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Pueblos BuenosAires
Girondo (Pehuajó)
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el dispensador dice:
me atrajo una rara fragancia,
perfume de fina elegancia,
parecían fresas que llamaban,
pero había algo más en la enramada...
me acerqué a la ventana rota,
vacía estaba la casa,
muchas cosas tiradas,
rotas cadenas para tanto nada...
intenté echar una siesta,
al pié de la casuarina silbada,
estaba fresco el monte,
y me envolvía ésa rara fragancia...
jazmín?,
rosa?,
orquídea?,
pezuña de vaca?,
eucaliptus de ramas caídas,
yuyos... cedrón en la aguada?...
me dejé ensoñar de a poco,
cuando la fatiga te gana,
caminar a cielo abierto,
bendice pero cansa...
soñaba estar sediento,
escuchando hablar a quien reclama...
soñaba un pesado esfuerzo,
para una voluntad despreciada...
cuando la princesa se acostumbra a ser reina,
dispone prolijamente sus trampas,
y siempre el desprevenido cae,
en tan entretejida telaraña...
me dormí profundamente,
como apoyado en almohada,
eran sólo sentimientos,
repletos de olvidos y lágrimas...
que bueno es el ladrillo seco,
para descansar una vieja espalda...
entre sueños revolví recuerdos,
sin poder descubrir nada,
y me quedé allí desparramado,
esperando que la noche caiga,
cuando despunten las estrellas,
tal vez me despierte y salga...
la noche tiene su paz,
si la estrella primera,
es justo la esperada.
JUNIO 16, 2015.-
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