lunes, 20 de abril de 2015

RINCÓN


Hinojo 
Pueblos BuenosAires

el dispensador dice:
no sabía si era un reflejo,
no sabía se era el latido de un corazón,
había un eco que me alcanzaba sin razón,
allí estaba Hinojo... 
un portal a mi sinfonía tanto como a mi desazón,
me quedé mirando el recuerdo,
de aquello que me cobijó...
de aquello que supo ser mi rincón...
y no quise golpear la puerta,
ni ser destello de mi reflexión,
prefiero la poesía,
al relato despiadado que un día me olvidó...

no pude saber si el sueño estaba de este lado,
no pude reconocer si el sueño era el esperado...
recordé los pasos de mi madre,
cuando ella ya había pasado...
algo me dijo,
y algo quedó rebotando,
palabras que parecían cantos,
siento nostalgia,
como para que me invada el llanto...
lejos me queda Hinojo,
mucho por la distancia,
mucho camino de abrojos,
que se me fueron pegando,
y hoy ya ando lento,
porque vengo cansado,
de tanto caminar,
habiendo sido negado...
a sabiendas que nada se puede borrar,
porque se estampa el pasado...

allí me quedé pisando,
vereda de ladrillos colorados...

no he logrado discernir,
si los reflejos están de aquí,
o pertenecen a otro lado...
aquella ventana que cerré,
conservaba su propio cerrojo,
y escondía algún candado...
nunca más la pude abrir,
porque el corazón roto,
no puede ser pegado...
y si el alma la que se ha roto,
sólo se salva,
cuando se convierte en pasado...
dejando la herida pendiente,
hasta que se acostumbre el paisano,
aquel abandonó el pago,
sin mirar atrás... sin caballo...
caminando,
por la vida,
caminando.
ABRIL 20, 2015.-

te muestro un rincón de aquello que fue mi niñez,
antes de transformarse en recuerdo borroneado.

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