jueves, 16 de abril de 2015

OTOÑO DESESPERADO

Bosch
Pueblos BuenosAires


12 de Octubre

Adela

Agustín Roca

Alvarez de Toledo
el dispensador dice:
me quedé sin combustible,
pero ando a puro Sol,
también a pura nube,
porque mi espíritu se nutre de sí mismo,
para escalar soledades,
y tomar distancia de los abismos...

llegué a un pueblo desolado,
vías cruzadas,
arroyos secos,
de tanto ver cruzar a desesperados,
huyendo de sus silencios,
quizás de sus pecados,
¿pero cómo se puede culparlos?,
si todos nacemos condicionados,
por mentiras que nos han contado,
que se repiten hasta el hartazgo,
enseñando que los cinismos,
siempre pertenecen a los de al lado,
mientras que las hipocresías,
funcionan al modo de un manto,
ocultando... tapando... burlando...
para luego verse resueltas con una palmado,
en el hombro del que fue traicionado...

falso solidario,
una nota que desafina mientras permanece sonando...
falso compasivo,
que muestra la palma para luego quitar la mano...
falso misericordioso,
un falsete propio de los negocios...

llegó el otoño apresurado,
corrido por el imperio del verano...
hoy lo he visto pasar desesperado...
demasiado seco para tener paciencia,
y seguir esperando...
así es que prefiero internarme en mí mismo,
alejándome de cualquier lado,
no por el frío,
sino por miedo a seguir siendo golpeado...
he visto que la soledad,
es mejor que vivir entre reclamos...
lo que abundan son los vagos,
que demandan ayudas por sus supuestos derechos atropellados...
el derecho a no hacer nada,
sueños condicionados,
porque la ignorancia impera,
detrás de los reclamado...
mucha palabra sobrada,
mucho vacío inventado,
ocultando mentiras,
propias de los que viven a contramano...

ya no sigo la vía,
y ando como caballero cruzado,
caminando en silencio,
sin espada y sin caballo...
total...
la misión es la misma,
descubrir a los que llevan sello en la frente,
sin saber que fueron marcados...
las bendiciones funcionan así,
de un modo raro,
los templos santuarios,
serán los únicos que estarán a salvo...
y los caballeros no son pocos,
pero andan diseminados,
porque vienen de a pié,
rastreando los destinos perdidos,
siguiendo a los que los han recuperado.
ABRIL 16, 2015.-

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