viernes, 26 de septiembre de 2014

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Las saudíes no compiten (de nuevo) >> Mujeres >> Blogs EL PAÍS



Mujeres

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Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación, para detectar desigualdades y para albergar debates bajo esta premisa clave: una sociedad desarrollada y libre no puede funcionar si no permite idénticas oportunidades a la mitad de la población.
Hombres y mujeres sois bienvenidos.

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Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Ricardo de Querol y Ana Alfageme.


Las saudíes no compiten (de nuevo)

Por:  26 de septiembre de 2014
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La atleta emiratí Alia Saeed. / AFP
La foto de Alia Saeed destacaba el pasado viernes en la sección de Deportes de varios diarios de Emiratos Árabes Unidos (EAU). La corredora es una de las cuatro atletas de ese país que esperan llevarse alguna medalla en los Juegos Asiáticos (del 19 septiembre al 4 de octubre en Incheon, Corea del Sur). Su imagen, como la de su compatriota Bethlem Desaleyn, no sólo pone de relieve los avances de las emiratíes en el deporte, sino que desmantela las justificaciones religiosas y sociales de la vecina Arabia Saudí para no enviar mujeres a esa competición. Es el único de los 45 participantes sin equipo femenino, lo que ha motivado la condena de Human Rights Watch (HRW).
“Dos años después de los Juegos Olímpicos de Londres, se ha acabado el tiempo para las excusas. Arabia Saudí tiene que poner fin a su discriminación contra las mujeres y garantizar su derecho a participar en el deporte en igualdad de condiciones con los hombres”, ha declarado Sarah Leah Whitson, la directora de HRW para Oriente Próximo y el Norte de África. En su opinión, “el rechazo a enviar mujeres a los Juegos Asiáticos suscita dudas sobre el compromiso de Arabia Saudí de acabar con la discriminación y permitir que las saudíes participen en futuras competiciones”.

