El origen de las imagenes se remonta al año 1592, época en que el Obispo de Tucumán fray Francisco de Victoria concretara la donación al pueblo de Salta de la imagen de Cristo crucificado, cuyo destino sería la Iglesia Matriz de la ciudad. La llegada a tierras americanas de la imagen fue según los relatos auténticamente milagrosa.
En junio de 1592 la imagen llegó flotando en un cajón al puerto de El Callao, Perú, junto a otro que contenía una imagen de la virgen del Rosario destinada al convento de Sto. Domingo, en Córdoba. Jamás se supo qué embarcación las trajo desde España.
Desde Lima emprendieron viaje a su destino a lomo de mula y una vez en Salta, la imagen del Cristo fue depositada en la sacristía de la iglesia matriz y no fue objeto de veneración por espacio de cien años.
En el año 1692 la imagen de Inmaculada Concepción de María, que luego se llamaría Virgen del Milagro, se encontraba a tres metros de altura en un nicho del retablo del Altar Mayor. Cuenta la historia que aquel 13 de septiembre, después de los fuertes y reiterados temblores que destruyeron la ciudad de Esteco y fueron percibidos con singular intensidad en la ciudad de Salta,, se encontró la imagen de la Inmaculada en el suelo sin que sufrieran daño su rostro y manos y según la tradición perdió los colores del rostro que quedó pardo y macilento. La imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde se oró toda la noche. Al día siguiente, 14 de septiembre, se colocó la imagen, que todos querían venerar, en el exterior de la Iglesia Matriz donde continuaron los cambios de colores del rostro y fue entonces cuando muchos fieles comenzaron a llamarla “del Milagro”. Una nueva historia empezaba para esta sencilla imagen y para los salteños., que jamás abandonarían su culto y su devoción Según la tradición oral y el exhorto de Chávez y Abreu, el padre jesuita José Carrión recibe la revelación de que el Santo Cristo Crucificado de la Iglesia Matriz, que tenían sin devoción y sin sacarlo en procesión, habría perdonado a Salta a pedido y súplica de la Madre de Dios del Milagro. Los padres jesuitas recordaron al Santo Cristo y lo liberaron de su encierro; lo colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad. La imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con el ruego de que cesaran los temblores, lo que finalmente ocurrió.
Cuadro de Aristene Papi (Primera Procesión – 1939)
Al amanecer del día 14 la tierra dejó de temblar, volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 15 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del "milagro", designando a la Inmaculada como Virgen del Milagro.
En 1902 y por iniciativa del Obispo Linares, las imágenes fueron coronadas en presencia de altas autoridades de la Iglesia, venidas desde Roma.
El Milagro es pues la más antigua y también la más actual manifestación de fe de Salta, la cual no conoce otro acontecimiento festivo de la antigüedad, masividad y capacidad de inclusión de éste.
Hasta la llegada de Monseñor Tavella las imágenes del Señor y Virgen del Milagro estaban tapadas por una cortina que se corría los viernes y sábados respectivamente porque se consideraba que este culto no era cosa de todos los días. Y así llegamos a nuestros días, en que el culto a las imágenes del Milagro es la festividad más importante para la Ciudad, a la que no solo asisten todos los salteños, sino fieles de Provincias vecinas y la imagen de la Virgen se ha convertido en la Protectora de la Ciudad.
Los cultos del Milagro se celebran entre los días 6 y 15 de septiembre de cada año. La Novena, ha sido compuesta en 1760 por el Presbítero Dr. Francisco Javier Fernandez, y su rezo tiene lugar entre los días 6 y 14 de septiembre. El solemne Triduo se realiza en la Catedral Basílica de Salta los días 13, 14 y 15 de septiembre de cada año.
Los días 15 de septiembre, las Santas Imagenes recorren en procesión las calles de la ciudad, acompañadas de cientos de miles de fieles, en una de las expresiones populares más importantes de la Argentina
La imágen de la Virgen:La imagen de la Virgen del Milagro representa a María de pie sobre la luna en cuarto creciente aplastando el dragón que enrosca por delante su cabeza y cola aseteada (con forma de flecha).
La procedencia de la imagen no está determinada, pero su análisis muestra que la cabeza y las manos son de distinto origen al cuerpo tallado, al que fueron añadidas.Inicialmente la Virgen del Milagro fue una Inmaculada de bulto completo con manto, todo tallado en madera. Esta imagen fue labrada nuevamente para hacerla articulada y poder vestirla con indumentarias de tela. Al respecto, Monseñor Toscano escribió: “La novedad que todo lo invade, comenzó por ponerle vestidos de tela, costumbre que se ha perpetuado hasta hoy, desperfeccionándosele, con este motivo, algo de la cabeza para acomodarle pelo postizo, y los brazos para hacerlos susceptibles de ser cubiertos de ropa”.El ajuste a la nueva moda fue realizado por Tomás Cabrera, como consta en la tarjeta orlada sobre el pecho que dice: “Tomás Cabrera, la encarnó. Año 1795”. (Encarnar significa darle color carne a las esculturas, y nada tiene que ver con el tallado del cuerpo completo). La túnica tallada está ornamentada con finas líneas de oro sobre pintura que simulan brocato y una ancha faja de pan de oro en su borde inferior.
Catedral Basílica de SaltaLas coronas
La corona de la Virgen del Milagro es una corona inperial de oro, constituida por cerco y diademas formados por dos rebordes en perilla y circunferencia de turquesas, con un espacio tachonado de esmeraldas y amatistas, un orbe de Lapislázuli, y coronamiento de la cruz con brillantes y esmeraldas.
