Isabel San Sebastián: «A las mujeres nos ha tocado cambiar de manera sustancial el mundo»
Día 09/09/2014 - 01.47h
Carmen Posadas, Inocencio Arias y Bieito
Rubido presentaron la última novela de la
periodista
ISABEL PERMUY
La escritora Carmen Posadas, el diplomático Inocencio Arias y el director de ABC, Bieito Rubido, presentaron ayer en la Biblioteca de ABC la última novela de Isabel San Sebastián, «La mujer del diplomático» (Plaza & Janés). La columnista de ABC recordó especialmente los matices autobiográficos de su obra y las continuas referencias al diario que ella misma se encargó de relatar: «Llegué a la sección de Internacional y me encargaba de Europa del Este, que era donde nunca pasaba nada. Y a los cuatro meses empezó a caer el Muro».
Inocencio Arias, diplomático durante años y portavoz del Ministerio de Exteriores con tres gobiernos distintos, dio su visto bueno a un libro«ameno, bien armado e instructivo», que «pulveriza muchos clichés» en torno a la carrera diplomática, considerada por muchos como una forma de vida repleta de placeres.
La última novela de Isabel San Sebastián es, en palabras de Arias, «un examen novelado de la crisis internacional más importante de laGuerra Fría, que no es otra que la crisis de los misiles cubanos», un acontecimiento que impregna con sincera preocupación las páginas de la novela. «Pocas veces he visto un acontecimiento histórico tan bien imbricado en la vida de los personajes», concluyó el veterano diplomático.
Historia de mujeres
«La mujer del diplomático» cuenta la historia de Lucía, una mujer que descubre a su madre a partir de un diario que lleva 50 añosolvidado en el trastero del domicilio familiar. En conversación con Carmen Posadas, novelista e hija de diplomático, Isabel San Sebastián valoró el papel de las mujeres de su novela. María, madre de la protagonista, «es una mujer muy de su época», dijo Posadas, «pero que se parecía más a las mujeres medievales que a mí o que a cualquiera de nosotras», añadió San Sebastián.
El director de ABC, Bieito Rubido, destacó el hecho de que en «esta novela está muy presente ABC, un periódico con 111 años de historia» y agradeció al público su presencia. Entre los asistentes había destacados miembros de la política, la diplomacia, la cultura y el periodismo.
Para finalizar, la autora valoró cómo a las mujeres de su generación les «ha tocado cambiar de manera sustancial el mundo. Y hemos pagado un precio que para mí es alto pero que creo que ha merecido la pena. Y esto no lo digo como Lucía. Lo digo como Isabel San Sebastián»
el dispensador dice:
los egipcios concebían el universo como algo semejante a un gigantesco útero que alumbraba creaciones secuenciadas matemáticamente por una geometría del espacio que se ha evaporado del conocimiento humano luego de la desaparición de la escuela Ptolomeica y de la destrucción de la Biblioteca de Alejandría... dicha concepción tampoco era esencialmente egipcia, elaborada por ellos como cultura, sino que provenía desde los nubios, y estos a su vez la habían tomado de otras humanidades en lejanas eras de las existencias del ser humano en la Tierra...
los egipcios entendían a la humanidad como una unidad verbal, tema no menor a la hora de las consideraciones universales, entendiendo por ello que no eran los sexos los que establecían las diferencias... numerosos hechos culturales así lo atestiguan, dejando en claro que la mujer era esencialmente sabia por "naturaleza"... ya que de ella devenía la "vida"... y dado que los egipcios tenían en claro que las geometrías del espacio estaban compuestas por distintas dimensiones en las que las existencias se dividían en corpóreas y espirituales, y dentro de estas últimas se subdividían en espíritus según sus "hechos", tanto en el aquí como en el allá... algo que ya sabían los lemures y los atlantes, contextualizadores de otra Tierra muy distinta a la actual...
las matemáticas egipcias eran tituladas por mujeres, ya que el sentido supremo del número provenía desde el otro lado a través del útero y sus conexiones inteligentes...
las geometrías egipcias ocupaban un espacio universal "vivo", cambiante, evolucionante según los preceptos de un Dios supremo esencialmente femenino, porque el verbo era entendido como una expresión esférica gestado en un útero que sostenía el orden dentro del caos, guardándolo en ciclos que van combinando matemáticamente los ADN de cualquiera de las cosas que existen aquí en la Tierra, y fuera de ella, siguiendo una música que ellos reconocían como la "música de las esferas", un juego vibratorio que además de matemático, daba lugar a los conocimientos guardados en los oráculos, custodiados únicamente por mujeres conocidas como pitonisas...
la cultura entendía entonces que sólo la mujer podía quebrar y/o doblar los tiempos...
la cultura también entendía que sólo la mujer tenía la capacidad para quebrar y/o doblar la luz y sus geometrías, haciéndolas más o menos esféricas...
por ende, sólo ellas, sea en el aquí, o en los allá/s podían modificar los destinos, tanto los humanos encarnados como los espirituales alados...
la cultura egipcia que se extravió en la noche de los tiempos, para nada coincidente con las actuales interpretaciones que circulan en los medios académicos, entendía con precisión matemática que el verbo se pronunciaba a sí mismo a partir de un útero que conectaba el aquí con el allá al modo de un túnel, descargándose en cada aura mediante una especie de tubo por donde las almas caían hacia sus nacimientos a efectos de transitar destinos cíclicos...
la cultura egipcia tenía muy en claro que así como sólo las mujeres podían conducir a los oráculos y sus conocimientos universales, sólo ellas podían cambiar el curso de la historia y sus hechos... ¿qué pasó después?... ¿qué cambió la consideración?... ¿por qué se desmereció al útero en su rol verbal?... ¿por qué se descalificó al útero en su rol esférico y musical?... indudablemente mucho tuvieron los fundamentalismos crecientes... bíblicos y no bíblicos... ya que posterior a los egipcios, la historia contada es un cuento sin sentido que favorece la mentira socialmente aceptada...
como sea... el peso de los hechos en sus tiempos... ha doblado la historia, concediéndole a la mujer el rol que nunca debió perder... no el mediático actual y vigente, claro está... sino el poder de salvaguardar el sentido de las palabras y los silencios, de los pentagramas y las notas, de las ecuaciones y los números, de las formas y sus normas. SEPTIEMBRE 09, 2014.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario