el dispensador dice:
esperanza,
paciencia,
contemplación,
mirada en latencia,
vibración que magnetiza,
y levemente se despega,
se eleva...
observando lo que hay por debajo,
de las aguas serenas,
observando lo que hay por detrás,
de las paredes añejas,
observando lo que hay más allá,
de ventanas y puertas,
es necesaria la paz,
para que la llave sea la cierta...
si el apuro te empuja,
lo que te envuelve es reja,
que agita el espíritu,
hasta colocarlo entre rejas...
cuando la campana es robada,
no anuncia nada,
aún cuando parezca que suena...
cuidado con el badajo,
porque ése descubre la mentira,
cuando se vende como pena...
para lo cual debes saber de notas,
que emanan desde las piedras,
si comprendes lo que te dicen,
la circunstancia que se forma,
lo hace sin fisuras...
sellando potenciales grietas,
que las almas alteradas,
aran y siembran...
mira los detalles del mural...
los silencios son suficientes,
para apagar los reclamos,
y terminar con las quejas...
aquel que demanda por su suerte,
es el primero al que el viento atropella.
JUNIO 12, 2015.-
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