La presión internacional hizo que Riad incluyera a dos mujeres en el equipo olímpico que le representó en Londres 2012. Ni la yudoka Wujdan Shahrkhani ni la corredora Sarah Attar tenían el nivel para clasificarse. Participaron bajo la clausula de universalidad del COI que permite la inclusión de atletas por “motivos de igualdad”. Aunque ambas compitieron cubiertas de la cabeza a los pies, de algún modo hay que empezar.
Corredora saudi
La corredora saudí Sarah Attar, durante los Juegos Olímpicos de Londres. / REUTERS
“Técnicamente, no estamos preparados y el nuevo presidente de nuestro Comité Olímpico rechazó enviar a mujeres por el mero hecho de participar; quería que compitieran”, ha justificado ahora Mohammed al Mishal, el secretario general del Comité Olímpico de Arabia Saudí, en declaraciones a la agencia Reuters. El responsable aseguró que planean incluir una representación femenina “significativa” para los Juegos de Río de Janeiro dentro de dos años.
Es cierto que el Reino del Desierto carece de mujeres deportistas de nivel internacional. ¿Cómo podría tenerlas cuando la educación física está fuera del programa oficial y las saudíes no tienen acceso a centros deportivos? El mes pasado tampoco envió a ninguna atleta a las Olimpiadas Juveniles en China, aunque cuatro años antes la amazona Dalma Rushi Malhas logró una medalla de bronce en esa convocatoria, a la que acudió por su cuenta.
Para las activistas saudíes, la competición no es lo prioritario. Sus objetivos son más inmediatos: conseguir que se implante la educación física en las escuelas públicas de niñas y poder dejar atrás la clandestinidad de sus partidos de baloncesto. Tal como denunció HRW en un informe en 2012, Arabia Saudí es el único país del mundo que, como norma, todavía prohíbe de forma efectiva que las niñas hagan deporte en las escuelas nacionales. No hay instalaciones deportivas públicas para las mujeres. Sólo dispone de   polideportivos, clubes, pistas de atletismo, entrenadores y árbitros para los hombres.
Por ello se mostraron esperanzadas cuando el pasado abril el Consejo Consultivo, una asamblea sin poderes legislativos que asesora al Gobierno, encargó al Ministerio de Educación que estudiara la posibilidad de introducir la educación física para niñas en las escuelas públicas. Un año antes, las autoridades anunciaron que los colegios privados  femeninos podían organizar deportes siempre que las alumnas los practicaran con “ropa decente” y estuvieran supervisadas por monitoras saudíes. También empezaron a dar licencias para abrir clubs deportivos femeninos, el primero de los cuales se inauguró en la ciudad de Jobar, en la Provincia Oriental, en junio de 2013.
Esas pequeñas reformas para mejorar los derechos de la mujer han chocado no obstante con la resistencia de los sectores más conservadores, que temen que el país está sacrificando sus valores islámicos por los occidentales. Como resultado, por cada paso adelante, Arabia Saudí parece dar dos hacia atrás. Hace unos meses, los alumnos de la Facultad de Ley Islámica lograron que se cancelara una maratón femenina organizada por la Universidad de Taif, al suroeste del país.
La resistencia social está amparada por el estamento religioso. Los ulemas, que legitiman el poder de la familia real, se han opuesto tradicionalmente al deporte femenino con el argumento de que fomenta la interacción entre personas de distinto sexo, extremo considerado tabú por buena parte de esa sociedad en la que se impone la segregación de hombres y mujeres. Los más ultramontanos incluso aseguran que el ejercicio físico arruina la virginidad de las chicas.
Tales restricciones violan la clausula en pro de la igualdad de la Carta Olímpica, que Arabia Saudí ha suscrito. Pero el problema desborda con mucho el ámbito del deporte. Ese país mantiene un sistema discriminatorio de tutela masculina quereduce a las mujeres a eternas menores de edad. Más allá de la conocidaprohibición de conducir, las saudíes no pueden acceder a la universidad, trabajar, casarse, viajar al extranjero, alojarse en un hotel o incluso recibir ciertos tratamientos médicos sin el permiso del varón de su familia que tenga su custodia, sea el padre, el marido, un hermano, un tío paterno o incluso, en ausencia de éstos, un hijo.
Desde los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996) ha habido un movimiento reclamando que se impidiera participar en los juegos a los países que no enviaran mujeres, al igual que se hizo con la Suráfrica del apartheid. La campaña No Women No Playsigue activa y considera que el gesto simbólico de enviar dos mujeres a Londres no acaba con la discriminación de las saudíes en el deporte. Por ello sigue pidiendo que se boicotee a Arabia Saudí. Tampoco Qatar o Brunei habían tenido una deportista olímpica hasta 2012, pero a diferencia de aquel no vetaban la participación femenina en torneos deportivos.
Qatar, cuya sociedad es tan conservadora como la saudí y que también sigue la interpretación wahabí del islam, lleva una década promocionando el deporte femenino, y algunas de sus atletas participan regularmente en torneos regionales, aunque esta semana su equipo de baloncesto se ha retirado de los Juegos Asiáticosal no permitirse que sus integrantes jugaran con hiyab. De igual modo, Emiratos Árabes Unidos hizo un gesto significativo al enviar a Pekín a dos hijas del jeque de Dubái. Al otro lado del golfo Pérsico, en el también islámico aunque no árabe Irán, las autoridades promueven el deporte femenino, eso sí, bajo estrictas normas de segregación. En consecuencia, atletas y nadadoras solo pueden competir ante público y jueces femeninos, lo que limita su participación en torneos internacionales a las disciplinas que les permiten aparecer completamente cubiertas.
Algo parecido está en la mente de los responsables saudíes. Según el citado Al Mishal, el reino limita el entrenamiento de mujeres para la competición a cuatro deportes: hípica, esgrima, tiro olímpico y arco.  ¿El motivo? Permiten que las participantes mantengan las estrictas normas de vestido que les imponen las autoridades con el pretexto de los usos “culturales y religiosos” del reino.
“Limitar la participación de las mujeres a unos deportes concretos es otro ejemplo más del rechazo de Arabia Saudí a permitir que las mujeres compitan en igualdad de condiciones con los hombres”, denuncia Whitson. “Arabia Saudí debiera permitir que las mujeres compitan en todos los deportes y facilitarles un entrenamiento similar al que reciben los hombres”, concluye.

el dispensador dice: este mundo está raro, extraño... los que ejercen el poder no se dan cuenta que hacen un papel ridículo, que atrasan, que hablan de realidades que no existen, que involucionan insultando a la sociedad que dicen representar, que niegan con sus hechos los fundamentos culturales que sustentan a las sociedades humanas y sus hechos... indudablemente, ello no es casual sino antes bien causal... en uno de dichos ángulos se ubica la negación de la mujer como ser humano en su rol... a veces se aducen razones religiosas (nada que ver con Dios)... otras veces se aducen a razones divinas (nada que ver con Dios)... otras aparecen argumentos que producen vergüenza ajena... y en la mayoría de los casos las excusas representan un insulto a la inteligencia social, pública e individual... un avasallamiento a los derechos humanos y ciudadanos, para lo cual no hay rey, virrey, ministro, canciller, primer ministro, o lo que sea... que esté a la altura de sus circunstancias... antes bien, cualquiera de ellos no es más que un ridículo ejerciendo ridiculeces... lamentable...

el problema no es de los deportes... antes bien es social... cultural... científico... humano que le dicen...

indudablemente, esta sociedad humana viene retrogradando fiero... seguramente mucho tiene que ver la alimentación transgénica que no se digiere... seguramente mucho tienen que ver los desmalezantes que intoxican el aire, el agua, los suelos y cualquier cosa que se come... y de allí en más, mucho tiene que ver la contaminación que ha envuelto al mundo de la mano de las impericias de las potencias mundiales que están sobrantes de monedas pero carentes de neuronas... de hecho andan secas de intelectos y se han focalizado en la teoría de los felpudos, por consiguiente todo lo que diga "sí señor" a cualquier cosa estará bien... pero en cuanto ése "sí señor" enseñe un sólo atisbo de duda o convicción, se verá exterminado por el imperio de las necedades... ah! cualquier parecido con cualquier realidad no es más que una mera coincidencia...

la civilización se ha ido al pasto... a la banquina... ha despistado... 

la civilización humana globalizada se ha quedado sin brújula, justamente porque los poderes están ocupados por idiotas, justamente porque los poderes están corrompidos de tanto facilismo atropellante de derechos ajenos, justamente porque los estados ausentes han dejado de existir para ser reemplazados por mafias en uso y abuso del poder...

en esta civilización todo se compra y todo se vende, comenzando por las dignidades de las personas... por ende los deportes han dejado de ser competencias para acomodar al que tiene más dinero en sus cuentas bancarias... pero lo mismo sucede con cualquier otro ámbito, ya que los bancos sólo sirven para hipotecar los destinos de sus clientes, ya que las ciencias sirven para enfermar según las conveniencias a las que representan, y numerosos etcéteras dramáticos en esencia... traducido... el escenario es una mentira, por ende sus actores también lo son...

sucede con la cultura... ya que las corporaciones compran y venden miserias humanas "culturales" funcionales a las propias miserias que las sustentan... entonces hay millones de escritores con genios que pasan desapercibidos para sostener a aquellos que han vendido sus respectivas dignidades a las editoriales... haciendo lo propio con escultores, pintores, y creadores de cualquier índole y factor, dando forma a un paisaje lamentable, donde lo bueno es malo, y lo malo se vende por bueno...

en medio de esto la naturaleza está en tela de juicio...

en medio de esto la mujer y sus hechos está en tela de juicio...

y curiosamente, el que no toma las decisiones (al menos eso cree)... carece de juicio... porque no le andan las neuronas... porque anda carente de oxígenos... porque el agua no le sube al tanque...
demasiadas señales... pocas comprensiones. SEPTIEMBRE 26, 2014.-

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