jueves, 11 de septiembre de 2014

ILUSIONISMOS ► Ahorrar para emigrar y poder hacer visible lo invisible | Planeta Futuro | EL PAÍS

Ahorrar para emigrar y poder hacer visible lo invisible | Planeta Futuro | EL PAÍS



Ahorrar para emigrar y poder hacer visible lo invisible

Pablo Boneu, artista inmigrante, nos invitó un día a destruir nuestro dinero; nos desafió a no poseer nada. Ahora en 'Visibles e invisibles' nos previene contra las ilusiones y los valores falsos





Una de las imágenes de la obra 'Visibles e invisibles', de Pablo Boneu.


Pagar con arte. Reembolsar con ideas una deuda monetaria. Eso es lo que hizo un emigrante argentino que pidió prestados mil dólares para llegar a México y cuando, 10 años después, quiso devolverlos, el amigo generoso había olvidado el préstamo. Entonces, Pablo Boneu (Córdoba, Argentina, 1969), el emigrante, decidió encarar un proyecto a la altura del valor simbólico de ese dinero que le había permitido cumplir su sueño de llegar al Hemisferio Norte.
Instrucciones para destruir dinero se convirtió en una obra conceptual que pudo verse, hace un par de años, en museos y galerías mexicanas y argentinas, y que a muchos de los espectadores dejó perplejos, algo incómodos y muy movilizados. Y es que el artista-emigrante nos invitaba a destruir nuestro dinero, las tarjetas de crédito y los cheques. Para ser directos, nos desafiaba: a ver quién se atreve a sentir el pánico a la vez que la "liviandad" de no poseer nada y, por tanto, no tener nada que defender con nuestras angustias. De allí salió un libro, que puede consultarse online.
Boneu llega en estos días a España para presentar obras suyas más recientes en la Galería Blanca Berlín, de Madrid. Visibles e invisibles se llama la selección de fotografías impresas sobre una urdimbre de hilos de cáñamo, que puede verse desde el 11 de septiembre, en la galería de Conde Duque.
“Aunque el proyecto, formalmente, pueda parecer muy distinto aInstrucciones para destruir dinero, en el fondo hablan de lo mismo: las ilusiones perceptivas y cognitivas que nos predisponen a ver cosas donde no las hay o a darle valor a algo que no lo tiene”, nos comenta el artista desde México.
Y si la palabra está, como Boneu dice, “devaluada”, entonces él procura expresarse ampliando los sentidos de una imagen. Así, multitud de nuevas posibilidades de significado se abren paso —entre hilachas— a partir de las fotografías sobre hilos de cáñamo con diferentes capas yuxtapuestas. Se trata de hilos “atados o desgarrados para dejar entrever la imagen que está oculta inmediatamente detrás”.
¿Quién con más enjundia que un migrante, que ha sido o sigue siendo invisible, para preguntarse y preguntarnos sobre lo exhibido y lo oculto?
¿Quién con más autoridad que un migrante para demandar respuestas sobre lo que vale con intereses financieros en alza o lo que se deprecia casi caprichosamente?
¿El migrante sabe que, en el mundo actual, el dinero tiene un valor simbólico superior al de todos los tiempos mientras, paradójicamente, los bancos imprimen papeles a toneladas?
¿Intuye el migrante que también los seres humanos están revestidos de un valor simbólico que se reparte de una manera a simple vista aleatoria pero regida por leyes y protocolos precisos de vigor y obsolescencia?
“Voy a destruir 1.000 dólares. Durante varios meses ahorré ese dinero tan solo para este propósito. Por dos años guardé ese dinero en una maleta sin decidirme a comenzar a destruirlos. Cuando un amigo viajó a Nueva York, le pedí que cambiara mi dinero por 1.000 billetes nuevos, de un dólar, todos de la misma denominación. La serie en cuestión resultó ser la S03A B85959001E. Quizá todo esto sea irrelevante, pero me gusta pensar que al destruir ese dinero numerado consecutivamente, una porción definida de dinero dejará de existir como tal, un paréntesis en blanco de casi 12 metros cuadrados de línea de impresión del Tesoro Federal de los Estados Unidos. He terminado de armar mi primera trituradora: su nombre es Money Destroyer”, escribía Boneu en el libro.
El artista narra el día a día del proceso que lo llevaría a tener esa serie de billetes triturados y expuestos en un friso con la leyenda Este cuadro no vale 1.000 dólares. Narra las contradicciones de necesitar el dinero y a la vez necesitar destruirlo, sus reflexiones sobre la naturaleza delictiva de tal acto estético y hasta la decepción por que aquello que creía una obra inquietante termine convirtiéndose en el acto banal de un hombre encerrado.
Boneu hace preguntas retóricas (él mismo duda de sus “provocaciones”) y, por lo tanto, no tenemos por qué contestar si deseamos asomarnos por detrás de la superficie del cáñamo expuesto o si somos capaces de triturar apenas uno de nuestros angustiosos billetes. Simplemente nos acerca otras posibilidades de ver, porque, como él mismo aclara, “hay tantas imágenes que ya casi estamos ciegos”.

el dispensador dice: hay vendedores de ilusiones que recorren el mundo capturando a los desprevenidos... pero también hay vendedores de libertades mentirosas, que recorren el mundo atropellando los derechos de las personas... también se pueden encontrar discurseadores que emplean cientos de miles de palabras bonitas para no decir nada, ganando tiempo suficiente para embaucar los destinos de los inocentes librados a sus suertes... entre ellos, hay vendedores de falsas culturas, esto es culturas que no son tales, sino que ocultan a mediatismos convertidos en realities, donde las personas son ridiculizadas a partir de la deformación de los valores sociales... también hay vendedores de promesas, representados por aquellos designados por el poder oculto que reina en la Tierra, compuesto por gentes sin escrúpulos, capaces de prometer lo imposible, facilitando que los mortales deban hipotecar sus destinos para pagarles deudas inexistentes creadas mediante firmas falsificadas que comprometen futuros enteros... podría decirse que la Tierra ha sido invadida por "magos malos"... o bien, "ilusionistas de malas magias"... que hacen desaparecer los bienestares condenando las voluntades y condicionando los esfuerzos ajenos, para capturarlos y usarlos en sus propios provechos, dejando a los anónimos inocentes sin "nada"...

según lo antedicho, el mundo corporativo captura autores, artistas, pintores, escultores, actores, músicos, usando sus obras para llenar bolsillos de raras facturas, apelando a negocios financieros que sintonizan los lavados de empresas quebradas, según una inteligencia creada por las corporaciones allá por los años ochenta del Siglo XX, una excusa para justificar la consiguiente caída del Muro de Berlín, y luego el mentido fin de la guerra fría... nada más hueco... nada más tramposo...

hoy la cultura genuina de cada sociedad humana está en tela de juicio gracias al permanente estado de crisis económica que deriva en caos social globalizado, una herramienta creada por los medievalistas en uso y abuso del poder imperial...

todo se justifica en el no hay presupuesto, ni para esto ni para aquello... ¿a quién le interesa ver una pintura colgada en una pared, cuando apenas si tiene para sobrevivir?... ¿a quién le interesa editar un libro de alto contenido en valores y fuentes esenciales, si los que podrían comprarlo deben mantenerse aturdidos e idiotizados a efectos de la dominación global orquestada por los estados ausentes, siguiendo consignas del poder hegemónico corporativo?... no es bueno que la gente se forme para pensar... antes bien, es bueno que la gente se deforme a efectos de poder ser esclavizada por el tiempo útil de su vida "útil" a los fines inescrupulosos de terceros ocultos...

gracias a dicho paisaje de confusiones y confusos... gracias a dicho paisaje de atropellos y negaciones... las sociedades humanas han creado una cultura en hojaldre... una cultura que hace visible lo invisible, concediendo espacio a aquello que culturalmente ha sido prolijamente borrado por la iniciativa del mundo corporativo que expulsa genios para enaltecer lo estúpido que evita que las personas piensen... y se den cuenta...

curiosamente, aparece entonces un escenario paradojal... donde lo invisible se torna visible y evidente... una generación completa de creadores "negados" por el imperialismo de las conveniencias patentables, asume sus pobrezas, las une en una especie de cadena humana de culturas potencialmente extinguibles, transformándolas en una geometría tan compleja que ninguna corporación inescrupulosa logra quebrarla, ni siquiera deformarla...

entonces, los "negados" ocupan un espacio cierto en la cultura humana global... tomando entidad y perfil propio... y además de superar su estado invisible inducido, haciéndose tangible al mundo humano... se erige creando un futuro hasta ahora evaporado de los horizontes rutinarios... y entonces, las sociedades humanas empujadas a los abismos, comienzan a ser conscientes de lo que sucede a sus alrededores, permitiéndoles reaccionar en consecuencia, indignándose, asumiendo roles sociales olvidados, omitidos, negados, y hasta ocultos por los medievalismos sembrados por las segundas intenciones de estados ausentes y políticos vacíos de morales...

de pronto... las gentes comprenden que hay valores que son intocables...

de pronto... las gentes comprenden que las esencias no deben ser cuestionadas...

de pronto... las gentes comprenden el valor de las fuentes...

de pronto... las gentes se dan cuenta que poco es lo que se necesita para vivir, pero que justamente, para vivir se necesita la dignidad de ser uno mismo...

de pronto cunde el abismo que separa a los ilusionistas de los ilusionados...

de pronto... la gente comienza a descubrir que sus sueños son posibles...

de pronto... la Tierra se despierta hacia una humanidad demandante de su "mañana necesario", un derecho divino que se sintoniza con la gracia de cada destino... 

de pronto... se agrava el aislamiento entre sociedades humanas e ilusionistas perversos...

de pronto... la Tierra globalizada se torna en Tierra humana, anónima e inocente de futuros por construir... sin propiedades intelectuales esclavizantes... sin patentes denigrantes... sin reyes imperiales... sin demócratas dementes... sin republicanos sin don de gentes...

entonces el humano recupera el valor de los humanismos intangibles, convirtiéndolos en expresiones culturales simples, pero contundentes...

entonces... el mañana vuelve a pertenecer a los anónimos. SEPTIEMBRE 11, 2014.-

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