jueves, 25 de septiembre de 2014

LA OTRA ORILLA ► Cuando la vecina marroquí llama a la puerta >> África no es un país >> Blogs Internacional EL PAÍS

Cuando la vecina marroquí llama a la puerta >> África no es un país >> Blogs Internacional EL PAÍS



mapa de África



África no es un país

"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.
Lola Huete Machado



SOBRE LOS AUTORES

Lola Huete MachadoRedactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Chema CaballeroChema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José NaranjoJosé Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles JuradoÁngeles JuradoPeriodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido OnumahChido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.
Akua DjanieAkua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...


Cuando la vecina marroquí llama a la puerta

Por:  23 de septiembre de 2014
Por Analía Iglesias
Nos debemos un reencuentro y vernos, aunque sea por un momento. Hablamos de las mujeres a ambos lados del Mediterráneo, hablamos de las mujeres marroquíes que viven entre nosotras, algunas de las cuales salen de la invisibilidad para dejar sus testimonios en el corto Entre dos orillas.
Si a veces, desde Europa, Marruecos es apenas la carnicería halal del barrio o la postal con camellos que nos trajimos de las vacaciones, las mujeres marroquíes son de verdad las grandes desconocidas al otro lado del Mediterráneo. 
Las noticias casi siempre fragmentarias suelen referir algún momento álgido o dar fugaz cuenta de los rasgos culturales que más llamativamente nos diferencian de ellas. Difícil que estos trazos nos ayuden a abrir la puerta del todo, para invitar a las vecinas a entrar casa y saber de ellas. O a ir a la suya y dar un paso decidido cuando nos abren.
Entre dos orillas es un mediometraje que registra apenas unas pocas primeras palabras de un puñado de mujeres marroquíes que viven en España, más precisamente en la Comunidad Valenciana, y se estrena el miércoles 24 de septiembre, a las 19, en la Casa Árabe de Madrid.
Trailer de 'Entre dos orillas'.

Tras los testimonios breves de estas seis inmigrantes, el espectador seguramente querrá seguir indagando, le surgirán nuevas preguntas y necesidad de profundizar. He ahí el valor de este acercamiento que firma Hicham Malayo, un actor de Casablanca que trabaja en Madrid desde hace más de 20 años, impulsor, con otros compañeros, de la Asociación de Artistas Årabes en España. 
Una de las preguntas que, sin duda, quedará resonando al cabo del audiovisual es "¿Qué quiere España cuando habla de integración?". La formula una las entrevistadas, una de esas mujeres que llevan muchos años, o décadas, viviendo en suelo español, compartiendo vida, alegría y también dolorosos recortes sociales con sus vecinos nacidos aquí y allí. 
¿Nos preguntamos las mismas cosas sobre la integración cuando somos nosotros los que emigramos o los que pasamos una temporada en un país extranjero?
Por supuesto que las mujeres marroquíes -como casi cualquier ciudadano de esta Tierra- conservan buena parte de sus costumbres familiares. Algunas llevan velo y otras, no, en Barcelona o en Rabat. Algunas usan el hijab desde muy jóvenes y otras lo adoptan lejos de su casa, mucho después de haberse casado, o incluso recién cuando han quedado viudas; algunas llevarán el pañuelo en la cabeza, a ratos, por épocas, en Barcelona o en Rabat. Y cada una tendrá razones que querrá o no explicar, pero seguro que son tan individuales que difícilmente coincidirán en todas sus aristas con las razones de las demás. 
Cada mujer de este registro documental es bien distinta de la anterior, o la misma que podría decir "nosotras", si se prefiere. Ellas, nacidas en Marruecos (o de padres marroquíes) comparten unos puntos de partida entre sí, y unas escalas y otros puntos de llegada con otras muchas  mujeres de cualquier rincón del mundo.
Ellas, como nosotras, saben/sabemos que en cada sociedad hay cosas para contar en público o no. Y que, vivamos en el país que vivamos, tenemos costumbres familiares y hábitos adquiridos, y también secretos, y vida personal, y opiniones e intimidad, más allá de maridos, hijos y dirigentes. 
Malayo nos entreabre el postigo para que saludemos a las vecinas y nos vayamos contando.


el dispensador dice:
siempre hay algo más allá del "algo",
a veces se llega a él soñando,
otras veces a nado,
siempre navegando,
a oscuras, 
a tientas,
o siguiendo la orientación de un faro...
siempre hay una orilla en el otro lado,
siempre hay una playa esperando,
siempre hay una voz que no se ha atendido,
siempre hay una voz que no se ha escuchado,
siempre hay un recuerdo que regresa,
a decirnos algo...
llamando nuestra atención,
señalando la puerta que se ha omitido,
por el apuro de seguir de largo,
corriendo tras un mañana que circula despacio,
acumulando ayeres,
que a otros distrajo...

siempre hay alguien te llama a tu puerta,
a veces para pedirte una mano,
a veces para darte algo,
si lo dejas pasar...
seguramente te quedarás esperando,
que la puerta se abra desplegando velas,
ante tu propio pasado...
pero nada regresa,
si no hay un viento soplando,
si no hay un alma dispuesta,
a que se encuentre lo que debe ser encontrado...

¿qué sucedería si los campos no tuviesen alambrados?,
¿qué ocurriría si no hubiera puertas entre los humanos?,
¿qué sería de los puentes sin afectos dispuestos a ser expresados?,
¿que sería de los mares si no fuesen navegados?,
¿qué sería de los vientos si no fuesen soplados?,
¿qué sería de los amaneceres si no hubiese ángeles cantando?,
¿qué sería entonces de los ocasos?,
¿se hubiera acercado alguien a la puerta... golpeando?,
tal vez... sólo tal vez...
no veas el rostro esperado,
pero piensa un momento,
¿no será que alguien lo ha enviado,
cambiando el curso del destino dado?...
acepta,
extiende tu mano,
confunde tiempos con un abrazo...
lo demás vendrá por sí mismo,
como línea en su trazo.
SEPTIEMBRE 25, 2014.-

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