La corona del Señor es una Real de oro de 24 kilates, con engarce de esmeraldas, rubíes y amatistas, constituida en cerco y diademas.
El cercos está divididos en tres zonas: su base es una circunferencia de laureles que divide un paño lisado superior, también circular, con roleos entrelazados y espaciados por una flor de extremos flordelisados, guarnecidos por una esmeralda, dando paso a ocho diademas, formadas por roleos entrelazados que conforman una cuasi flor de Liz en la punta. Entre estas diademes, hay siete diademas menores con motivos fitomorfos.
Las Coronas de floresCada septiembre engalanan las Santas ImágenesFue aproximadamente en 1.890, cuando doña Florencia González Sarberry de Ovejero Zerd, esposa de don Sixto Ovejero Zerda - fundador del ingenio “Ledesma” en la provincia de Jujuy y gobernador de Salta cuando la invasión de las montaneras al mando de Felipe Valera, dispuso elaborar esas ofrendas en su casa de Florida 62, actual sede de la Municipalidad capitalina, empleando flores que hacía traer de su quinta “La Noria”, parte de cuya “sala” se conserva hasta hoy en Pueyrredón al 500, vereda Oeste. A la muerte de doña Florencia, ocurrida en marzo de 1.920, la responsabilidad de esta tarea se dividió entre sus hijas doña Adelaida O. Gonzáles de Tamayo, quien se hizo cargo de la del Señor, y doña Electa O. González de Figueroa Ovejero, la de la Virgen.
Elaborarlas cada año obedece a una antigua tradición familiar que viene desde fines del siglo diecinueve.
La señora de Tamayo falleció en noviembre de 1.949, sustituyéndola su hija doña Graciela Tamayo Ovejero de Mendióroz, quien murió hace alrededor de cinco años, quedando a cargo desde entonces su hija doña Cecilia Mendióroz Tamayo de Durand Cornejo, hasta el presente, elaborándose la corona del Señor en el domicilio de esta última, situado en Buenos Aires 181.
En cuanto a la corona de la Virgen, la señora de Figueroa Ovejero falleció en julio de 1.924, quedando a cargo de la tarea su hija mayor, doña María Luisa Figueroa Ovejero de López, la que al fijar su residencia en Buenos Aires fue remplazada por una de sus hijas, doña Alicia López Figueroa de Alderete, la que cedió la responsabilidad a su tía y segunda hija de doña Electa, doña Elvira Figueroa Ovejero de Zavalía Esteves, quien al fallecer en junio de1.991 dejó a cargo a su sobrina doña María Hortencia Figueroa, la que a su vez fue sustituida dos años más tarde por una de las nietas de doña María Luisa, doña Martha Alicia Alderete López de Puló García, quien en la actualidad dirige la tarea en casa de una de sus hijas, doña Mariana Puló Alderete de Goytia Etchevehere, en barrio Tres Cerrito.
Las floresEl arreglo floral del Señor del Milagrolleva, aproximadamente,diez mil claveles rojos,y el de la Virgen,unas ocho mil flores blancas.Respondiendo a un especial pedido de un descendiente directo de doña Florencia González Sarberry de Ovejero Zerda, la valiosa colaboración que en la confección de las coronas prestaron siempre la señora Elisa Salguero de Ebber (ya fallecida), sus hijas Josefina y Herminia y sus nietas, quienes dan el toque final a las artística ofrendas.
el dispensador dice: lo que no halla explicación, simplemente no debe ser explicado... lo que no encuentra razón, simplemente no debe ser razonado... los milagros se producen como consecuencia de una extraña conexión entre el aquí y el allá... la oración masiva y socialmente encadenada asciende hacia el verbo, escalando con esfuerzo y voluntad una especie de escalera invisible que conduce a una cima que también lo es (invisible)... en dicha cima se ubica el VERBO que se pronuncia a sí mismo, concediendo las gracias que se traducen en milagros individuales y sociales por la intervención de varias convergencias divinas... en verdad, los milagros siempre se gestan mucho antes de traducirse a los tiempos humanos... hilvanándose al modo de un ovillo que luego se teje a sí mismo, dando forma al hecho... que debe ser sostenido por una invocación constante y una "oración sostenida" mancomunada...
Salta es un milagro en sí misma, y curiosamente, dicho milagro se respira en cada rincón de sus suelos y sus aires, se bebe en sus aguas y hasta puede ser visto en sus fuentes andinas...
el milagro es en sí mismo algo inverso a un abismo... por consiguiente, eleva a quien con FE lo resguarda... y quien es elevado, también es bendecido y protegido...
estas imágenes están vivas en la FE de las personas... si les preguntas, te responden... lo demás va por cuenta de cada uno y sus sensibilidades... indudablemente, aquellos que tienen los pies pesados, no escucharán nada, no verán nada, y tampoco entenderán nada... porque para hacer honor al milagro, es necesario ser contenedor de inocencias y humildades genuinas, ya que de lo contrario, en vez de milagro... sería un oportunismo y una conveniencia confluyentes hacia un vapor efímero...
el milagro comenzó a gestarse en 1592 y fue cristalizando y precipitando en escalas de sucesos que luego lo instalaron de cara a la eternidad de los humanismos necesarios... consumado el milagro... es tarea de humanos el sostener la conexión desde y con la eternidad. SEPTIEMBRE 15, 2014.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario