QUEDÓ PENDIENTE
el dispensador dice:
las cosas no siempre se producen como uno las espera,
a veces parecen consecuencia de magias,
otras aparecen como si fuesen quimeras,
a veces te tocan a ti,
otras le pueden tocar a cualquiera,
porque así funciona la alquimia,
mezclando almas según los sentidos de las gracias,
que no pertenecen a los ámbitos de esta Tierra...
nos encontramos en Beirut,
café mediante...
libanesa cristiana...
tenía su nombre grabado en la espalda,
no obstante ello,
no importa su nombre,
tampoco como se llama,
sólo diré que es hermosa,
como destello que se enciende y se apaga,
dando giros tal sucede con ciertas llamas,
que se mueven según las brisas,
que soplan en su propia alma...
me dijo...
la historia que ha pasado ya está escrita,
la historia tanto tuya como mía ya no se pueden modificar,
están grabadas en el testimonio de las gracias,
y nada ni nadie puede alterarlas...
asentí con la mirada...
sin pronunciar palabra...
me dijo...
el tiempo que estamos transcurriendo no existe,
sólo es una ilusión para que podamos escribir y registrar lo que sentimos,
en función de lo que vemos,
según lo que traemos desde donde venimos,
algunas cosas pesan... otras apenas son suspiros...
los valores que portamos,
los valores que exhibimos,
son aquellos que tenemos asumidos...
asentí con la mirada,
sin pronunciar palabra...
una sonrisa se dibujó...
en el fondo de mi espíritu...
y se reflejó en ella... como si se tratase del destino...
me dijo...
¿lees el café?,
respondí...
lo traigo conmigo,
tengo memoria del karma,
y según lo he aprendido,
no hay tiempo que me lo impida,
y sólo acumulo testigos,
de mi paso con distintos ombligos...
sonrió con la mirada,
y yo fui su testigo...
me dijo...
lo que está por suceder aún no sucede...
permanece ausente del momento que aún no ha sido,
que no puede ser,
porque aún estando escrito,
debe aguardar su momento,
para ser espejo con sus propios testigos,
para destello de un mismo grito...
asentí con la mirada,
sin pronunciar palabra...
ella fue mi testigo...
le dije:
¿lees las señales del café?...
me respondió...
no sólo esas...
coincidimos, dije sin dudar...
habla el café,
como hablan las arenas,
como también lo hacen las piedras,
como lo hacen las estrellas,
incluyendo en ello... las miradas y sus huellas...
me preguntó:
¿otro café?,
respondí... no esta vez...
será en la próxima estrella...
me preguntó:
¿cómo llegaste hasta mí?,
descalzo... respondí...
le pregunté:
¿cómo llegaste hasta mí?,
descalza... respondió...
queda pendiente conjugar las auras en la próxima estrella, dijo...
queda pendiente, dije...
lo que está ausente... nos llevará a un nuevo presente...
y se fue sonriente... descalza...
descalzo me alejé sonriente...
las miradas lo habían dicho todo,
y permanecían latentes.
SEPTIEMBRE 26, 2014.-
Beirut1 (en árabe: بيروت, Bayrūt; en francés: Beyrouth)
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