocidos en sus roles...
ello ha dado como "resultado" que la cultura pase a un segundo, a un tercero, y hasta un cuarto plano, negando siempre el factor humano, en nombre de Dios y los resultados...
gracias a tanta sapiencia política, administrativa y de gestión mal parida, se han cerrado bibliotecas, museos, centros culturales, despreciándose las investigaciones sociales, el ejercicio cultural de las capacidades humanas, y otros mecanismos de creación y expresión cultural... cuando no se han cerrado, el mundo político, administrativo impedidor, gestionante cagador, ha limitado presupuestos y recursos, asumiendo que la cultura no es prioridad social... y que por ende, todo lo que tenga que ver con ella es pasible de ser exterminado/a...
se habla entonces de ganancias o de pérdidas... a efectos de cambiar el foco social de lugar... de obligar a las víctimas a asumir su condición de tales, porque el imperio de las circunstancias mal llevadas despersonaliza el hecho humano, despreciándolo en nombre de falsas y falaces administraciones que no son más que una simple máquina de impedir... impedir la expresión de los otros, de los muchos, de los anónimos, de los imposibilitados de acceder a las consideraciones corporativas que todo lo devoran (porque necesitan lavar, y no más que eso)...
la realidad es bien otra... la cultura no depende de resultado alguno... la cultura es según se hace... y se madura del mismo modo que madura una fruta... ya que estoy seguro que, de existir Shakespeare hoy mismo, nadie le concedería ni una sola oportunidad... del mismo modo que Van Gogh habría sido condenado a perder su otra oreja... del mismo modo que cualquier genio no encontraría su lugar, gracias a los designios del poder supremo imperial que reina en la fibra corporativa que todo lo escupe...
curiosamente, la cultura nunca gana, así como nunca pierde... porque se madura a lo largo del tiempo, las generaciones y sus roles sociales en sus tiempos, nunca antes y nunca después... porque siempre, siempre, la cultura humana es evolutivamente dependiente de los hechos humanos, de los pensamientos, de las ideas, de las sapiencias, y también de todo aquello que las condicionan...
el mundo medieval no quiere entender que el hecho cultural humano tiene vida en sí mismo... madurándose y desmadurándose tal sucede con el ser humano mismo... y como consecuencia de ello, nada debe ser medido por ganancias y/o por pérdidas, ya que la misión del hecho cultural es estar siempre allí, a la espera que le lleguen las sapiencias, tanto en las búsquedas como en sus aportes... y punto. SEPTIEMBRE 16, 2014.-
nota de el dispensador ► tengo la terrible sensación de que los políticos están cada vez más idiotas...
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