África no es un país
"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.
Compromiso y música (111): Ali Farka Touré
Ali Farka Touré ha sido uno de los grandes músicos de todos los tiempos de su país, Malí, y de África occidental. También es considerado uno de mejores guitarristas a nivel mundial, aunque hasta los años 80 del siglo pasado, cuando ya se aproximaba a los 50, no empezó a ser bien conocido fuera de su continente.
Nunca supo la fecha exacta de su nacimiento pero la fijó en torno a 1939, en una aldea llamada Kanau, a nos cincuenta kilómetros de Tombuctú. Su apodo, Farka, significa asno, animal admirado por su tenacidad. Característica que demostró desde su infancia, ya que fue el único hijo que sobrevivió de los diez que dio a luz su madre. A él siempre le gustó bromear con este mote diciendo: “yo soy el asno que nadie puede montar”.
Su padre era militar en el ejército francés y murió en combate durante la II Guerra Mundial. Tras esta pérdida, la familia se trasladó hacia el sur, a un pueblo situado a unos 100 kilómetros de Bamako, llamando Niafunké. Aunque procedente de familia noble, Ali no tuvo otra salida que cultivar los campos de la familia. Su paso por la escuela fue muy breve. Desde pequeño manifestó un gran interés por la música iniciándose en diversos instrumentos tradicionales malienses, en cuya práctica pasaba la mayoría de su tiempo libre. Durante este periodo de su vida, se aficionó a la radio donde escuchaba canciones que luego interpreta en su propia aldea.
Años más tarde, tuvo la oportunidad de ver actuar a Fodéba Keïta, artista de Guinea Conakry que con la compañía de teatro que había fundado recorría toda África occidental. Este destacaba, entre otras muchas cosas, por su forma de tocar el guitarra, hecho que impresionó grandemente al joven Ali. Tuvo que ser un momento mágico para él porque desde aquel momento optó, definitivamente, por este instrumento.
Para ir abriendo boca escuchamos el tema Ai du, perteneciente al álbum Taliking Timbuktu, lanzado en 1994.
El joven Ali realizó varios trabajos para sobrevivir: taxista, conductor de una barca-ambulancia o mecánico de coches, pero las noches las dedicaba a practicar la guitarra, la percusión e incluso el acordeón. También aprendió a cantar en más de diez idiomas.
Tuvo la suerte de conocer a Amadou Hampâté Ba y junto a él recorrió el país grabando canciones tradicionales.
En 1960, Malí adquirió su independencia y el nuevo gobierno de Madibo Keïtalanzó una política cultural, muy parecida a la de otras naciones recientemente independizadas, que, entre otras cosas, promovía la música tradicional maliense. Gracias a esta corriente, Touré pudo fundar su primer grupo musical, La troupe 117, justo porque este era el número de miembros de la banda. Con ella actuó por todo el país. En 1968, saldría por primera vez de Malí para representar a su país en un festival que tuvo lugar en Sofía, la capital de Bulgaria. Allí pudo comprar su primera guitarra.
En 1970, se instaló en Monpti, para luego trasladarse a Bamako donde formó parte de la orquesta de la Radio de Malí, donde también empezó a trabajar como ingeniero de sonido. Gracias a este trabajo tuvo la oportunidad de escuchar a artistas occidentales, en especial a Otis Redding y a James Brown, entre muchos otros.
En 1976 se dio a conocer su primer disco, Farka, que tuvo un éxito enorme en Malí, lo que le permitió hacer una gira por diversos países de África occidental. Es en este momento cuando empieza a interesarse por el blues.
En 1987 publicó el álbum Ali Farka Touré que es el que le da a conocer en los países occidentales y le permite entrar en contacto con músicos de allí. Empieza a hacer giras por Estados Unidos, Europa, Japón… También se reeditan sus trabajos anteriores. Abrumado por tanto éxito busca la paz y vuelva a instalarse en la aldea en la que creció, Niafunké. En 1990, salieron dos nuevos trabajos, The river y African Blues, que terminó de catapultarlo a la fama.
Escuchamos el tema que le da título al primero.
En 1994 grabó Talking Timbuktu, álbum en el que colaboró Ry Cooder y por el que obtendría un premio Grammy. De él escuchamos el tema Diaraby.
En 1996 apareció el disco Radio Mali, cantando en varios idiomas. En 1999 salió Niafunké, donde regresaba a las raíces de la música tradicional africana. Grabado en su propia casa, en este trabajo el cantante habla del Apartheid, de la educación, del trabajo o de la justicia. De este álbum vamos a escuchar el tema Mali Dje.
Daba la impresión de que este iba a ser su último álbum ya que el artista parecía más interesado en refugiarse en su pueblo y dedicarse al cultivo del arroz en su granja y a la instalación de bombas de agua para traerla desde el río Níger y favorecer el riego de los campos.
En 2001, le convencieron para aparecer en el documental Ali Farka Touré: Ça coule de source, dirigido por Yves Billon y Henry Lecomte. El cual podemos ver a continuación.
En 2001, vuelve a aparecer en otro documental: Ali Farka Touré, le miel n’est jamais bon dans une seule bouche, dirigido por Marc Hauraux. De este podemos ver el trailer.
En 2004 fue nombrado alcalde de Niafunké cargo que ostentó hasta su muerte. Con su propio dinero asfaltó las calles del pueblo, construyó varios canales para traer el agua al puebo y puso en marcha un generador para proporcionar electricidad. También creó un festival de jazz y un centro para la formación de artistas jóvenes y su introducción a la música tradicional.
A pesar de que todo apuntaba a que no iba a grabar nunca más, cosa que el incentivaba diciendo que aunque en sus documentos apareciera que él era un artista, en realidad solo era un agricultor, en 2005, grabó, junto al intérprete de kora Toumani Diabaté, el álbum In the Heart of the Moon, por el que obtuvo su segundo Grammy. Escuchamos el tema Kala Djula perteneciente a este trabajo.
Un año más tarde moriría de cáncer de huesos en Bamako, dejando tras él 11 hijos e hijas; alguno de los varones ha seguido sus pasos, como es el caso deVieux Farka Touré. Pocos días después su casa discográfica anunciaba que acababa de grabar un nuevo álbum en solitario, Savane.
En 2010, se publicó Ali y Toumani, con el material proveniente de algunas sesiones que habían tenido los dos artistas.
Para despedirnos tenemos el álbum de Savane al completo.
SOBRE LOS AUTORES
Lola Huete Machado. Redactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Chema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles Jurado. Periodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.
Akua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...
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